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—¿Cómo que qué pasó? Lo que todos sabían que iba a pasar, lo que tú querías que pasara. Cogimos y ya. ¿Que no te acuerdas?— preguntó.—No, Gilberto, ayer estaba súper mal, no me acuerdo de nada.—Ay, ajá, si no estabas tan mal.
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Cuando llegué con los compañeros, todos sabían lo que había sucedido, o al menos la versión que Gilberto les había contado. Bien maquillada y con el labio menos inflamado, traté de investigar casualmente lo que ellos habían visto esa noche. Básicamente, después de haber fumado, bajé arrastrándome a la convivencia, por lo que el amable sujeto me llevó a su habitación para evitarme un oso. Una colega, que tenía el cuarto contiguo, me dijo que escuchó gritos y golpes secos, ante las risas de todos, que me guiñaron el ojo y se dedicaron a bromear sobre la intensidad de la noche. Me dieron ganas de llorar, pero me aguanté. Gilberto apareció y se portó como si fuera mi novio. Yo no hice nada al respecto. Me preguntó el por qué de mi desaparición el día anterior, y me dijo que esa noche tenían planeada una nueva ronda de cantinas. Rechacé la invitación, y concentrada en saber más de lo que había pasado, le dije que si podíamos ir a su cuarto después del desayuno. Minutos después estábamos en esa asquerosa habitación, y luego de cerrar la puerta, él se estaba desvistiendo con desesperación. Lo observé desconectada de mi cuerpo, me sentía como una tercera persona ajena a la situación. Como si fuera una película. Se acercó a mí y con una facilidad dolorosa, me cargó y me aventó contra la cama para intentar quitarme la ropa. Ahí me di cuenta de lo sencillo que había resultado aprovecharse de la situación, si yo no estaba en posibilidades de defenderme, de salir corriendo, de decir con firmeza "no". Cuando sus manos toscas me jalaban la blusa y el pantalón, volví en mí, le dije que había cambiado de opinión y que tenía que irme. Él se molestó, y del puro coraje, soltó un dato importante:
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"Natalia, perdón que no te haya contestado, es que estoy metido en un pedote. Una morra me anda buscando porque dice que soy el padre de su hijo y me quiere hacer una prueba de ADN. Luego te busco".
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