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Quizá es engañoso etiquetar este punto de vista como un chiste, pues este mismo argumento se encuentra expuesto de manera seria en su autobiografía, Mi viaje espiritual. "La belleza es una de las ocho cualidades de un cuerpo humano precioso en el nivel físico", escribió. "Es obvio que si una mujer Dalai Lama es fea a la vista, atraerá menos gente. El objetivo de una reencarnación femenina es transmitir las enseñanzas budistas al público de una manera convincente".Y el Dalai Lama no oculta la forma en que los cuerpos humanos atractivos lo afectan. En una entrevista con el New York Times, cuando le preguntaron sobre sus debilidades, respondió: "Por supuesto, a veces las mujeres hermosas… Pero muchos monjes tienen la misma experiencia. En parte es por curiosidad: si utilizas esto [lo dice señalando su ingle], ¿qué se siente?" A pesar de su semidivinidad, es claro que el Dalai Lama no está por encima de un chiste sobre penes.El Dalai Lama es el sucesor en una línea de encarnaciones del Buda de la Compasión, Avalokitesvara. El Avalokitesvara es representado como hombre o como mujer, pero en el budismo tibetano, siempre es hombre. La profesora Rita Gross, autora de El budismo después del patriarcado, afirma que "el budismo tibetano es muy patriarcal".Esta corriente del budismo se estableció en el siglo 14. El título de Dalai Lama apareció en 1587 y para 1641 el Dalai Lama —que en ese momento era el quinto— se convirtió en la autoridad política y religiosa absoluta sobre el Tíbet. Fue considerado como el líder más grande de la región hasta la llegada de Tenzin Gyatso.
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Pero después, en una entrevista con el diario alemán Welt am Sonntag, sugirió que él cree que "la institución del Dalai Lama ha cumplido su propósito. Hemos tenido un Dalai Lama por casi cinco siglos. El decimocuarto Dalai Lama ahora es muy popular. Déjennos terminar entonces con un Dalai Lama popular". Mientras tanto, la República Popular de China ha declarado que elegirán al próximo Dalai Lama después de que fallezca Tenzin Gyatso.En su biografía, el Dalai Lama dice que el próximo Dalai Lama podría ser una mujer o un hombre, y que "la institución del Dalai Lama debe cambiar de acuerdo a los tiempos"."Eso ha sido un gran avance para el budismo tibetano popular", dice Gross. "Si con eso se va a llegar a algo, es una pregunta por responder".En la tradición del budismo tibetano, el Buda de la Compasión tiene un aspecto femenino llamado Tara. Tara a menudo es llamada la Madre de todos los Budas, y algunas historias rastrean sus orígenes a una princesa que alcanzó un alto nivel de iluminación. Un grupo de monjes le sugirieron que orara para renacer como hombre, para que así pudiera seguir avanzando. Tara se negó, diciendo que los que ven el género como una barrera para alcanzar la iluminación son "mundanos de mente débil". Así que decidió renacer siempre como mujer. El actual Dalai citó a Tara como un ejemplo de "un verdadero movimiento feminista en el budismo".
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En el Tíbet, en Sri Lanka y en Tailandia se les impedía a las monjas recibir las ordenaciones más altas. Al mismo tiempo, hay linajes en la tradición tibetana de altas reencarnaciones femeninas. En resumen: las practicantes femeninas quedan por fuera del poder; las figuras femeninas gozan de reverencia. Gross señala que Tara es la deidad más popular en el Tíbet, entre las deidades masculinas y femeninas. Una vez más, hay una diferencia entre las enseñanzas budistas y cómo se llevan a cabo. Las mujeres pueden ser símbolos de culto, pero no pueden ser líderes con poder legítimo político y religioso.Por su parte, el Dalai Lama se declaró feminista en 2009: "¿No es así como se llama a una persona que lucha por los derechos de las mujeres?", preguntó en un discurso en el Museo Nacional de los Derechos Civiles en Memphis, TN.Gross es optimista: "Creo que el Dalai Lama es sincero. La verdadera pregunta es si los tibetanos aceptarían".Después de su día con el Dalai Lama, mi mamá y sus amigas regresaron a su pequeño apartamento. "No nos burlamos de él. Probablemente nos reímos un poco por lo que había pasado", dijo. Y entonces empezaron las llamadas. Él las llamó más de tres veces, pidiendo que "se encontraran de nuevo"."Era un poco como si el hermanito de alguien te llamara para invitarte a salir", dijo mi mamá.Cuando le pregunté por qué no había aceptado su oferta, mi mamá respondió: "No parecía apropiado. Por quién es y por quién era. Y porque parecía muy infantil. Era peculiar". Para alguien con siglos heredados de sabiduría encima y con décadas de estudio budista, al Dalai Lama le faltaba una cosa: no podía hablar con las mujeres. No podía mantener conversaciones con ellas, no podía relacionarse con ellas, y desde luego no podía coquetear con ellas. Como dijo mi mamá: "No era más que un perdedor". Cuarenta años después, no ha cambiado mucho.Las mujeres pueden ser símbolos de culto, pero no pueden ser líderes con poder legítimo político y religioso.