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el pendejo de la semana

Miguel Ángel Mancera, Ángel Aguirre, Eruviel Ávila

De los abusos policiales en el Zócalo hasta Laura Bozzo.

Miguel Ángel Mancera

Esta ya estaba cantada desde recién estrenado como jefe del gobierno del Distrito Federal. El peñanietismo se encajó fuerte con el Dr. MAME (por las siglas de su apellido), y para muestra está su desempeño y caída en aceptación en apenas unos meses del primer año de su gestión. El también conocido como El policía de la ciudad ha demostrado ser más peñanietista que el propio Peña. Inclusive hasta para los más críticos a su antecesor, Marcelo Ebrard —que a esta columna solo cayó por cursi— no creerían que a Marcelo se le hubiera ocurrido otorgar el espacio que ha significado el Zócalo para la oposición como lo hizo Mancera. Las madrizas documentadas desde el #1Dmx hasta sus respectivas dosis en el desalojo de maestros de la plancha del Zócalo el #15Smx, o la última, en la marcha anual en memoria de los muertos de 1968 en Tlatelolco el #2Omx. Un año a base de madrazos le valieron haber bajado hasta diez puntos de aceptación —heredada por Ebrard— en un tiempo récord.

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Sus colaboradores más cercanos formados de igual manera entre los grupos que opta por criminalizar la protesta han colaborado ampliamente a esta caída. Los excesos de la fuerza pública, la ineficacia para aplicar la ley, el alejamiento del ala progresista que imperó en los primeros 15 años del gobierno de izquierda que comenzó con Cuauhtémoc Cárdenas en 1997. Estamos perdiendo a la isla liberal de México. Democracia Deliberada, una corriente democrática adherente al PRD lo resume muy bien. El faro que representaba la Ciudad de México para las libertades sociales del país se está extinguiendo. Mientras, México se acerca más a un estado policial. Este miércoles el Zócalo estará albergando la feria del libro del DF, quizá eso pare la caída libre en la popularidad de Mancera. Tal vez también el Dr. MAME está pensando en una candidatura presidencial para el 2018, ya que al final del día nada lo une al PRD.

Ángel Aguirre Rivero

No hay tal cosa como los “desastres naturales”. Existe la mala planeación y la respuesta tardía a las calamidades que año tras año azotan el país. México vive en un estado de emergencia permanente. Ya sea por inundaciones, sequías, terremotos o falta de infraestructura que perdure el paso del tiempo. Gobiernos locales que construyen obras que año tras años se caen, pegadas con mocos para asegurar “la reconstrucción de México”. Funcionarios públicos bajo la consigna de que Si no hay obra, no sobra.

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El nuevo PRD que pacta Peña Nieto, ese mismo PRD que sufrió la persecución y muerte de innumerables miembros, especialmente en Guerrero durante el sexenio de Carlos Salinas vuelve de la mano de un ex priísta. No ha sido una gobernador cercano, digamos allegado a las causas de los más necesitados. “Me tienen sin cuidado” fueron sus palabras cuando fue criticado por andar en la peda durante las primeras —y entradas horas de la madrugada— con otros políticos de nefasta reputación como Figueroa Alcocer quien fue depuesto por la matanza de Aguas Blancas y cuyo cargo fue asumido por el mismo Ángel Aguirre. El huracán Paulina de 1997 fue la primera de varias tragedias que azotarían Guerrero bajo los gobiernos de Aguirre Rivero. La escena montada bajo el agua dando una entrevista tal vez sea por la que será recordado.

Eruviel Ávila

Si por algo se conoce a Eruviel es por necio. Al arrebatar la candidatura a la gobernatura a quien su antecesor, el entonces gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto había designado, Eruviel mostró independencia y capacidad para desafiar la decisión central. Eruviel ha entendido los métodos para explotar los medios masivos de comunicación, y también las desgracias. En algo a lo que el peñaniestismo nos está acostumbrando, vemos cómo se borra la línea entre el espectáculo televisivo y la magnificación de la tragedia humana. El “prestarle” un helicóptero del gobierno del Estado de México a la conductora estelar de Televisa, Laura Bozzo para “labores de rescate en Guerrero” suscitó todo el desmadre que vimos en las recientes semanas entre Carmen Aristegui y la televisora. En el entendido que su presencia en medios aumentó en base a la tragedia, se perfila como otro de los candidatos a suceder a Enrique Peña Nieto en la presidencia, aunque Peña no lo quiera. Lo que sí no tuvo madre fue obligar a los niños a ver el segundo informe de gobierno de Eruviel.

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