No era broma, Corea del Norte llevó a cabo otra prueba nuclear

Mientras dormías, Corea del Norte estaba produciendo un pequeño terremoto en la península coreana. Tras un par de tensas semanas en las que los medios locales del estado socialista se saturaron de iconografía bélica, y un par de días antes del aniversario del difunto Kim Jong Il, Corea del Norte anunció que es un país que cumple sus amenazas y detonó una tercera bomba nuclear.

La prensa surcoreana fue la primera en enterarse del suceso, con un temblor que se sintió en Seúl poco tiempo después de la detonación, la cual tuvo lugar en la provincia de Hamyong en el noreste a las 11:57 am hora de Corea. El órgano propagandístico de Corea del Norte, KCNA, pronto asumió responsabilidad por la actividad sísmica de 5.0 grados que se registró en la región. “Podemos confirmar que la prueba se llevó a cabo de forma segura y que no tuvo ningún efecto negativo en el entorno, además de haber sido realizada con un dispositivo atómico más pequeño y ligero, pero de mayor poder”.

“La prueba fue para defender la seguridad de nuestra nación y nuestra soberanía del comportamiento agresivo de Estados Unidos, el cual ha infringido el derecho de nuestra república a lanzar un satélite de forma pacífica”.

El resto del mundo ha, como era de esperarse, condenado el acto, incluyendo a China, donde se expresó una “profunda preocupación” por la situación. Hace poco publicaron una editorial en su periódico estatal, Global Post, donde señalan que podrían reducir la ayuda a Corea del Norte si continúan con sus pruebas nucleares. Dado que actualmente abastasen al país con 90 por ciento de su combustible y energía, Kim Jong Un corre el riesgo de cortar una vena demasiado importante para su país.

Sin embargo, la agencia de noticias Yonhap comenta que Corea del Norte informó con anticipación tanto a China como Estados Unidos sobre su prueba, lo que equivale a informar a tus vecinos que tendrás una fiesta masiva el sábado, y aunque sabes que las cosas se podrían salir de control, no lo haces con ganas de fastidiarlos. En efecto, parece que a Corea del Norte le gustaría dejar esta prueba nuclear atrás sin demasiadas consecuencias políticas internacionales (jajaja, buena suerte, muchachos). Incluso para sus estándares, han sido mucho más abiertos sobre la prueba, y su retórica ha sido notablemente menos belicosa.

Si Corea del Norte esta intentando no llamar demasiado la atención internacional (incluso emitieron un comunicado en el que aseguran que el mundo saltó a conclusiones sobre sus ambiciones nucleares hace algunos días) es porque el verdadero objetivo de su acto nuclear es demostrar algo a nivel local. Pero al cumplir sus ambiciones nucleares (al menos aparentarlo), el gobierno de Kim Jong Un puede justificar y propagar su ideología, la cual legitima y llena de gloria al régimen en su forma actual. Al detonar una bomba nuclear en una fecha tan cercana al cumpleaños de Kim Jong Il, se honra el legado y la sabiduría de su padre, reafirmando así la amenaza percibida de Estados Unidos, y dando al país la compensación nacional que todos esperaban tras meses de discursos nucleares en todos los canales oficiales de la cultura popular norcoreana.

El problema es que la brecha entre lo que Corea del Norte le dice a su gente y lo que le dice al mundo es demasiado transparente para los cuerpos internacionales como China que están ayudando al país. Corea del Norte podrá seguir con su canción y baile nuclear para entretener a sus ciudadanos, al tiempo que se hace de la vista gorda con el resto del mundo, pero la creciente frustración expresada por todos los espectadores más allá de sus fronteras podría llegar a su límite. ¿Cuánto tiempo podrán seguir así antes de que alguien marque una raya y se disponga a intervenir? Eso sigue siendo un misterio.

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