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Sin embargo, Pounded by the Pound es mucho más que una grosería absurda. Es una de las entregas más grandes de este subgénero emergente de groserías políticas absurdas. En el transcurso del año pasado, Tingle ha ofrecido al mundo gemas como Feeling the Bern in My Butt (Sintiendo a Bern en mi culo) y Pounded in the Butt by My Irrational Bigoted Fear of Humans Who Were Born as Unicorns Using a Human Restroom (Cogido en el culo por mi miedo intolerante e irracional a los humanos unicornios que usan baños de humano). Con ellas, se une al grupo de escritores que han publicado cientos de novelas eróticas sobre Donald Trump con Ted Cruz y Justin Trudeau con Barack Obama, por nombrar algunos.El florecimiento político de novelas eróticas extrañas era de esperarse; la gente hace todo lo posible para quitar la dolorosa seriedad de la política. Pero es difícil ignorar el hecho de que este género no afecte por igual a todos los temas o candidatos políticos Tingle y los de su clase crean bromas que tratan exclusivamente de debates que han provocado polémica, rencor o crisis de esas en las que te tiras al piso y aúllas a la luna. (Ya hablando en serio, quizá demasiado, el libro de Alex es la manifestación de una fuerza inexorable y dominante que convierte una reacción mesurada de ¿Eh, fuimos nosotros? en una muestra exagerada de dolor.)Son el siguiente paso lógico más allá de los encabezados que ya son una burla de sí mismos. La rabia frenética y lainseguridad provocada por el pánico posBrexit o la totalidad de la campaña de Trump, irradia cierta pasión que transmuta con facilidad en un colapso sexual exagerado.Pounded by the Pound y otros títulos similares probablemente no son la ayuda masturbatoria de sátira política que queríamos. Pero son lo que necesitamos para desahogar un poco de esa maldita tensión aprieta culos de la noticia reciente —y lo que merecemos por dejar que la política occidental llegara tan lejos—.Sigue a Mark Hay en Twitter.