Pensar el mal desde los derechos humanos

En 2008 nacie en México el DHfest Festival Internacional de Cine y Foro de Derechos Humanos. Este festival busca promover el respeto de los derechos humanos a través del cine, aunado a esto lleva a cabo mesas de diálogo, talleres y más eventos itinerantes que tienen un gran impacto en todo el público espectador. Los grandes personajes que están detrás de este movimiento artístico son Lorena Guille-Laris Directora Ejecutiva, Fundación Cinepolis, Fundadora y Directora General del DHfest, Flavio Florencio Director Artístico y cineasta del DHfest. Ellos junto con un equipo de trabajo decidieron abordar la esencia de la Declaración de los Derechos Humanos: el derecho a la igualdad y el derecho a la diferencia, acompañado del fenómeno de las culturas urbanas.

Ya con seis ediciones en trayectoria, el DHfest cada vez se hace más rico en contenido, ya que este año tiene la presencia de mesas de diálogo y conferencias con invitados como Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz, o Zenani Mandela para rendirle homenaje a su padre, Nelson Mandela, además de Chaz Bono, miembros del colectuvo ruso Pussy Riot y Elena Poniatowska.

Platicamos con Ivan Löwenberg, programador y coordinador de producción del DHfest y sobre la sociedad global contemporánea.

VICE: Para ti Ivan, ¿cuál es la brecha entre la igualdad y el derecho a la diferencia?
Ivan Löwenberg: Empezamos a decir culturas urbanas, pero realmente abordamos el derecho a la diferencia y casi siempre estas diferencias son el principio de todo conflicto en una sociedad, ya que pensamos diferente o actuamos diferente. Entonces esta edición está dedicada a las culturas urbanas para focalizar esa discrepancia, pero realmente esto se puede transpolar en casi cualquier ámbito.

El derecho a la igualdad va de que te traten de la misma forma que tratan a otros, quitar esa cuestión de privilegios y beneficios en general, y viene de ahí también el derecho a la diferencia, el hecho de que te reconozcan como individuo, digo, somos siete mil millones de habitantes en este globo terráqueo, y es eso, tenemos y nos determinamos de numerosas características y singularidades cada uno de nosotros, y muchas veces lo que nos une son las similitudes, como lo es nuestro cuerpo y que podemos pensar, pero lo que nos hace únicos, son estas diferencias, aunque la unicidad no debería ser pretexto para que nos cataloguen como seres inferiores o superiores.

¿Crees en la igualdad?
Yo creo que existe la aspiración a la igualdad y es algo que probablemente la gran mayoría deseamos. De que exista hoy por hoy, no creo, es todavía un camino muy largo a seguir, de hecho creo que esta brecha se lleva trabajando por siglos atrás, y no es algo que demos por hecho ya el día de mañana o este año, pero si estamos contribuyendo poco a poco a compartir estas visiones y ser contemporáneos para mostrarle al público, al lector, al espectador, de que existen mil maneras hacer las cosas bien pensando en el otro. Tampoco es una utopía, pero cuando veamos esta muestra del festival, nos daremos cuenta que si hay una distancia abismal para lograr ese estado de igualdad entre los demás.

¿Cómo crees que sería una sociedad sin diversidad cultural?
Pues de entrada si fuéramos todos iguales, sería todo muy monótono y yo creo que los grandes avances de la humanidad se generan a partir de conciliar diferencias entre dos o más partes, y si ya es todo monótono, lo mismo, todos pensamos igual, realmente llegaríamos a una etapa de caída, de estancamiento, en esta curva de crecimiento, de desarrollo como seres humanos.

Hablando del tema de los veinte años del genocidio en Ruanda que se abordarán en el festival,  ¿cómo crees que sucedió esto, cómo funciona la estructura del mal?
Independientemente de qué genocidio o en qué momento llega el humano a ser despiadado, creo que realmente lo que lleva a todas las personas a empezar hacer atrocidades es, el “sin darse cuenta”. Por ejemplo, vamos a tener una retrospectiva de Rithy Panh en el festival y en varios de sus documentales, entrevistan a gente que fueron parte de los que ejecutaron a miles de personas y ellos mismos viven en el día a día con los que fueron también sus víctimas y muchos de ellos se limitan a decir que ellos solo “acataron órdenes”, por que en algún punto es: su vida, o la del otro. Ahora, en qué momentos ellos tomaron el poder de este tipo de acatamientos, creo que es comprensible esa postura, sin embargo, cada vez que tomas la decisión “es mi vida sobre las demás”, estás haciendo más fuerte a ese sistema, porque hay más miedo y hay más control.

Es cierto, este dilema predomina: es “la vida de él o es la mía”
Por ejemplo, quizá suena muy tonto, pero esto se vive día a día, en todas las partes del mundo, con pequeñas detalles. Cuando alguien empieza a trabajar en un corporativo, ni siquiera estamos hablando de si es vida o muerte; tú inicias tus tareas, pero siempre querrás quedar bien con tu jefe o con el de arriba, entonces comienzas a cometer ciertas faltas contra otras personas, incluso hacia tus mismos compañeros laborales, y esto, pasa por no asumir completa responsabilidad de hacer los hechos, entonces por quedar bien con tus superiores empiezas a tratar de asemejarte a sus formas de pensar, y poco a poco, te vas moldeando hasta que se duplican esas conductas, y si tú le llegas a preguntar del por qué actúa de esa manera es muy común que contesten: es que eso son los procesos a seguir aquí en la empresa.

¿Qué podemos hacer para realizar una promoción fructífera de los derechos humanos, una vez terminado el evento?
Creo que la mayor estrategia es cuando uno empieza a aplicar esos cambios en uno mismo. Cuando eres más exigente contigo mismo, con pequeños cambios que hagamos como individuos, poco a poco y sin sermonear a los demás; porque creo que unos de los pequeños problemas de aquellas personas que quieren cambiar el mundo, es que descuidan su propio estilo de vida y sus propios principios por dedicarse a la propaganda de un mundo mejor.

Puedes calcular un diagnostico de cómo vamos a llegar en México con avances en materia de derechos humanos?
Siento que como población somos un poco más conscientes, pero los grandes perpetuadores a las violaciones de los derechos humanos casi siempre están en el poder, y mientras esa cúpula siga creciendo o siendo más fuerte, estarán más fuera de dimensión, de sincronía con los ciudadanos, ya que ellos toman decisiones que no tienen nada que ver con las necesidades generales de una nación.

Algunos de los documentales que VICE presentará en el festival son Team Destructo, Combos reguetoneros, El evangelio para la banda, Dulces Lolitas, Los cholos de Guadalowjara, La Kolombia regia, Vivir el Skate, Generación Rockabilly, Los caballeros del plan G, Los fantasmas bikers de Neza. Se proyectarán en Cinemovi y en el Museo Franz Meyer, del 1 al 5 de octubre.

Para más información consulta la página del festival.