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Cultură

¿Qué hacer cuándo se te acaba la quincena?

Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas.

Ilustración por Julia Dickens, utilizada originalmente para el artículo 'Tener citas pero no dinero es una mierda'.

El final de quincena es una historia de terror, una masacre de la que pocos salen vivos. El monstruo puede manifestarse en muchas formas, por ejemplo: en un restaurante, cuando das la tarjeta y en vez de que te la regresen con una sonrisa y unos dulcecitos, te susurran en tono serio que no pasó; o cuando tomas un taxi porque se te hizo tarde para ir a la oficina y a medio camino te das cuenta de que traes 30 pesos en la cartera. ¿QUÉ? ¡Pero si acaban de pagar! piensas. Pero luego recuerdas la quincena cayó en viernes y saliste de fiesta, invitaste a tu nalga, pagaste los tarjetazos del mes pasado y quizá te excediste un poco en el uso de Uber.

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Eso o eres freelance y tienes que estirar la paga de tu último proyecto para sobrevivir. O tal vez empiezas a vivir solo y todavía no sabes administrarte bien y gastaste todo en ropa, comida, peda y no contemplaste que ibas a necesitar una lavadora y la compraste entre tú y tu roomie y ahora ya no tiendes dinero pero no quieres pedirle prestado a tu mamá porque ya eres independiente, un adulto responsable, y parte de ser un adulto responsable significa encontrar la forma de sobrevivir esos últimos tres días con 200 pesos.


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Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. Por eso salimos a preguntarle a la gente cómo enfrenta el temido fin de quincena, claro, sin sacrificar la diversión.

Vete caminando

Los taxis quedan prohibidos. Aunque la vocecita dentro de tu mente insista en que pidas un Uber, tienes que resistir porque, no sé si recuerdes pero una de las razones por las que se te acabó el dinero antes de lo previsto es que tuviste que pagar lo que debías de la tarjeta. La opción más obvia es tomar el transporte público. Pero seamos honestos, en una urbe como la CDMX, entre la sobrepoblación, la inseguridad, el acoso y el pésimo servicio, el transporte público puede ser insoportable o hasta peligroso. Claro, también puedes irte en ecobici o en tu propia bicicleta. Pero si son las 4AM y estás borracho, lo mejor es que te vayas caminando, maldito flojo. No todo está tan lejos como crees. Y sí, está de hueva tener que caminar a una fiesta a la que ni siquiera tienes ganas de ir pero si tomas camión, metro y otro camión todos los días, el dinero se te va a ir muy rápido. Además, dos kilómetros no es tanto. Te hace bien, sobre todo considerando que te la pasas sentado frente a la computadora nueve horas al día. Ponte zapatos cómodos, lleva un poco de agua, relájate, escucha música y disfruta el camino. Y párate temprano para no ir corriendo a todos lados.

Foto por el usuario de Flickr Timothy L.

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Llega borracho al bar

El precopeo es muy importante si quieres divertirte sin gastar mucho. Si llegas puesto al bar, con uno o dos tragos ya estás. Es más, hasta podrías meter tu propio alcohol. Lo sé, no es lo más honesto y estás perjudicando a los negocios. Pero si es de esos lugares que venden una cerveza artesanal a 150 pesos, no te preocupes, tu consciencia está limpia. También puedes a la presentación de un libro o a la inauguración de una expo en una galería porque casi siempre dan tragos de cortesía.

Otra alternativa es fiestear en casa. De hecho, hasta puedes salir ganando si organizas una pequeña reunión en tu casa y le dices a todos que cada quien lleve algo. Así no tienes que poner nada más que tu casa y unas papas. Si van a ir a otra parte, tomen todo lo que puedan sin llegar a malcopear y lo que sobra ya es tuyo. También pueden juntar una vaquita e ir por caguamas. Y hablando de vaquitas…


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Quédate con los cambios

Si vas a arriesgarte a salir a la 1AM por las caguamas de tus amigos, te mereces esos 30 pesos que sobraron. Piénsalo, 30 pesos no es mucho, es una comisión por los peligros a los que te expones. No importa si estás con tu mamá un domingo y te manda por la coca (refresco) y las tortillas y sobraron, digamos, cinco pesos. Esos 35 pesos podrían salvarte el pellejo esa última noche y mañana antes de que te llegue la quincena. Con eso te alcanza para comprarte dos tacos de esos que venden en el puesto de la esquina y hasta para un refresco. O para comprar un Ottogi o un ramen de Maruchan acompañado de unas verduras. O un chupe barato de esos que venden en el Oxxo, yo que sé. Ahora que si te ofreces a hacer más de un par de mandados y revisas todas las bolsas de tus pantalones y tus mochilas, hasta podrías juntar lo suficiente para ir al súper. Lo cual me nos lleva al siguiente punto.

Ve al súper y prepara la comida de una semana

A veces, en vez de buscar cómo sobrevivir sin dinero un par de días, tenemos que sobrevivir una semana entera. Para estas épocas de escasez, lo mejor que puedes hacer es ir al súper y comprar comida suficiente para toda la semana. No es tan difícil como suena, en serio. Un poco de fruta para el desayuno, lechuga y pasta para la comida, un par de latas de atún, arroz y otras verduras son más que suficientes si te sabes administrar. Cuando te canses de los mismos platillos, puedes mezclar sobras de comida y hacer cosas asquerosas y deliciosas, como un sándwich de pollo rostizado con chilaquiles. Esa es mi técnica porque soy inútil y nunca aprendí a cocinar pero sé que tú puedes hacerlo mejor que yo. Y si no, por favor ignora esto y sáltate al siguiente punto.

Ve a ver a tus papás

Puede que a tu papá le valgas verga pero a tu mamá no. Siempre que vayas con ella, puedes estar seguro de que te va a alimentar después de decirte lo flaco y pálido que estás. Y no sólo eso, tu mamá te ama y te conoce, y justo porque te conoce te va a poner itacate. A veces las mamás llegan a extremos, como la mía. Además de la comida en tuppers, siempre me pone una bolsa con sal, limones partidos, tortillas, servilletas y tenedores. No sé si es porque me ama demasiado o porque sabe lo frita que soy. En fin, ya que fuiste a gorronearle a tus papás, no seas un cerdo malagradecido y pasa tiempo con ellos.

Foto por Francisco Gomez, utilizada originalmente en el artículo de ' Los lujos gastronómicos de los presos en la Ciudad de México '.

Pídele fiado a tu dealer

Tu dealer seguramente sabe lo que es no tener dinero y es muy probable que te fíe. Pero claro, para eso debes ser un buen cliente y amigo. Pero para llegar a este punto, tienes que irlo trabajando. ¿Apoco crees que le va a fiar a cualquiera? Cuando le pidas algo, invítalo a la fiesta a la que vas. Si le compras mota, invítale un toque y dile que se quede a jugar un rato Xbox contigo. Son gestos simples que a la larga te van a dejar grandes recompensas.

Según dicen, otra medida desesperada a final de quincena es reunir a la banda y organizar una vaquita para pedir un perico de mil pero en vez de pedir eso, pides uno de 500. Así ya tienes 500 pesos extra de la nada. Si te pones pilas, puedes hacerlo dos veces y vivir como rey esos últimos tres días antes de que caiga la quincena.
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Cógete a tu chic@ hasta que ya no le queden ganas de salir

Se supone que hay muchas cosas que hacer con tu pareja cuando no tienes dinero, como ir al museo, a fajar en Chapultepec (o en su defecto, al parque) o a comer con cupones de 2 x1 en Burguer King. También puedes aplicar la Netflix & chill pero, seamos honestos, eso lo haces siempre, tengas dinero o no. Y está bien, no conozco a nadie que no le guste andar chido, acostado en su cama con su morr@ viendo Narcos y dándose un toque. Pero esto va más allá. Tienes que ponerle ganas. ¿Te acuerdas como te l@ cogías cuando empezaban a salir? ¿Te acuerdas como quedaban de verse en tu casa y en vez de ir a donde tenían planeado se quedaban pegados todo el día? Bueno pues así, hasta que arda. Una, dos, tres, cinco veces. El objetivo de todo esto es lograr que esté feliz de quedarse contigo todo el día en casa y que no te vea como el jodido tacaño que eres. Además, después de la cogedera les va a dar mucha hambre y puedes aprovechar para que te ayude a comer los experimentos que hiciste con las sobras de toda la comida que te dio tu mamá. Sigue a Daniela en Twitter.