FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Razones por las que es imposible echar un polvo estando de gira

He estado de gira una gran parte de mi vida y jamás he visto a un solo miembro de un grupo conocer a alguien en un bolo y mojar el churro esa misma noche. Ya sé qué estáis pensando: que debo ser un cardo y que solo he estado de gira con tíos feos, pero...

Los Rolling en los años 70, cuando aun era posible pillar cacho cada noche.

Si alguna vez has estado de gira, algún tipo medio borracho te habrá acorralado fuera del bar y obligado a contarle los trapos sucios y los picos de la vida del viajante. Puedes imaginártelo susurrándote y escupiéndote en el oído: "Venga, cuéntame como es de verdad la vida de carretera? Ya sabes…las groupies. Apuesto a que estáis dale que te pego cada noche, ¿verdad?”

Publicidad

La respuesta concisa es… No. No lo estamos. A no ser que seas un rapero, o un bebedor empedernido homosexual, o que estés en una banda como Led Zeppelin y tengas un roadie para que haga el trabajo sucio mientras le metes un tiburón por el coño a tus grupies, tus oportunidades de copular se reducen a casi cero cuando estás de gira. Ya sé que suena estereotipado, pero en cierto modo, es verdad.

He estado de gira una gran parte de mi vida y aunque esto sorprenda a los salidorros ahora leyendo -un momento, ahí va- jamás he visto a un solo miembro de un grupo conocer a alguien en un bolo y mojar el churro esa misma noche. Ya sé qué estáis pensando: que debo ser un cardo y que solo he estado de gira con tíos feos que no sabrían diferenciar un serio caso de lanzamiento de caña ni aunque les pescaran los huevos. ¡Pero no es el caso! Hay una serie de condiciones en juego cuando estás de gira que hacen que sea casi imposible pegar un polvo después del bolo. Y aquí os doy algunas razones:

TE SUDA EL CULO

Aquí tenéis una buena viñeta. Te despiertas en el suelo a las 6 de la mañana  y te subes a un autocar de mierda para 15 personas, donde procedes a pasar las próximas 13 horas sin ducharte ni parar excepto para comer sándwiches de queso y Dr. Pepper en algún bar de carretera. Te fumas pitis baratos uno tras otro y en la visita al baño en la estación de servicio para evacuar no sale nada como esperabas. Llegas al evento, cargas un par de guitarras de 50 kilos y unos amplis, cenas comida mexicana malísima y tocas durante 40 minutos bajo luces abrasadoras. Al final de la jornada todos estos elementos se combinan para hacer de tu trasero tal pocilga que cuando tu presa se encuentra a 3 metros ponga cara de Fary comiendo limones.

Publicidad

NO PUEDES FOLLAR EN LA FURGO

Igual piensas que sí puedes, pero qué va. Aunque consigas convencer a una plebeya de que se ponga al lío en el suelo de la furgo, que está guarrísimo, convertir el vehículo en el Picadero Móvil es la mayor tocada de cojones que puedes hacerles a tus compañeros de viaje. Y si crees que puedes echar uno rapidito mientras no están, vas por mal camino. La furgo está infestada de envoltorios y botellas de bebidas energéticas, escondites perfectos para ese condón perdido o ese chorro de descarga. A la mañana siguiente, cuando el cantante encuentre el regalito, serás inmediatamente exiliado de cualquier actividad y te quitarán tu paga semanal.

HAY QUE DESCARGAR EL EQUIPO

Esto es un gran problema. Está el momento glorioso de causar una buena primera impresión y ese momento es justo al bajar del escenario. Tu polvo de una noche te acaba de ver a ti y a tu banda vomitar vuestras entrañas artísticas y ahora mismo posees ese aura sexual irresistible que hace imposible que no te desee aquí y ahora. Pero justo cuando entras en el flow, el bajista nuevo que habéis pillado asoma su cara asquerosa y te recuerda que es esa temida hora de la noche: a cargar el equipo.

Noche tras noche esto aniquilará cualquier posibilidad que tengas de meter el basilisco en la Cámara de los Secretos. Si intentas escaquearte será cuestión de tiempo de que te conviertas en "ese tío", y créeme, hay uno en cada grupo. Después de cargar, normalmente te tomas una copa más y a conducir de vuelta a donde sea que os estéis quedando. ¿Vas a perder tu única manera de volver? Estás en medio de quién sabe dónde y os largáis muy temprano. Lo mejor que puedes hacer es echar una miradita lánguida y ardiente a la churri en cuestión y conseguir su número de teléfono, o en su defecto también puedes pegar un kiki guarro en el párking.

Publicidad

TIENES PAREJA

Cada componente de un grupo siempre tiene un novio o una novia esperando en casa. Incluso los que parece que no. Y además echan de menos muchísimo a esa persona. Cuando pasas gran parte de tu tiempo sentado en una furgo y llevando trastos de un lado para otro, la idea de hacer la cucharilla en casa, pedir comida tailandesa y hacer unos petas viendo Jesus Tour-era Klaus Kinski se convierte más que en una agradable alternativa: se convierte en tu jodida religión. Otro mito del rock&roll tirado por los suelos: Hay más músicos lloriqueando después del bolo que pasándose por la piedra a cualquier groupie.

SI ERES TÍA, ESTÁS HARTA DE ELLOS

Lo peor es ver a tristes a las muchachas. Si eres tía y tienes un grupo de música, estás viajando o trabajando con tíos continuamente. Y los tíos que curran en estos eventos generalmente no son los típicos diseñadores gráficos con su cárdigans que saben hacerte un té. Suelen ser ex-componentes de bandas, escoria que ha tocado fondo y encontrado trabajo de técnicos de sonido, de luces, o (lo peor de todo) patrocinadores.

Al final de la segunda noche estás tan hasta el coño de estos desgraciados que buscas apoyo emocional en tu compañeros, lo cual es una idea terrible. Los tíos están en sus peores condiciones cuando están de gira, van pasando las semanas y se transforman en bebés adultos que eructan y se tiran pedos y sólo saben hablar en lenguaje no verbal. El 80% de las conversaciones son sobre sus excrementos, y el otro 20 % sobre la tía que se intentaron pillar la noche anterior. Esto hará que te arrepientas de no haber terminado tus estudios de diseño en vez de meterte en esta inhumana profesión. Esta es la razón de que se compren tantas revistas de chicas estando de gira.

Publicidad

LOS TICKETS DE CONSUMICIÓN PARA CERVEZA DE MIERDA

Estar de gira es una cosa. Emborracharte todo lo posible y lo más rápido posible para luchar contra el aburrimiento amenaza con convertirte en un adolescente balbuceante justo antes de salir al escenario. Esto significa que los músicos tienen unos principios de mierda sobre los alcoholes que se meten en el cuerpo.

Pillar todas las latas que quieras puede darte la sensación de haber besado el santo, pero la realidad es que si has llegado a este punto ya no eres un sucio indigente, sino lo siguiente. Pero la persona con la tratas de acostarte está en su lugar de residencia, y prefieren beberse algo de más calidad y acabas usando todos los tickets de consumición en dos tragos, lo que deja a tu cita sobria y preguntándose qué hacer.

El autor que pasó de no pillar cacho de gira a no pillar cacho en el trabajo.

TIENES OTRO CURRO

De joven nunca me di cuenta de que la mayoría de artistas también tiene otros trabajos. Esto implica mentirle a tus jefes para parecer un ciudadano respetable en vez de un vagabundo nómada, lo que requiere cierto grado de aguante físico que no pensaba que tuviera nadie más que los baterías. Pasa mucho que después del bolo hay que ir a buscar un sitio con internet para copiar archivos de tu curro de freelance en una revista. Jugar a médicos con una borracha local no está en tu lista de prioridades. Así fue como entré en VICE: no pillando cacho estando de gira.

Follow Ben on Twitter  @b_sh