Me parece curioso que el nombre tattoo venga de la cultura samoana, donde los polinesios marcan sus cuerpos con tintura para establecer jerarquías en su sociedad. Pensar en eso me hace entender que si el skate viene del surf y a su vez el surf viene de la cultura samoana, los tatuajes también son parte del skateboarding.
El arte de tatuar podría ser el ritual de creación más íntimo entre una idea y nuestra realidad. Los egipcios usaban el dolor para fines terapéuticos y quizá así es como también funciona el skate. ¿Será que también por esto seguimos el ritual de caernos levantarnos y disfrutar este momento?
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El ritual del surf se practicó en Polinesia, donde los samoanos montaban las olas del Pacífico para regresar a sus casas tras haber luchado contra el mar en una larga jornada de pesca.Otro aspecto del tattoo en esta cultura fue también parte fundamental de su estructura social: los tatuajes significan pegarse o rasparse dos veces en el mismo lugar, según su método tradicional para tatuar.
Por lo tanto el skate, el surf y los tatuajes tienen una relación muy estrecha entre sí. Actualmente el tatuaje puede verle sólo como una cuestión estética, pero tus tatuajes hablan de quién eres.
Cuando comienzas a patinar, incluso antes de ser mayor de edad y hacerte responsable de tus locuras; caerte, rasparte y tener cicatrices de tus accidentes es un trofeo estético que marca el inicio de tu vida sobre una patineta.
Hay tattoos de skate que simulan las líneas de la escuela japonesa de tatuajes Yakuza, que nació de tapar los tatuajes que marcaban a los individuos como criminales. En aquellos tiempos si cometías una falta te marcaban con tatuajes, pero los yakuzas se tatuaban sobre estas marcas y hacían un escudo visual para no ser reconocidos.
Nuestra historia sería como hablar de rock and roll y tattoos. Los tatuajes y el skate siempre se han relacionando porque la final estamos marcados, la sociedad misma tatúa estas líneas que nos diferencian y nos dividen, no es lo mismo estar tatuado y caminar por la calle a estar tatuado y deslizarte en tu patineta por la calle; nuestras líneas son lo que ves, y nuestros colores son nuestra vida.
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