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Cultură

Santos Disfraces

A los católicos mexicanos les encanta jugar a las muñecas con el hijo de dios

V

estir figuras de acción del Niño Jesús es una de las actividades favoritas de los católicos mexicanos durante la temporada de Navidad. Oficialmente, la Iglesia Católica sólo aprueba ciertos vestuarios, como el del Niño Divino, el Buen Pastor y el Santo Niño de Atocha. Todas estas versiones representan al Niño Jesús, pero se visten diferentes para rezarles por favores específicos o para resaltar distintas virtudes. Pero en años recientes, esta antigua tradición ha evolucionado de un glamour obscuro a un pop urbano, lo que ha llevado toda clase de parafernalia religiosa al siguiente nivel, algo que ha escandalizado a los representantes de la Iglesia. Hoy en día es de lo más normal toparse con muñequitos de cerámica del Niño Jesús vestidos con pijamas, ropa de cirugía (onda George Clooney en ER), prendas reales y hasta atuendos de guerrero azteca.

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NIÑO FUTBOLISTA. A la mayoría de los mexicanos les encantan dos cosas: el futbol y la religión. Naturalmente, muchos le rezan al Niño Futbolista durante los penales, los tiros de esquina y cada que necesitan un milagro en la cancha. Es tan popular que lo tienen en exhibición todo el año en la Iglesia de San Miguel en la Ciudad de México.

Adorar al Niño Dios es una tradición europea traída a México por los españoles hace más de 400 años, y que campechanearon con algunas tradiciones prehispánicas. En muchos hogares mexicanos hay pequeños altares a lo largo de todo el año; ofrendas con incienso, velas y dulces para el Niño Jesús, pero la adoración alcanza su auge durante las fiestas de diciembre. En la víspera de Navidad, las familias se reúnen alrededor de su nacimiento para colocar la figura del Niño Jesús, donde se echa una buena siesta hasta el 2 de febrero, día de la Candelaria, cuando lo llevan a la Iglesia. La tradición requiere que el Niño Jesús use un vestido nuevo cada año, para que pueda ser bendecido y siga con todo su rollo santo otros doce meses. Así que vender muñecos del Niño Jesús, vestidos y accesorios, también es un buen negocio.

Puedes encontrar muñecos de Jesús en todos tamaños, poses y hasta en distintos colores de piel. Los hay sentados, acostados, con su cabeza sobre un cráneo, vestidos de enfermeros, con pijamas, recién nacidos, de príncipes, de San Judas, de huichol, de Juan Pablo II; lo que quieras, siempre y cuando tengas la lana, lo puedes vestir a tu antojo. Hay hasta pequeños maletines de doctor, zapatos y pañales para los más exigentes.

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Doña Lupe, una de las fabricantes de ropa para el Niño Jesús en la Ciudad de México, dice que el mercado de la moda para el Hijo de Dios está creciendo. En sólo siete años, su compañía pasó de ser un puesto en la calle a un negocio establecido. “Fabricamos todos los disfraces durante el año y, durante esta época (diciembre a febrero), nos dedicamos a venderlos. Envío los productos a todo el país, a lugares como Matehuala, Monterrey y Oaxaca. Hasta tengo un nuevo cliente en Denver”, dijo. Pero tener un Niño Jesús no tiene nada qué ver con dinero. La forma apropiada de tener uno es recibirlo como un regalo. La persona que te lo da se convierte en su madrina o padrino por lo siguientes 36 meses, y tiene que conseguirle la ropa adecuada para cada ocasión. Hay unas reglas de vestido obligatorio para los primeros tres años. El primer año, el recién nacido lleva un traje tejido blanco; el segundo, va disfrazado de ángel, con todo y alas doradas; y el tercero, es como su graduación y tiene que usar una bata celestial blanca, que lo hace ver como Lucy en Drácula de Bram Stoker antes de que la apuñalen en su tumba. Después del cuarto año, los padrinos ya pueden descansar y tú puedes empezar a disfrazar al Niño Jesús de acuerdo con tus rezos.

Sin embargo, la gente no sólo venera al Niño Dios en casa y durante la temporada decembrina. Hay un montón de Iglesias, en especial en la Ciudad de México y sus alrededores, que han adoptado imágenes particulares del Niño Jesús, a las que la gente venera todo el año. Una iglesia en Tacuba tiene al famoso Niño Futbolista, quien es en realidad el Santo Niño de los Milagros, pero que hoy en día trae puesto el uniforme oficial de la selección mexicana de futbol. Los fans apasionados le rezan a este Niño, en especial durante los Mundiales, pidiendo que México gane la copa (un verdadero milagro). En la colonia Santa María la Ribera, el Niño Limosnero está vestido como un indigente y se supone que hace favores relacionados con el dinero y la fortuna. Uno de los más recientes en Puebla, el Santo Niño Doctor de los Enfermos, está vestido como un médico general de los sesenta (todo de blanco); viene con todo y estetoscopio en el cuello. Los enfermos graves le rezan para curarse. Este Niño no debe ser confundido con el Niño Cirujano, a quien le rezan para guiar la mano de los doctores durante las cirugías.

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Uno de los más interesantes es el Santo Niño Cautivo, que vive en a la Catedral de la Ciudad de México. La figura fue enviada desde España durante la Colonia, pero el barco en el que viajaba fue capturado por piratas y no fue liberado hasta 1622. Solía ser el santo patrón de los alcohólicos en recuperación, pero desde 2000, debido a la creciente violencia en el país, se convirtió en el santo patrón extraoficial de las víctimas secuestradas. En la Iglesia de San Bartolomé, donde se venera al Santo Niño Jesús, conocimos a Fray Pedro, un sacerdote de ochenta y tantos años, quien —bastón en mano— concluye: “lo que importa no es la imagen, sino el amor que mostramos; eso es lo que nos hace seguir adelante. Ya que Dios lo es todo y Dios es amor, entonces le rezamos al mismo amigo de siempre… Tomemos a Santo Santiago, por ejemplo”, continuó. “Durante la ocupación árabe de España, los españoles lo vestían de caballero para encontrar inspiración y valentía con su imagen. La Virgen María está vestida y tiene un nombre distinto en otros países. Hasta la imagen de Jesús en la cruz es diferente. ¡Fue crucificado desnudo! Le ponemos ese trapo en la cintura por puro pudor”, dijo.

Para Doña Lupe su profesión es un arte, y mientras la gente quiera seguir vistiendo a su Niño Jesús, ella seguirá haciendo nuevos vestidos. Después de todo, “todos quieren a un Divino Niño Jesús en su hogar”, dijo.

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NIÑO DE LAS SUERTES. Los padres de niños desaparecidos le rezan a esta encarnación del Niño Jesús, con la esperanza de que despierte por las noches y salga a las calles a buscar a los pequeños. Está en un altar todo el año en el Convento de San Bernardo en Xochimilco.

Doña Lupe, afuera de su tienda Trajes Tejidos y Bordados Lupe (trajesteidoslupe.com.mx), en el centro de la Ciudad de México. Está abrazando a su figura favorita del Niño Jesús.