Cantar canciones tristes con fotografías

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Viajes

Cantar canciones tristes con fotografías

Paisajes bajo la batuta de Richard Hugo.

Nota del editor: hicimos un experimento y le preguntamos a Bryan cuál sería la mejor canción para ver estas imágenes. Nos sugirió ésta:

My Shepherd Will Supply My Needs by John Fahey on Grooveshark

La nueva serie fotográfica de Bryan Schutmaat, Grays the Mountain Sends, es increíble. Las imágenes muestran regiones desoladas y comunidades aisladas en el oeste estadunidense con un toque de destreza y un ojo sensible. Sus paisajes son afirmaciones emocionales, y sus retratos te obligan a pensar en las vidas de esas personas. Mientras observas las imágenes y la secuencia, empiezas a sentir que escuchas una historia, una cuyo arco narrativo nunca entenderás. Esto es cosa seria, amigos. Quedé impresionado con su trabajo, así que decidí tener una plática con el hombre en las montañas.

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VICE: ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en este proyecto? Parece que abarcaste mucho terreno.
Bryan Schutmaat: Sí, las fotos fueron tomadas a lo largo de todas las Rocallosas. Fotografíe todo en el transcurso de un año y medio, pero el tiempo que pasé viajando y en los pueblos con mi cámara fue muy breve.

¿Cuánto tiempo dirías que estuviste viajando, tomando fotos?
Es difícil saberlo. Los viajes fueron intermitentes y de distinta duración. Creo que el más largo duró poco más de tres semanas. Ese fue mi viaje más ambicioso.

¿En ese momento vivías en Brooklyn?
No, estaba en Bozeman, Montana y Houston, Texas. Haber vivido en Bozeman durante un tiempo definitivamente me acerco más a mis objetos de estudio.

Sí, eso suena mucho más fácil que vivir en la Costa Este. ¿Cuál fue tu proceso? En términos del día a día, ¿simplemente manejabas y fotografiabas las cosas conforme se te presentaban?
Básicamente. Manejé mucho, divagué por lugares, entré a bares, intenté conocer a nuevas personas, y demás. Los cafés también. Tomé mucho café malo durante este proyecto.

Como fotógrafo, ¿te sientes atraído al camino? ¿Sientes la necesidad de viajar, igual que Robert Frank o Stephen Shore?
Por supuesto, acabo de hablar con un amigo sobre viajar y cómo eso ayuda con tu fotografía. Cuando estás de viaje en lugares desconocidos, es como si tus sentidos se agudizaran. Además, hay una sensación de espacio y libertad que puede ser muy reconfortante. Todos esos clichés.

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Parece que eres parte de la línea de fotógrafos estilo Alec Soth, en tanto observas tus alrededores y tomas fotos de paisajes, pero también conoces personas y aprendes de ellas. ¿Cómo conoces a estas personas? ¿Simplemente les platicas y eres amigable?
Sí, claro. Voy a un pequeño pueblo minero y paso un rato en el lugar. Después de algún tiempo, te encuentras con alguien que podría servir para un buen retrato. Hablo con esas personas sobre las industria local, la comida del pueblo, política, el clima, cualquier cosa. Aunque hubo ocasiones en las que simplemente iba directo con las personas y les pedía permiso para tomar su retrato, esto cuando la luz era la indicada, o cuando el escenario social no llevaría a ningún lado.

¿Y las personas eran receptivas?
Algunos, sí. Creo que otros fotógrafos que toman fotos de extraños tienen mejor suerte que yo, porque creo que la mitad de las personas a las que quise fotografiar me dijeron que no. Pero esto quedó compensado por el número de personas que conocí y que eran increíblemente amables, que se sentaban frente a la cámara y me regalaban su paciencia, generosidad y buenas intenciones.

Quería hablar del poeta, Richard Hugo. Leí que su trabajo, en especial el poema “Degrees of Gray in Philipsburg”, fue una gran influencia en este trabajo. Después de leer ese poema, sentí que veía las fotos bajo una nueva luz. ¿A qué grado crees que su trabajo influyo esta serie?
Fue una influencia sustancial en el proyecto, y en las fotos hago referencias directas al poema. Pensaba en el fantasma de Richard Hugo como mi copiloto. Sin embargo, creo que hay grandes diferencias entre el poema y las fotos. El poema fue mi plataforma de despegue. Tomar estas fotos me hizo salir al mundo, pero en el camino aprendí que lo que quería expresar no era lo mismo que lo que Hugo quería expresar. Yo no quería adaptar el poema como si fuera una especie de guion, así que incluí mi propia voz.

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Me encantó escucharlo hablar sobre la cabeza de carnero en la burbuja de plástica y después ver tu fotografía de eso.
De hecho, en el poema era una cabra [risas]. El carnero estaba del otro lado del bar. Pero era el mismo bar.

Me alegra que sigan ahí, y que el bar siga ahí. El poema le daba una sensación casi de desesperanza a un pueblo ya por sí deprimido. ¿Esa era tu intención? También me di cuenta que todas las fotos parecen estar tomadas en una especie de clima helado, otro elemento de soledad.
No quería hacer que nadie se viera desesperanzado. Ni siquieraDegrees of Gray in Philipsburg está completamente desprovisto de esperanza. Sin embargo existe esta sensación de abatimiento en las fotos y, hasta cierto punto, eso va de acorde al tono del poema. Supongo que sólo estaba cantando una canción triste con fotos. Y sí, muchas de las fotos fueron tomadas a bajas temperaturas, nada excepcional, pero demasiado frío para un texano como yo. Esto no fue intencional; lidiar con el clima es parte de la vida en el oeste.

Desesperanza es una palabra fuerte, pero definitivamente hay algo de tristeza.
Sí, definitivamente.

Acabas de terminar tu maestría en arte. ¿Qué sigue?
Estoy pensando mucho en mi siguiente proyecto, pero todavía no empiezo. Por ahora, voy a trabajar en Nueva York, pero imagino que regresaré a Texas en algún momento, más cerca de las regiones del país que me gusta fotografiar.

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Suena perfecto. Vive el sueño, hermano.
Gracias. Eso intento.

Puedes ver más trabajos de Bryan, aquí.