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Dra. Dentone: Ahora estamos en la llamada fase de impacto, en la que ofrecemos asistencia a las personas en los centros médicos avanzados o en los hospitales de campaña y a los heridos que han sido trasladados a otros centros. También es muy importante dedicar tiempo a asistir a los propios servicios de rescate las llamadas víctimas de tercer nivel, que también son susceptibles de sufrir traumas.No olvidemos que en circunstancias como esta, los voluntarios de rescate suelen ser civiles de la zona afectada que posiblemente han decidido volcarse en la ayuda a las víctimas, pese a que ellos mismos también lo son de un modo u otro. Nuestros voluntarios están en las calles para asistir a cualquiera que lo pueda necesitar.¿En qué condiciones han encontrado a las víctimas del terremoto? Aunque todavía no has viajado a la zona afectada, por experiencia sabrás qué elementos son propios de este tipo de traumas.
Teniendo en cuenta que es muy reciente, estas personas acaban de vivir algo que nunca habrían imaginado que verían, algo que no solo las ha asustado y aterrorizado, sino que ha minado todo sentimiento de seguridad que pudieran tener. Se ven dominadas por la desesperación, el miedo y la angustia. También es cierto que hay personas que intentan movilizarse pese al dolor para participar en las tareas de rescate.
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Digamos que en un primer momento hay que actuar según dicte la emergencia, así que lo primero que hay que hacer es ayudar a las víctimas a reunirse y, si ha muerto alguno de sus allegados, ofrecer asistencia para la identificación de los cadáveres.Solo después, cuando la situación se haya estabilizado, podemos ofrecer asistencia personalizada para garantizar que todo el mundo disponga de las herramientas necesarias para procesar la experiencia traumática y evitar la aparición de otras dolencias derivadas de esta. En todas las fases, es especialmente importante proporcionarles toda la información necesaria para que puedan contactar con nosotros y gestionar su propia experiencia emocional.Respecto a las experiencias traumáticas, ¿qué consecuencias a largo plazo podría tener una catástrofe como esta?
Las más destacables son las asociadas al trastorno de estrés postraumático. De hecho, la psicología de emergencias y desastres surgió a partir de las investigaciones llevadas a cabo tras el bombardeo de Oklahoma City y en los veteranos de la guerra de Vietnam. Allí se descubrió que la incapacidad de procesar determinadas experiencias provoca una situación de desequilibrio emocional constante. Este proceso puede iniciarse muy pronto, por lo que nuestra intervención inmediata va dirigida a evitar que ocurra.
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Las principales diferencias dependen del número y el tipo de personas afectadas y del número de personas pertenecientes a grupos vulnerables, es decir, las que más protección necesitan: ancianos, víctimas, enfermos crónicos y niños que han quedado huérfanos. En un terremoto, estas cifras suelen ser más elevadas que en el caso de un accidente como el de Puglia. Aquí la prioridad es la gestión de recursos, como pasó en L'Aquila.¿Cuánto tiempo pasáis trabajando en una zona catastrófica, como en el caso que mencionabas, de L'Aquila?
La psicología de emergencias se llama así precisamente por eso, porque trabajamos con emergencias. El objetivo principal es normalizar la experiencia y asegurarnos de que todo el mundo vuelva a ser dueño de sus recursos y pueda colaborar en la reactivación de su comunidad. Intervenimos en los momentos más difíciles, porque muchas veces hay voluntarios en nuestra profesión que son a la vez víctimas. La duración de las acciones varía y se decide en colaboración con Protección Civil y los centros de asistencia sanitaria. Depende de la gravedad del desastre y del grado de destrucción.Una de las particularidades de los terremotos es que las víctimas se enfrentan a un futuro incierto. ¿De qué forma devuelven las organizaciones la esperanza a estas personas?
Mediante hechos y ofreciendo seguridad, por banal que suene. Es lo que la gente espera. Al principio, tener la seguridad de que las ambulancias están de camino y de que no están solos en esto.Supongo que saber que en catástrofes similares como en Aquila las instituciones se han desentendido puede afectar negativamente a la psique de las víctimas.
Puede aumentar mucho la sensación de miedo y afectar a la víctima muy negativamente. Ni que decir tiene que todos los que trabajan en Protección Civil y en nuestra asociación, todos profesionales voluntarios, procuramos siempre ser de la máxima utilidad. Respecto a los demás, solo nos queda esperar lo mejor, como todo el mundo.Traducción por Mario Abad.