La Feria del Libro de Arte en Nueva York del pasado fin de semana fue increíble, extraña, enorme, desgastante y, por lo que vi en Instagram, todos estuvieron ahí. Abarcó más de tres pisos del PS1 en Queens, así como una carpa bajo la lluvia en el exterior. La feria estuvo repleta de libros pequeños y objetos extraños.Noté la tendencia de algunos fotógrafos a crear libros con fotos de un solo sujeto específico, como manchas de aceite o botes de basura, lo cual puede llegar a ser chistoso, pero sólo en raras ocasiones. Alguien decidió apagar el aire acondicionado, así que se empezó a sentir como si estuviéramos encerrados en el gimnasio de la escuela, pero la gente lo pudo soportar.
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Había tanto que ver y tantas personas con las cuales platicar (muchas de éstas de origen escandinavo) que incluso si estuviste presente, seguro te perdiste de algunas cosas. Échales un ojo en las fotos de arriba.