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Trump y Clinton arrasaron en el Super Tuesday, pero, ¿qué significa eso?

Que Trump está más cerca de la presidencia.

El Super Tuesday —el día más importante de las primarias en Estados Unidos— ya tiene a sus dos claros y aplastantes ganadores, los dos candidatos que, con toda seguridad, lucharán por conquistar la presidencia de Estados Unidos el próximo 8 de noviembre. Donald Trump derrotó a Ted Cruz y a Marco Rubio en el lado republicano, mientras que Hillary Clinton devoró a Bernie Sanders en el de los demócratas.

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El día de ayer, martes 1 de marzo, 12 estados —además de los demócratas del extranjero— fueron convocados a las urnas por el lado de los demócratas; mientras que 11 lo hicieron del lado republicano. De ahí la importancia del Super Tuesday.

Clinton y Trump lograron imponerse en siete estados. Sólo este martes, los demócratas eligieron a 1,017 delegados —el 20 por ciento del total—, mientras que los republicanos nombraron a 595 —una cuarta parte de los que se encontrarán en julio en la convención republicana de Cleveland, cuando presumiblemente Donald Trump será investido como candidato republicano a la presidencia.

MARTES SUPER TRUMP

Trump se llevó la victoria en Arkansas, Alabama, Georgia, Tennessee, Virginia, Vermont y Massachusetts. Su victoria, tan aplastante como perturbadora, dejó a sus competidores prácticamente fuera de juego. Ted Cruz, la gran esperanza de los conservadores para batir al monstruo de la construcción, solo ha logrado ganar en Texas, su estado, en Oklahoma, el estado vecino, y en Alaska. El tercero en discordia, Marco Rubio, sólo pudo imponerse en Minnesota.

Trump sumó otros 203 delegados a su cuenta particular, que ya alcanza los 285, muy por delante de su contendiente más cercano, Ted Cruz, quien tras los 143 delegados cosechados ayer, suma un total de 160. Marco Rubio se volverá a casa con 87 delegados, una cifra insuficiente que le deja a años luz de la carrera, aunque prometió que no se va a rendir. Para conquistar la investidura republicana son necesarios 1.237 delegados, una cifra que sólo Trump parece en disposición de alcanzar.

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El xenófobo multimillonario se ha impuesto en estados de naturaleza muy variopinta: Alabama no es Massachussets o Virginia. Trump, exultante, celebró su victoria desde Palm Beach, en Florida, desde donde no dudó en autoproclamarse como el "unificador" de su país. Los medios de comunicación estadunidenses hicieron alarde de su escaso ingenio y repitieron al unísono el mismo titular: SuperTrumpDay.

Trump ya tiene claro que el auténtico combate electoral que le queda por delante no será contra ningún republicano, sino contra la candidata demócrata Hillary Clinton. "Ahora que el día ha terminado, sólo hay una persona a la que me quiero dirigir: a Hillary Clinton", declaró Trump desde Palm Beach. De momento los sondeos apuntan a que si la batalla Trump VS Clinton se celebrara hoy, la victoria caería del lado de la candidata demócrata holgadamente.

Por su parte Ted Cruz tiene claro que ya es el único candidato que podrá competir con Trump, aunque parece muy improbable que le pueda dar batalla. Cruz opinó que la previsible victoria de Trump será: "un desastre para todos los republicanos, para todos los conservadores y para la nación entera", según declaró desde Stafford, en Texas.

Marco Rubio, por su parte, se sigue aferrando a una carrera que ya le ha sugerido que no tiene casi nada que hacer —sin embargo, y pese a imponerse únicamente en Minnesota, el tercero en discordia no quiere dar su brazo a torcer. "Los expertos dicen que somos los extranjeros. Y yo lo acepto. Siempre fuimos extranjeros de nuestras vidas. Somos una comunidad de gente llegada de fuera. Y somos un país de extranjeros, y vamos a ganar", aseguró Rubio tras su incontestable derrota.

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HILLARY

Hillary Clinton, por su parte, venció en Texas, Arkansas, Tennessee, Alabama, Georgia, Virginia y Massachusetts —los estados más ricos en delegados. Por su parte, Bernie Sanders, de 74 años, se ha impuesto en Colorado, Oklahoma, Minnesota y en Vermont, su fortaleza.

Como ya publicó el New York Times, Clinton recibió este martes el apoyo de las minorías, en especial de los afroamericanos cuyo voto será determinante no sólo de cara a su victoria en las primarias, sino también en noviembre, durante las elecciones a la presidencia.

Clinton celebró su victoria desde Miami con una alusión a Donald Trump, ya que sabe que después del Super Tuesday, el futuro líder de Estados Unidos se decidirá entre ella y el multimillonario. "Estados Unidos nunca ha dejado de ser grande", proclamó la demócrata, en una directa referencia al lema de la campaña de Trump que no ha sido otro que "Hagamos a Estados Unidos grande otra vez".

Bernie Sanders estimó que todavía le queda un largo camino por delante, después de ser ampliamente derrotado. El candidato demócrata continúa en carrera bajo el precepto de que, en rigor, la elección todavía no está definida. Sanders se aferra al voto de los jóvenes, tras descubrir que el 71 por ciento de los jóvenes de entre 17 y 29 años de Minnesota votaron por él.