Fotos de Bielorrusia

Bielorrusia es un país casi perfectamente dividido entre Oriente y Occidente. En la parte oriental Rusia conserva una fuerte influencia. El 70 por ciento de la gente en Bielorrusia habla ruso en vez de bielorruso. Al traducir "Bielorrusia" como "Rus blanca" o "Rusia blanca", es evidente la forma tan profunda en que el país se identifica con su nombre. Al Occidente se encuentra la frontera con los países de la UE como Polonia, Lituania y Letonia. Lo lazos con estos vecinos no son insignificantes y en la época medieval los duques una variante debielorruso antiguo.

Pero con la guerra actual al sur de Ucrania, la frontera de Bielorrusia con sus vecinos europeos parece un nuevo Muro de Berlín ya que Rusia se está aislando a un grado que no se había visto desde la Guerra Fría. Este año, el presidente bigotón de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, supervisó las negociaciones de paz entre Rusia, Ucrania y la Unión Europea en Minsk, la capital de su país. No se sabe qué va a pasar en un futuro pero es probable que Lukashenko haya perdido entusiasmo en la política autoritaria soviética y la ostentosidad rusa después de ser testigo de lo que vivieron Crimea y Ucrania.

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Viajé a Bielorrusia hace seis años para sacar fotos del Día de la Victoria, un día para celebrar que los soviéticos vencieron al fascismo y a Alemania nazi. Durante las celebraciones, las calles se llenan de tractores, equipo militar y trabajadores de fábricas que desfilan por la ciudad. Una bandera vieja de la Unión Soviética se puede ver a lo alto de una torre antigua de Minsk. En el parque de temática militar llamado Stalin Line hay una nueva estatua de Stalin y un grupo de hombres vestidos con uniformes soviéticos y nazis recrean la Segunda Guerra Mundial. Los tulipanes rojos, símbolo de la primavera y el rejuvenecimiento de la Unión Soviética, llenan las calles y se entregan como regalo a los veteranos de guerra para agradecerles por sus servicios. La experiencia puede llegar a ser muy confusa. Se siente como si hubieras viajado en el tiempo.

Las cicatrices y las historias de guerra se han vuelto la parte central de un gobierno en busca de una identidad nacional unificadora. Poco después descubrí que en Bielorrusia también se celebran cosas como la Revolución de Octubre y el Día de los Defensores de la Patria. Regresé un año después para fotografiarlas. Sin embargo, los días festivos no son el telón de fondo de mi proyecto, una forma de seguir la cultura nacional mientras busco algo más personal. Estaba buscando una comprensión más profunda de un mundo que debería formar parte del pasado pero se empeña en adaptarse al presente.