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Uganda e Israel intercambian refugiados africanos por armas

Según los reportes, el gobierno de Tel Aviv hostiga y persigue a los migrantes hasta que estos acceden a dejar el país ‘voluntariamente’.

Gideon Saar, el Ministro Interior de Israel anunció que empezará a deportar migrantes africanos de Israel a Uganda.

A principios de este mes, se informó que Israel estaba tratando de intercambiar africanos por armas. O, más específicamente, buscaba lograr un acuerdo con una serie de países africanos que incluiría la repatriación de miles de refugiados africanos a cambio de armas y entrenamiento militar israelí.

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El gobierno de Tel Aviv está deteniendo a miles de solicitantes de asilo político provenientes de África, en las cárceles con la frontera con Egipto. Muchos de ellos corren el riesgo de ser enviados fuera del país contra su voluntad. Al parecer, no es preocupante enviar a los solicitantes de asilo a los regímenes opresivos de los cuales estaban huyendo.

Parece que se llegó a un acuerdo, ya que la semana pasada el Ministro Interior de Israel, Gideon Saar anunció que iba a iniciar el proceso de deportación de migrantes a Uganda.

El gobierno israelí ya tiene relaciones más o menos sólidas con Uganda: actualmente Israel está "trabajando para introducir agrotecnología sofisticada" al país africano. Pero es el ofrecimiento de apoyo a Uganda en materia de armas, entrenamiento, aviones de combate y posiblemente drones­­ que tiene a muchos sospechando que el gobierno está aceptando un acuerdo con Israel.

"Estamos esperando operar en las próximas semanas y meses de una manera que abrirá otra salida para infiltrados en el país", explicó Saar y agregó que también buscan “llegar a acuerdos con más países".

Saharopim, área de detenidos en el desierto de Negy, donde mantienen presos a los refugiados africanos. (Foto cortesía de Karin Keil de Hotline for Migrant Workers).

Alrededor de 40 mil de estos "infiltrados" son de Eritrea, y tratan de escapar de un país con uno de los peores historiales de derechos humanos del mundo. Según un informe de 2012 del Departamento de Estado de EU, en el último año ha habido "homicidios cometidos por las fuerzas de seguridad, al igual que tortura, duras condiciones carcelarias y detención, a veces con resultados mortales. El gobierno obliga a las personas a participar en su programa de servicio nacional, a menudo durante periodos indefinidos. El gobierno también restringió las libertades civiles, incluyendo la libertad de expresión, prensa, reunión, asociación y religión […] Una ONG internacional informó que el gobierno detuvo de cinco a diez mil presuntos opositores políticos sin cargo y tal vez decenas de miles de personas sospechosas de evadir o abandonar el servicio nacional”.

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Estas personas no están llegando a Israel por placer o porque quieran vivir relegados y hacinados junto con los palestinos, sino que realmente están tratando de escapar de la persecución y sobrevivir.

Un originario de Eritrea es Awat Ashbar, que ha estado viviendo en Israel durante seis años. "Si Israel me regresa a Uganda, es como apuñalarme con un cuchillo", le dijo a Haaretz. "Uganda nos enviará a Eritrea. Tenemos mucho miedo ".

Un campo de refugiados de la Naciones Unidas, cerca de la frontera con Etiopia, con miles de eritreos que cada año cruzan la frontera.

Y parece que el plan de desalojo de Saar no sólo se aplica a los detenidos en los campamentos (a menudo por cargos falsos), sino también a los otros 54 mil africanos solicitantes de asilo africanos en Israel. Con lo que el gobierno israelí considera una acción generosa, se paga el vuelo de cada migrante a Uganda, la "integración" a la sociedad y recibe 1,500 de dólares en efectivo.

El gobierno israelí insiste en que los inmigrantes fueron deportados "voluntariamente". Sin embargo, ha habido denuncias de que "voluntariamente", en este caso, se traduce en algo más parecido a "acceder después de la intimidación y presión absoluta". Además, si no toman  la oportunidad de ser enviados de vuelta a una vida de persecución, finalmente serán forzados a abandonarel país contra suvoluntad de todos modos.

En respuesta, varias ONG —entre ellas Amnistía Internacional de Israel— dijeron que: "Durante años, el Ministerio del Interior ha hablado de un acuerdo con un país tercero para comprar los solicitantes de asilo a israelíes a cambio de armas y dinero, y Uganda fue mencionado. Pero resulta que Uganda es un país inseguro y no hay manera de garantizar la seguridad de los que son deportados allí. En marzo pasado, Israel expulsó a un solicitante de asilo de Eritrea a Uganda, y desmintió cualquier acuerdo y lo deportó inmediatamente después de su llegada”.

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Extrañamente, cuando me puse en contacto con David Apollo Kazungu —el comisionado del departamento de refugiados de Uganda— me digo: "No hay tal acuerdo entre Uganda e Israel", y que "Ugandarespeta plenamente y fomenta a que el estado respete los derechos de los refugiados.”

Derecha, Sigal Rozen.

Sin embargo, la negación del gobierno de Uganda sobre el asunto es preocupante, según Rozen Sigal, de la asociación Hotline for Migrant Workers —apoyo a trabajadores migrantes—: "[los gobiernos] niegan la existencia de un acuerdo y no se respetan los derechos humanos en Uganda. [Los solicitantes de asilo] están en peligro".

Los refugiados no saben en qué momento se les mandará a subirse a un avión que se dirigía hacia un nuevo país, o incluso si serán deportados al país del que están huyendo.

Sin embargo, Sigal no tenía esperanza: "Si ellos son deportados, entonces me temo que serán devueltos a su país de origen".