Este artículo fue publicado originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.Cada noche, en el Excalibur Hotel and Casino en Las Vegas, un grupo de australianos se desnudan para el público femenino en un show de variedades integrado por puros hombres llamado Thunder From Down Under. Todos los actores son musculosos pero sus cuerpos difieren, algunos están totalmente depilados y otros muestran con orgullo su vello en el pecho. Se arrancan la ropa al ritmo de "They Don't Care About Us" de Michael Jackson y "Party Rock Anthem" de LMFAO. Y, como buenos feministas, lo hacen por las mujeres.
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"Cuando llegamos, éramos el primer show de variedades integrado únicamente por hombres en Las Vegas con residencia permanente", explicó Mattew, un stripper de 42 años que lleva 16 años presentándose en este espectáculo. "Es para que las mujeres se desahoguen, una opción que los hombres han tenido por mucho tiempo. Es inspirador".Al final de cada espectáculo, uno de los actores sube a una mujer mayor al escenario. Cuando yo fui a ver el show, uno actor llamado Kurt —que también es el presentador— subió a una mujer mayor que traía botas de piel y una playera que decía "CHIC HAPPENS". Empieza a sonar la canción "Pony" de Ginuwine y Kurt se abalanza contra ella, toca sus bubis y ella le hace señas con los dedos. Kurt le da un beso francés, toma su mano y la pone sobre sus pantalones.
Aunque en el video con el que abre el show, Gene Simmons se llama "strippers", Penny, la publicista del show, insiste en que los hombres prefieren que los llamen "artistas que se desnudan"."No somos vulgares", dijo Penny. "Nunca simulamos sexo oral ni volteamos a ver a las chicas".Penny es una mujer mayor de cabello rojo. Tras bambalinas, Penny me cuenta que solía trabajar como reportera de investigación en la época en que la mafia controlaba Las Vegas. Trae puesto hermoso sombrero negro peludo. ("Hoy toca sombrero", explicó.) Compró ese sombrero hace muchos años y está buscando un diseñador que le haga una réplica. Prometo pedirle a un gay neoyorkino que le diseñe uno y empiezo a preguntarle sobre el show. Penny me cae muy bien. Si fuera hombre y trabajara como stripper (lo cual dudo mucho pero, bueno, uno nunca sabe) me gustaría que ella fuera mi manager.
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En la sala de estar del recinto, Penny recita la lista de obras de caridad de bailarines: "Han recaudado fondos para Opportunity Village [una asociación para discapacitados], Susan G. Komen, para ayudar a combatir el cáncer, el autismo, la esclerosis múltiple e incluso participaron en un evento de la organización NSPCA", explicó. "Formamos parte de una comunidad".
Los actores están sentados a mi alrededor vestidos con playeras blancas sin manga y jeans apretados y, por más que lo intente, no me los puedo imaginar salvando cachorritos o recaudando fondos para ayudar a los niños con autismo. Lo único que puedo hacer es ver su trasero. En especial el de Aidan, un bailarín bronceado con casquete corto y tatuajes tribales. Me encantan los tatuajes tribales. Los amo casi tanto como a los chicos de piel blanca que se tatúan el cuello.Mi lujuria era inapropiada (soy periodista), así que le pregunté a los chicos cómo debería comportarse la audiencia en un espectáculo como éste.
Vístanse como si fuera su despedida de soltera
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No le agarren las bolas a los bailarines
No sean exhibicionistas
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La mayoría de los hombres que ven el show se divierten mucho porque es entretenido y no se parece nada a lo que habían imaginado. Sus felicitaciones son muy valiosas. Los hombres que ven el show tienen mucha energía, se divierten mucho y se nota. Al final se acercan y dicen 'Vine a acompañar a mi esposa pero me dio mucha risa ver las reacciones de las chicas. Me divertí mucho'. Normalmente así reacciona el público masculino".- Matthew
No sean como las australianas
Enamórense
No rasguñen a los actores
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