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Cultură

Un indigente nos dice cómo tratar a las personas sin hogar

Existe un grave problema de conciencia y es momento de solucionarlo. Por eso platicamos con algunas personas sin hogar para que nos dieran consejos.

Foto por Chris Bethell.

Algunas personas pueden llegar a ser muy groseras con las personas sin hogar. "¿Por qué no mejor te pones a trabajar?", dicen riendo a las 4 AM, borrachos y con los calzones de fuera. Hay personas que golpean a los indigentes simplemente por diversión.

Pero no es divertido. Y tampoco es la forma de tratar a un ser humano, ya sea que tenga donde vivir o no. Por desgracia, parece que muchas personas no entienden los principios de cómo no ser una horrible persona, porque, lamentablemente, es algo que pasa muy seguido en la ciudad.

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Aunque la mayoría de nosotros no se comporta así. Estamos divididos en dos grupos: los que dan un poco de cambio cuando se lo piden y los que no porque asumen que los indigentes están tratando de engañarlos para que les den sus centavos que ganaron con tanto trabajo para comprar comida cuando en realidad los van a usar para comprar crack.

Como dije, existe un grave problema de conciencia y es momento de solucionarlo. Por eso platicamos con algunas personas sin hogar para que nos dieran consejos (necesitar una guía de este tipo habla muy mal de la humanidad pero desde el principio quedó claro que somos un asco).

Foto por Chris Bethell.

No te orines en la gente

Parecería algo obvio pero es algo que sucede con frecuencia.

"La noche es lo peor", dijo Ed, conocido localmente como Señor Dios te bendiga porque siempre dice "Dios te bendiga" cuando pasa un peatón a su lado. "Dormir no es seguro. Nos atacan, nos orinan, nos golpean… y como las calles son propiedad privada del municipio, te pueden decir que te quites y te lleves todas tus cosas a las 2, 3 o 4 AM".

Sólo un imbécil sería capaz de orinar sobre un indigente pero sí pasa. "Me he topado con algunos que están borrachos y se les hace chistoso", dijo Stephen, ex estudiante que sigue tratando de sobrevivir en la zona más cara y de moda de la ciudad. El problema es cuando salen grupos de amigos a tomar porque se dejan llevar por los shots triples y la testosterona.

"Muchos creen que hago mis necesidades por aquí y que no hay problema si ellos también lo hacen", dijo David, un indigente que vive cerca de un canal.

En un informe reciente, la organización británica Crisis que se dedica a ayudar a la población callejera reveló que dos terceras partes de las personas que viven en la calle han sufrido de abuso mientras duerme y a una décima parte le han orinado encima. "La gente abusiva es cobarde y normalmente viene acompañada de amigos. Pero el 99 por ciento de mis interacciones son amistosas o simplemente me ignoran".

Recuerda que tienes muchas cosas que no valoras

"Tan sólo en este año me desgarré el glúteo", dijo Ed mientras señalaba su trasero. "Y me resbalé con una cáscara de plátano —por más tonto que suene— y me tuvieron que operar la rodilla". A menos que participes en un maratón o vayas a la playa para que la conozcan tus hijos, las heridas no son bienvenidas, sin importar las circunstancias. Sin embargo, como señalaron los indigentes que entrevisté, son mucho más difíciles de tratar cuando tienes que llevar todas tus pertenencias a donde sea que vayas.
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Otra de las cosas más difíciles es no tener un techo durante el invierno. "Hace muchísimo frío", dijo David. "Si no puedo pagar un hostal o un albergue, prefiero quedarme parado toda la noche". David se ha quedado en muchos albergues y hostales de Londres y todo lo paga con los beneficios que le otorga el gobierno. Otros, como Ed, no cobran esos beneficios y dependen del dinero que le da la gente. En un buen día saca 40 libras esterlinas [cerca de mil pesos] y se puede pagar una noche en un hostal. En un mal día tiene que buscar un lugar seco para dormir.

Obtener dinero es un juego sicológico

Vivimos en un mundo donde compramos seguros de auto dependiendo de qué comercial nos gusta más. Si el marketing funciona en nosotros cuando se nos pide entregar sumas considerables de dinero, también debe funcionar con cantidades pequeñas. "Esta es mi cámara", dijo Stephen. "Me gusta tomarme fotos con turistas japoneses". Stephen se pone con unos bombos en una avenida principal de una zona turística. Tomo los bombos por unos minutos para que él vaya a tomarse una foto con unos adolescentes que traen carteles con el símbolo de la paz. Su negocio de fotografías ad hoc parece un buen truco pero en realidad no tiene dinero para imprimir o distribuir las fotos. "Las fotos son para mí", agregó, "pero también es una forma de convivir de forma amistosa con la gente".
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La estrategia de Ed es más simple: "Digo 'Dios te bendiga' a todos los que pasan y con el tiempo nos volvemos conocidos". Justo después de decir esto, bendice a una mujer y a su hija que va en scooter. "Me gusta tu casco", dice Ed. "¡Me gustan tus rosarios!", responde la señora. No tiene cambio pero es probable que regrese después de hacer sus compras.

Ve a zonas caras si quieres donar dinero

El término "personas sin hogar" es confuso porque indica que esta gente no tiene hogar. Puede no tener casa pero sí tiene un hogar. "Estoy registrado para votar aquí", dijo David. "Conozco esta zona mejor que tú y que todos los que viven en estos departamentos". David es uno de los 6,500 indigentes en Londres e, igual que muchos de ellos, se queda en las zonas más transitadas durante el día. Los turistas —que normalmente traen más dinero y no calculan bien el valor de los billetes extranjeros— son los mejores donadores, "Todos los días pasan cientos de asiáticos y alemanes. Por eso me quedo afuera del McDonald's", dijo David.

La convivencia es buena para todos

"A veces soy la única persona con la que hablan las señoras mayores", dijo el Señor Dios te bendiga. "Por eso soy amable con ellas y ellas me devuelven esa amabilidad". La actitud positiva de Ed significa que bendice a cientos de personas al día, incluso si lo ignoran o lo evitan. "Las interacciones sociales nos dan miedo", dijo, "a menos que sean a través de un smartphone". Fingir que no te das cuenta cuando te piden dinero es común porque es más fácil que decir "L-lo siento, n-no traigo cambio" con la vista fija en el piso. Pero no es necesario. "Me basta con que me den una sonrisa o asientan con la cabeza", dijo Ed y explicó que un poco de contacto humano también es un tipo de cambio. "Lo único que les puedo dar a cambio es un 'Dios te bendiga', y es lo que hago".

No todos los indigentes son iguales

Como dije antes, uno pensaría que cualquier persona racional es consciente de que no todos los indigentes son iguales. Sin embargo, parece que muchos no lo saben y esta actitud genera prejuicios, generalizaciones y maltrato. Stephen es un alcohólico que bebe sidra casera (que, después de probarla, puedo decir que sabe a todo menos a manzana). Ed se volvió alcohólico e indigente cuando su pareja, con quien estuvo 12 años, murió de una hemorragia cerebral en 2013. A David no le gusta hablar sobre su pasado.
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Para evitar problemas con la policía, los indigentes tratan de no pedir dinero de forma explícita pero cada uno tiene sus técnicas. "¡Buenos días, oficiales!", dijo Ed cuando pasaron dos policías. "Me llevo bien con la policía local porque no pido dinero; solamente digo Dios de bendiga". Otros son muy directos y piden dinero para el autobús, el hostal o para una bolsa de papas. Ed me advirtió que no les hablara y David dijo que no son "muy amables", lo cual me suena como un eufemismo. "Entiendo de que la gente trate de evitar a los pordioseros", dijo David, "pero no es necesario ser grosero. He escuchado cosas muy ofensivas". "La gente debe saber por qué terminamos en la calle", dijo Ed mientras abría un pastelito que le acababa de regalar una señora. "Soy bueno descifrando a la gente porque estudié sicología. Tengo que explicarlo siempre para que entiendan. Cuando les cuento todo lo que me pasó, casi siempre me preguntan '¿Y cómo sobreviviste?'. Es simple: no queda de otra". Sigue a Nick en Twitter.