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Cultură

Un mal lote de drogas hizo que mi vista quedara borrosa

Después tomar éxtasis una noche, Luuk comienza a sentirse desconectado, como si estuviera viviendo en otro mundo. Además, todo lo ve granulado... y no parece mejorar.

Foto de Alexanderplatz por Christian Wolf vía Wikimedia (modificada). Para tener una mejor idea de lo que alguien con TPPA experimenta, visita el sitio web de Eye on Vision Foundation.

Después de un hermoso y soleado día a finales de julio del año pasado, Luuk y tres de sus amigos pasean por Berlín. Visitan la ciudad para experimentar todo lo que tiene que ofrecer y, sobre todo, para ir de fiesta. Es su penúltima noche, y deciden ir al legendario club tecno Tresor.

Están de ánimo para drogarse, pero hay un problema: No llevan nada consigo en el viaje, no conocen a ningún dealer en Berlín y no quieren que los estafe ningún dealer callejero. Han escuchado de amigos que algunos clubs de Berlín tienen dealers que dan vueltas por la zona para asegurar que sólo se vendan drogas de calidad, pero no están seguros de si es sólo un rumor.

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Después de un par de horas de consumir alcohol en el Tresor, se topan con un tipo que dice que puede ayudarlos. Le compran un poco de éxtasis y speed. Poco después de tomar las pastillas, empiezan a sentir que algo no está bien. Está claro que el éxtasis no es exactamente como lo anuncian. Deciden tomar las cosas con calma durante el resto de la noche y están bien: nada grave ocurre esa noche.

Pero a la mañana siguiente, Luuk sigue sintiéndose raro. Se siente desconectado y no se puede concentrar, como si estuviera viviendo en otro mundo. Además de eso, su visión es borrosa —sigue viendo el tipo de estática que ves en la televisión cuando la recepción es mala. No se le quita y cuando regresa a casa con sus padres, la estática se vuelve tan intensa que parece que los muebles se mueven. "No tenía ni idea de lo que me estaba pasando", explica Luuk. "Pensé que estaba teniendo una psicosis y que algo en mi cabeza no estaba bien". Entonces decide investigar el asunto y rápidamente se da cuenta de que está sufriendo del Trastorno Perceptivo Persistente por Alucinógenos (TPPA).


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De acuerdo con el Manual de Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, las personas con TPPA reviven uno o más síntomas de la alteración de la percepción que han experimentado con alguna droga. Uno de los síntomas más comunes es la nieve en la visión, pero los pacientes con TPPA también pueden sufrir de cuerpos flotantes (figuras ensombrecidas que se mueven en tu campo de visión), palinopsia (recurrencia de imágenes visuales) y detección de halos alrededor de los objetos.

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Hay diferentes teorías sobre qué causa exactamente el TPPA, pero todos los pacientes tienen algo en común: han usado drogas. El doctor Gerard Alderliefste es un experto en el campo de la adicción y trabaja en una línea de información holandesa para las personas que sufren de problemas de salud crónicos después de haber usado drogas recreativas. Afirma que la causa más probable es una fluctuación en la neurotransmisión —la comunicación entre los nervios: "Puede acabar con la filtración de señales. Pero no está claro con exactitud qué papel juegan las drogas en esto. La mayoría de los pacientes con TPPA han consumido drogas por lo menos cincuenta veces en su vida, ya sea éxtasis, speed, LSD, o cannabis. Sin embargo, hay casos donde las personas han comenzado a padecer TPPA desde de la tercera vez que probaron éxtasis".

No obstante, no se ha llevado a cabo una investigación tan profunda sobre el TPPA. Alderliefste piensa que se debe al hecho de que no mucha gente conoce la aflicción. "Muchos médicos no reconocen el TPPA, lo que conduce a un diagnóstico erróneo de sus pacientes", explica. "Y el número de personas que sufren del padecimiento es relativamente pequeño.Eso hace que sea más difícil recaudar fondos para la investigación", agrega.


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Foto vía Wikimedia (modificada)

Cuando Luuk investiga más a fondo su aflicción en internet, sus preocupaciones aumentan: "Leí sobre personas cuya situación empeoró gradualmente: A veces les tomó años [curarse] o nunca desapareció". Luuk se dice a sí mismo que tendrá que aprender a vivir con esta condición por el resto de su vida. Cuando se pone en contacto con Brijder, una organización especializada en el tratamiento de la adicción, sus médicos le aplican una entrevista de admisión para discutir sus opciones para la prescripción de medicamentos. "Me negué. Realmente quería tratar de recuperarme sin la necesidad de medicamentos al principio". Entonces el médico propone un plan con algunas medidas generales que puede seguir para mejorar: nada de alcohol, no fumar, una dieta saludable y mucho ejercicio.

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En octubre, la situación de Luuk comienza a deteriorarse. "Traté de vivir bajo ese régimen, pero a veces no sentía que estuviera surtiendo efecto, y ya no me importaba un carajo. A veces no bebía nada de alcohol por tres semanas y luego lo compensaba el fin de semana". Al pensar que su situación no tiene remedio, empieza a sufrir de depresión.

En sus reuniones con el especialista de Brijder, Luuk habla sobre cómo siente que se ha perdido a sí mismo —piensa que el mundo se siente irreal. Además del TPPA, fue diagnosticado con trastorno de despersonalización (TDP). El TDP es un mecanismo de defensa que protege a alguien de emociones que podrían ser peligrosas o amenazantes. Alderliefste explica: "El trauma puede desencadenar esta reacción y un mal viaje en sí mismo podría causar un trauma". El TDP hace que un paciente esté menos ansioso, pero también emocionalmente desconectado. Cuando no te sientes conectado con las personas que te rodean, se empiezan a disolver los vínculos emocionales con tus amigos y familiares. "Este hecho asusta también a los pacientes, lo cual a su vez desencadena el mecanismo. Es un círculo vicioso. Los pacientes a menudo se deprimen".


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Luuk busca un psicólogo para hablar, pero los casi 20 consultorios que contacta lo rechazan: Una vez que se enteran de que su situación está relacionada con las drogas, se niegan a tratarlo. "Sentí que nadie quería ayudarme, así que dejé de buscar. Eso fue un tremendo error, pero estaba deprimido y no quería realizar ningún esfuerzo adicional". Alderliefste piensa que es extraño que Luuk fuera rechazado tantas veces. "Los psicólogos no deberían negarse a tratar a las personas, sólo deben solicitar la información necesaria a los centros de tratamiento de adicciones para que sean capaces de tratar a los pacientes de todos modos. Ellos pueden ayudar a los pacientes a relajarse, distraerse, y hacer frente a ciertos temores".

Luuk finalmente encuentra un informe escrito por un ex-paciente que se recuperó completamente del TPPA después de tres meses. En el informe, describe lo que ha hecho para mejorar, por lo que Luuk decide seguir estrictamente sus pasos y no darse por vencido esta vez. Deja de fumar y beber, se ejercita al menos cuatro veces a la semana, y sólo se alimenta de productos naturales. "No percibí ningún cambio en un primer momento, pero si comparo mi situación actual con la de hace dos meses, definitivamente hay una gran diferencia. Sobre todo cuando se trata de mi estado de ánimo y cómo me siento". Su decisión de empezar a ver el TPPA como una aflicción temporal a la que tiene que enfrentarse le ha dado una perspectiva mucho más positiva de la vida. Si bien no se ha curado todavía, su situación está mejorando gradualmente, y se está apegando a su estilo de vida más saludable. "Aún no consigo alcanzar mi meta, pero tengo el deseo y la determinación de recuperarme por completo".