Hace unas semanas estuve en Nueva York para el festival de comics de Brooklyn, CAB (Comics Arts Brooklyn). Aprovechando la vuelta fui a visitar una tienda de libros usados llamada Book Off. Esta tienda se especializa en libros usados en japonés (aunque también tienen una selección bastante grande de título en inglés) y a diferencia de la mayoría de tiendas de libros usados en las que tienen todo en montañas imposibles de ojear, acá tienen todo bien organizado por secciones. Pasé horas ahí, ojeando todo y tomándole foto a todas las portadas que me gustaban …con mucha discreción para que no me sacaran de la tienda.
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Primero pasé como una hora en la sección de libros infantiles. Al parecer a los japoneses les gusta darles a sus hijos libros llenos de datos curiosos, porque había una sección enorme de este tipo de libros. Las portadas iban desde lo tierno y divertido hasta lo extraño y absurdo.
En la sección infantil también encontré libros de cuentos, de manualidades y muchos libros de matemáticas. Lo que me llama mucho la atención de las ediciones japonesas es que utilizan mucho tintas neón, papeles holográficos, papeles con textura, cantos de color y otros detalles de ese tipo. Otra cosa interesante es que muchas veces las ilustraciones no sólo están hechas con técnicas tradicionales, sino que también utilizan fotografías de collages, tejidos u otros medios. Definitivamente la cultura visual japonesa está a años luz de la nuestra.
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