Vivir de la lucha

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Vivir de la lucha

Una mirada a la gente que trabaja en este espectáculo, y que sin su modesta labor, la lucha libre perdería algo de su magia.

Foto cortesía de Rosalío Vera Franco.

La lucha libre es un espectáculo injusto. La atención siempre está arriba del ring con los luchadores enmascarados o de cabello largo, con la chica en bikini que anuncia el round, con la gladiadora de atuendo colorido o con el réferi injusto que dio el triunfo a los rudos. Pero abajo, cobijados por la sombra, hay decenas de hombres y mujeres anónimos, sin cuyo trabajo el grito cargado de injurias que libera del estrés no saldría igual.

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Entre las butacas camina el acomodador, lámpara en mano, seguido por aficionados sin prisa que buscan un asiento; por ahí, en las bocas de luz de los pasillos está el elemento de seguridad en su elegante traje negro que espera no sacar a ningún borracho de la arena; atento al llamado de alguno que necesite aclarar la garganta está el vendedor de cerveza que, a fuerza de cargar más de 20 botellas en cada brazo, ha tonificado sus extremidades. No falta la chica de las palomitas y su sonrisa penosa que apenas se alcanza a ver o el joven que vende tortas y sopas Maruchan para quien desee calmar la tripa. Sin que uno se de cuenta aparece de pronto el hombre que ofrece de las capas de luchador y superhéroes, el de los luchadores de peluche o el de las máscaras, que por 100 pesos transforma a cualquiera en una copia del enmascarado arriba del ring. Tampoco puede faltar en medio de otros admiradores de la lucha el aficionado que es más famoso que los gladiadores.

No es gratis que estos trabajadores que forman parte del ambiente de la lucha libre estén en las más de 150 funciones que hace al año el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), en la Arena México. La mayoría proviene de familias a quien la lucha dotó de un oficio que ahora ellos ejercen. Los que no tienen antecedente familiar, les basta el gusto por las luchas.

Estos son algunos de estos personajes, que sin su modesta labor la lucha libre perdería algo de su magia.

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Todas las fotos por Irving Cabello.

Eduardo Juárez Rosales. Vendedor de capas de luchador

VICE: ¿Desde cuándo trabajas en la arena?
Eduardo: ¡Híjole! tiene como 15 años.

¿Por qué trabajas en la lucha libre?
Porque es un amor a las luchas. Entrando aquí uno se enamora y ya.

¿No te gustaban las luchas?
Pues tenía otro trabajo. Yo llegué aquí por necesidad y de ahí le empecé a agarrar cariño a esto.

¿Qué es lo que más te gusta de la lucha libre?
Los vuelos, los trajes de los luchadores, las llaves. Buenas luchas que se han dado. Estas capas que vendo han ido a otros países: Japón, Brasil, China. Extranjeros que las compran.


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Enrique Magaña. Vendedor de cerveza

VICE: ¿Desde cuándo trabajas en la arena?
Enrique: Ya llevo 10 años. Llegué por la recomendación de un amigo. Empecé vendiendo papas y después ya me pasé a la cerveza.

¿Fue como un ascenso?
Más o menos. Se gana un poquito más vendiendo cerveza que otra cosa.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Lo que más me gusta es que te agarras un dinero extra. Ganas una lanita más.

¿Tienes otro trabajo además de este?
Sí, soy electricista.

Los luchadores también te piden chela.
En una que otra ocasión sí llegan a pedir, luego que terminan de luchar. El sudor, el cansancio.

Cargando chelas se te han formado buenos brazos ¿Nunca quisiste ser luchador?
¡No, eso sí no! No es lo mío.

Juan Barraza. Seguridad

VICE: ¿Cuanto tiempo lleva trabajando en la arena?
Juan: 26 años. Casi, casi ya me voy a jubilar.

¿Cómo llegaste a trabajar aquí?
Mi mamá me metió gracias a un amigo de ella, el señor Víctor Manuel Contreras, que ya falleció. Estuve con ese grupo durante 25 años y ahora estoy con el profe Tony Salazar. Llevo dos años con él.

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Es emocionante trabajar dentro de la lucha libre.
Después de 26 años ya no te da ninguna emoción. Al principio, cuando comienzas, pues sí, te ilusionas y todo. Pero ahorita, viendo todo, tantas cosas que has visto, tanto luchador pasar, pues ya no tanto.

¿Lo más rudo de tu trabajo?
Sacar a las gentes tercas y en estado de ebriedad. Esta noche está tranquila, de hecho hay mucha seguridad el día de hoy.


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Juan. Vendedor de souvenirs

VICE: ¿Desde cuándo vendes tus productos en la arena?
Juan: Desde hace 25 años. Tengo 45. Desde chavo trabajo aquí

¿Cómo entraste a trabajar?
Le ayudaba a un tío y un día ya no quiso vender y ya me quedé yo. Vendíamos puros muñecos de tela. No había mucha cosa de esta (espadas de luz, cornetas de gas, guantes que simulan los huesos de una mano). Puros muñecos y máscaras.

¿Qué es lo que más te gusta de esta chamba?
Los viajes, porque yo salgo fuera, a provincia, y conozco gente y muchos lugares. Me he hecho cuate de algunos luchadores.

¿Quién es tu luchador favorito?
De aquí del CMLL el Último Guerrero y otro en Mérida

¿Nunca quisiste ser luchador?
Sí, pero es mucho desgaste físico, muchas lesiones y descuidas mucho a tu familia porque sales constantemente. Mejor acá.

Maribel. Vendedora de palomitas

VICE: ¿Desde cuándo estás en esta chamba?
Maribel: Empecé hace cuatro años.

¿Por qué te gusta la lucha libre?
Porque mi papá era luchador.

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¿Quién era?
¡Ah!, eso es un secreto.

¿Y tú porque no quisiste ser luchadora?
¡No! No me gusta. Yo le saco a los trancazos. Mejor las palomitas. Es lo que más se vende.

Roberto Alonso. Vendedor de tortas y sopas

VICE: ¿Cuando empezaste a trabajar en la lucha libre ?
Roberto: Llevo cuatro meses. Soy el nuevo aquí.

¿Por qué le entraste a la lucha libre?
Me invitó una chava, una amiga. Me ha gustado, puedo ganar un dinero más.

¿Antes habías trabajado en algo así?
No, es la primera vez.

¿Qué es lo que más te ha gustado?
Pues que vendo las tortas y terminando me quedo a ver las luchas.


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Rubén. Vendedor de luchadores de juguete

VICE: ¿Cuánto tiempo llevas vendiendo muñecos en la lucha libre?
Rubén: Como 10 años. Soy el más joven de aquí.

¿Cómo llegaste a trabajar a la arena?
La verdad, por casualidad. Vendía acá afuera, primero, y luego hubo chance de entrar. Me ayudaron, me dijeron cómo, con quién y ya fue como pude vender acá adentro.

¿Por qué decidiste trabajar en la lucha libre?
Porque en aquel entonces estaba en su apogeo la lucha, entonces se vendía muy bien, había mucha gente, prácticamente se llenaba todos los viernes la arena. Ahorita ha bajado mucho. Es menos de la mitad de gente. Antes cada ocho días, todos los viernes casi se llenaba.

Si ha bajado tanto la cantidad de asistentes a la lucha libre, ¿por qué sigues en esto?
Porque es lo único a lo que le sé y, ni modo, hay que seguirle.

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¿Qué es lo que mas te gusta de esta chamba?
Conocer lugares porque no nada más aquí venimos; salimos fuera (sic), vamos a diferentes estados, diferentes plazas donde hay eventos de lucha. Me voy con la empresa o por mi cuenta, cómo sea.

Ceferino Gallegos, "El Gran Chilicas". Fotógrafo y aficionado

VICE: ¿Cuando tiempo llevas en la lucha libre?
Ceferino: Llevo 53 años. Duré 50 años de fotógrafo aquí en la Arena México.

¿Cómo empezaste en el mundo de las luchas?
Comencé pagando mi boletito. Después me gustaba buscar a los luchadores para que me dieran sus autógrafos. Yo me acomedía con ellos, me metía con sus velices a ver la lucha libre. Así me hice amigo del Santo, de Blue Demon. Luego me hice fotógrafo y fui amigo de todos. Hasta la fecha sigo viniendo a la lucha libre.

¿Cuál es el mejor recuerdo que tienes de la lucha libre?
Cuando el Santo me puso (en la cintura) su campeonato; llegó su hijo y también me puso su campeonato. A Blue Demon un día le dije: "señor Demon, póngame su máscara". "¿Cuál quieres que te ponga, Chilicas, la que traigo puesta o la que traigo en la bolsa?". "No se quite la máscara", le contesté, "ya sabe que yo lo conozco y usted me conoce". Pues que se quita la máscara, me la puso y él se colocó la que tenía en la bolsa.

¿Para cuántas revistas cubriste las funciones de lucha libre?
Trabajé mucho para "Box y lucha", "Nocaut", "Lucha Libre", "En esa Esquina". Me tocó iniciar a reporteros de lucha libre.

Te tocó ver a las grandes leyendas de este deporte y los que ahora escriben la suya. ¿Qué te parece la lucha libre moderna?
Es muy buena porque todos los que antes querían ser luchadores, a los que les gustaba la lucha, que ahora son las estrellas, se iniciaron con todos los grandes.

@MemoMan_

@CronicasAsfalto