No es extraño que el artista brasileño Amon Tobin sea conocido como "científico del sonido." Su música es el resultado de experimentar de forma incansable con el sonido desde los 90s, cuando lanzó su primer disco, Adventures in Foam, bajo el nombre de Cujo. Tras conseguir la fama por tocar jazz y hip hop inspirados en el drum 'n' bass, y después de doce (sí, doce) discos, es considerado uno de los artistas de electrónica más influyentes del mundo.Con el fin de producir su nuevo disco, Tobin transformó sonidos y ruidos del mundo real -como el ruido de sillas chirriando o ráfagas de aire- para crear sonidos que tienen origen en lo mundano pero que son irreconocibles después de haber sido "tratados" por el productor. Para que os hagáis una idea: para ISAM, Tobin grabó sonidos en su forma original y luego los modificó y los "construyó" con la ayuda de Haken Continuum -un conjunto de sensores cubiertos por una única base de neopreno que responde a la presión de los dedos en tres dimensiones.Pero el proyecto va más allá del disco, desplegando una interpretación visual del concepto ISAM, que une la psicodélica y la ciencia ficción en los visuales de la gira de presentación del disco. Tobin se asoció con V Squared Labs por sus conocimientos de proyección cartográfica, Heather Shaw de Vita Motus Design para crear un set perfecto para tocar en directo y Alex Lazarus Blasthaus para producir el diseño y decidir la línea creativa. Podéis ver "la extraña fantasía adolescente de estar en una nave espacial," que se les ocurrió en el vídeo.En un nuevo esfuerzo por experimentar la música de Tobin visualmente, él mismo llamó a Tessa Farmer, una artista visual que organiza instalaciones hechas con insectos, animales y huesos, y le pidió que creara escenas para cada una de sus canciones. Al permitir que cada canción exista en un espacio físico dentro de una galería, su música llegó a un grupo de gente que quizás, de otra forma, jamás la hubiera escuchado.Podéis descargaros una canción de ISAM aquí abajo.