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Buenaventura: desmembrada y desplazada

Más de 50,000 de los residentes de Buenaventura se han visto obligados a abandonar sus hogares desde 2011 por temor a la extorsión, amenazas de muerte, o el reclutamiento forzado por parte de pandillas.

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A dos semanas de acabar este año presentamos nuestro documental sobre uno de los fenómenos violentos más críticos de Colombia en 2014: el desmembramiento sistemático de las víctimas de la guerra entre bandas criminales. Los descuartizamientos de Buenaventura, que en dos años sumaron 26 casos, terminaron siendo una dolorosa advertencia sobre los problemas que enfrentará el país en el marco de un eventual posconflicto.

La ciudad costera de Buenaventura es la ciudad más violenta de Colombia. Allí, dos bandas rivales —La Empresa y Los Urabeños, los dos sucesores de los paramilitares— luchan por el control, con los 400,000 habitantes de la ciudad atrapados en medio.

De acuerdo con un reciente informe de Human Rights Watch, más de 50,000 de los residentes de Buenaventura se han visto obligados a abandonar sus hogares desde 2011 por temor a la extorsión, amenazas de muerte, o el reclutamiento forzado por parte de pandillas.

VICE viajó a Buenaventura para encontrarse con autoridades, funcionarios gubernamentales, periodistas, miembros de pandillas y víctimas, para tratar de entender por qué esta ciudad de la costa pacífica colombiana se ha vuelto tan violenta, y qué se está haciendo al respecto.