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Drogas

Los vídeos que enseñan a consumir poppers están llegando a límites insospechados

Proliferan los vídeos de porno gay en los que se indica a los usuarios que den esnifadas cada vez más largas a la droga.

Siempre me ha costado seguir instrucciones. Suelo rendirme a mitad de proceso de inscripción de cualquier servicio solo de pensar en lo que todavía me queda por rellenar; una vez casi se me cae encima una estantería de IKEA porque decidí que no hacía falta anclarla a la pared; y, por supuesto, no hablemos de instalar la impresora que me acabo de comprar.

En cambio, cuando se trata de poppers, soy todo oídos. Me declaro muy fan de esta popular droga, ayuda matrimonial y estrella de las mesillas de noche y de la vida nocturna de gran cantidad de hombres homosexuales. Y es que no podría ser de otra forma: una esnifada relaja la parte posterior y provoca un placentero subidón. Los poppers son como una especie de compensación de Dios hacia la comunidad gay por tantos siglos de represión; bien sabe nuestro Señor que practicaríamos mucho menos sexo sin ayuda de esas cosas de efecto dilatador.

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Son muchos los gais aficionados al popper, pero la mayoría lo consumimos con moderación. Sus efectos suelen ser potentes y basta con esnifar un poco para notarlos. Además, su uso presenta ciertos riesgos si no conoces el contenido, aunque es relativamente más seguro que otras drogas como la cocaína o el alcohol. Sin embargo, parece que un sector de los aficionados al popper se han propuesto descubrir los límites de la droga incitando a la gente a inhalar todo lo que puedan con cada esnifada.

Entre los vídeos de sitios web como Xtube, Pornhub y Tumblr han empezado a surgir tutoriales para esnifar Popper, en los que se dan instrucciones paso a paso para sacar el máximo provecho al contenido de esas botellitas de color ámbar. Algunos vídeos duran unos pocos minutos, mientras que otros se extienden durante más de una hora; el formato general se asemeja mucho a una especie de clase erótica de entrenamiento, a lo P90X, en la que se van alternando montajes de vídeos porno e instrucciones para inhalar popper, mantener la respiración y exhalar. Esa secuencia va aumentando en frecuencia e intensidad a medida que avanza el vídeo, como también se intensifican las escenas porno que aparecen. Los niveles de habilidad oscilan entre vídeos para "principiantes" (con tiempos de inhalación y retención más breves) hasta los clips de nivel "maestro".

Casi no dispongo de tiempo para hacer todo lo que tengo programado a lo largo del día, mucho menos para seguir las instrucciones de un sargento del popper que me diga cuándo debo respirar, decidí acudir a los aficionados a estos vídeos para que me explicaran qué les atrae de ellos.

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Dom*, de 36 años y originario de Texas, me dijo que él utiliza estos tutoriales para masturbarse. "Veo todos los que caen en mis manos", me aseguró, aunque reconoce que no sigue las indicaciones al pie de la letra porque tiene la sensación de que "hacerlo podría provocarle daños cerebrales".

Los intereses en estos vídeos instructivos varían en función del tipo de pornografía que su creador haya usado de acompañamiento; como todo el mundo, tengo gustos muy concretos, y los chavalines cachas a lo Andrew Christian que aparecen en algunos vídeos no consiguen mantener mi atención durante 15 minutos. Si, en cambio, me pones un madurito peludo y "Spacer Woman" sonando de fondo, estaré encantado de ver hasta el último segundo de lo que quieran enseñarme.

Para alguien como yo, que no está absolutamente obsesionado con el popper, este tipo de vídeos pueden no resultar demasiado atractivos. Tras un par de ellos, enseguida tiro la toalla. Pero, ¿es posible que algo altere mi estado de consciencia de alguna forma para inducirme a entrar en el juego? Pues parece ser que sí, mediante una serie de tutoriales con vídeos que usan técnicas de hipnosis. Sí que es cierto que en Pornhub hay de todo.

Veamos, por ejemplo, el vídeo titulado "CUM DUMPSTER (POPPER HYPNO)" (no apto para verlo en el trabajo). Empieza con una voz en off con tono "hipnótico" que va dando instrucciones mientras en la pantalla una espiral blanca y negra gira sin parar. "Relájate", nos dice la voz. "Coge la botella. Póntela en la nariz. Inhala". A continuación indica al espectador que inhale profundamente otras diez veces seguidas, y las va contando. Poco después, empieza a sonar un tema trance malísimo que sirve como banda sonora a un montaje de vídeos porno gay.

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Pedí a un productor de este tipo de vídeos en Pornhub, que responde al alias Altriak, que me hablara un poco del proceso creativo detrás de estos clips. Altriak me dijo que inicialmente le atrajeron porque compilaban varias escenas porno, pero que enseguida se los acabó. En lugar de esperar a que alguien subiera nuevos vídeos, empezó a editarlos él mismo, creando una fórmula exclusiva para sus progresiones auditivas y visuales.

"Los vídeos que más cachondo me ponían eran aquellos en los que las escenas de sexo aumentaban en intensidad progresivamente (pasando de mamadas a comidas de culo y luego folladas, por ejemplo)", señaló en su email.

No parecía muy complicado. Quizá la parte de unir fragmentos de vídeos ya existentes no sea muy complicada, pero Altriak aseguró que la selección de la música que ha de acompañar las imágenes requiere mucho trabajo. "Intento buscar canciones que vayan creciendo en intensidad, como el sexo". Y tiene razón. En estos vídeos, el aspecto musical es crucial. Debo reconocer que, de entre todos los vídeos de Altriak, me interesó uno en concreto porque su banda sonora era un tema de la excelente banda de dark electropop TR/ST perfectamente sincronizado con las escenas.

No hace falta que diga que tomar cualquier tipo de droga, incluidos los poppers, es peligroso, y consumirlos de forma prolongada, como sugieren los vídeos, sin duda alarmaría a tu médico de cabecera. Dom adujo que era divertido ver estos tutoriales con más gente, de forma que los neófitos que tengan miedo de desmayarse y caer desplomados sobre una mesita de cristal se sientan más confiados.

En cualquier caso, que cada uno se entretenga como más le convenga. Si lo que te gusta es ver un daddy dominante ordenándote que esnifes nitritos, no somos nadie para juzgarte.

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Traducción por Mario Abad.