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Ilustración por @lenny
Identidad

Durante la pandemia aumentaron las ofertas de trabajos sexistas

“Se solicitaba que las camareras quedaran con hombres por apps de contacto. El hombre que entrevistaba a las mujeres, siempre se sobrepasaba en las entrevistas”.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señaló en noviembre que en el tercer trimestre del año España fue uno de los países más afectados por el paro. En ese periodo se registraron 3.78 millones personas desempleadas frente a las 3.21 millones del primer trimestre. Estados Unidos y Colombia superaron esta cifra, según la organización. 

La tasa de paro en España es muy alta, sobre todo la del paro juvenil. Mientras en el tercer trimestre la del país fue de 16,6%, la de los jóvenes alcanzó el 41,5%. El desempleo de este sector de la población creció nueve puntos porcentuales en menos de un año, gracias a la pandemia. 

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Esta situación, que bien podría empeorar en el cuarto trimestre, está fomentando un mercado laboral sexista. Se han vuelto comunes anuncios de ofertas que solicitan “empleadas con buena presencia, guapas y con buena comunicación”, dispuestas a “acompañar y atender a los clientes mientras disfrutan de la comida y bebida en el restaurante” y puestos en los que se obliga o sugiere a las mujeres tener instaladas aplicaciones como Tinder o Badoo.

María, periodista y fotógrafa deportiva, denunció en su cuenta de Twitter el pasado 25 de septiembre lo que le sucedió cuando la llamaron a entrevista de un restaurante al que aplicó tras ver una oferta para camarera en JobToday. “Una camarera que estaba en el establecimiento me dijo que tendría que tener en mi móvil la aplicación de Tinder”, me cuenta María y continúa explicando que ahí le indicaron que su trabajo incluía “quedar con hombres a través de las aplicaciones, llevarles al restaurante, hacerles consumir y que me invitaran. Algo que no estaba señalado o explicado en la oferta”. 

A raíz de la denuncia de María, numerosas mujeres se unieron al hilo de Twitter y escribieron sus casos. La usuaria @Jimmyeramaltipo denunció que pasó por la misma situación en Zaragoza. “Se solicitaba que las camareras quedaran con hombres por apps de contacto. El hombre que entrevistaba a las mujeres, siempre se sobrepasaba en las entrevistas”, declara. 

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Al igual que María, Marta contestó a los tweets de denuncia a través de su cuenta @maarta99vh y afirmó que también le había ocurrido a ella. “Cuando salí de la entrevista de trabajo, si se puede llamar así, me sentí muy mal. Lo primero que hice fue denunciarlo en mi cuenta de Instagram en mejores amigos”, apunta, y recalca que “hay que acabar con este tipo de prácticas y engaños. No tiene sentido que herramientas de búsqueda de trabajo dejen que se pueda publicar ofertas falsas y que ocultan la prostitución”. 

En el año 2016, el Sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) denunció este tipo de ofertas laborales que solicitaban camareras “un poco puta”. Aunque no es una situación nueva, durante la pandemia el escenario ha empeorado. En palabras de Ana García, responsable de comunicación de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad, “es intolerable esta situación. Debido a la crisis sanitaria y económica, estos casos están aumentando y es mucho más fácil encontrar ofertas de empleos sexistas, discriminatorios y precarios”. Ana solicita a todas las mujeres que, “cuando tengan conocimiento de alguna situación como esta, la denuncien”. También dice que “hay un perfil en Twitter que se llama Mierda Jobs, que es muy útil”. 

El Estatuto del Trabajador determina que los trabajadores tienen derecho a no ser discriminados directa o indirectamente para el empleo, o una vez empleados, por razones de sexo, estado civil, edad, condición sexual, religión, ideas políticas o convicciones. El responsable de comunicación de UGT dice que este tipo de ofertas no se deberían publicar y señala que  “las aplicaciones de trabajo como Milanuncios, JobToday o Linkedin tienen que ser más severas y estrictas para evitar que pasen estos casos”.  

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“Toda mujer que se encuentre en esta situación tiene que acudir al Instituto de la Mujer”, resalta Ana y asegura que “muchas mujeres prefieren rechazar el empleo sin denunciar porque puede ser un proceso engorroso y complejo. Tienen que saber que deben dejar su denuncia y dejar constancia de estas irregularidades, la ley las ampara”. 

 El año pasado, la Inspección de Trabajo en España levantó actas por infracciones a empresas expositoras relacionadas con prácticas sexistas o abusos de jornadas. “En la edición de 2019 del Mobile World Congress, en Barcelona, se detectaron hasta siete denuncias por prácticas indebidas y machistas”, dice Ana. Todas las denuncias que se establecieron en el Mobile World Congress apuntaban a “puestos donde se solicitaban azafatas en stand, con un mínimo de altura y a que tendrían mejores sueldos las mujeres con  mejores ‘cualidades’”. 

En noviembre de este año la periodista Alejandra de la Fuente se hizo pasar durante una semana por Irene Moreno, una joven en búsqueda de trabajo, y se encontró de todo: desde ofertas de falsos autónomos, proposiciones sexuales e insultos. “Después de dos años desde que abrí la cuenta de Mierda Jobs decidí vivir yo la experiencia y contarlo”, comenta Alejandra y hace énfasis en que “escogí el papel de Irene, al ser yo una chica, no para incitar en ningún momento a proposiciones sexuales, pero cuando empecé la investigación llegaron muy rápidas”. 

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El primer mensaje que recibió Alejandra fue de un señor ofreciendo un trabajo para “compartir momentos”, a las pocas horas la contactó un representante de Herbalife y posteriormente le ofrecieron un trabajo para realizar videollamadas con clientes. “Lo que más me impactó no fueron las ofertas laborales fetichistas, sino también gente que me escribía ‘guapa’. Solo estuve haciendo este reportaje una semana”, analiza la periodista. Otra de las ofertas que  recibió Alejandra fue enviar  su ropa interior a una dirección. Por esto le pagaban entre 50 y 90 euros, eso sí, todo tenía que estar sin lavar. 

 De nuevo en esta crisis económica, desencadenada por la pandemia, las más afectadas son las mujeres, un 54% según el estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI). “A priori se tiene que rechazar todo tipo de ofertas que sean sexistas o machistas, pero hay que tener en cuenta siempre las circunstancias personales”, reflexiona Ana. En la misma línea que Ana, Alejandra dice que, “muchas mujeres no denuncian estas ofertas porque piensan que son casos puntuales. A mí me llegaron ocho  en una semana”. “Creo que simplemente lo dejan pasar y siguen buscando porque en el fondo son personas que necesitan trabajar”, justifica Alejandra el motivo de la escasez de denuncias de este tipo. 

Alejandra recuerda que durante la anterior crisis económica en España “salieron más ofertas precarias, sexistas o sin contrato o pagando por debajo del convenio o haciendo cualquier tipo de trampas”. Por eso, imagina que “sí que habrá más ofertas sexistas —por llamarlas de alguna manera—, pero también habrá muchas más que serán malas por otros motivos”. 

Todavía en el 2020 se sigue hablando de trabajos sexistas y de la desigualdad entre la mujer y el hombre en las crisis económicas. En el 2012 se publicó en el periódico El País cómo la crisis se ceba con las mujeres y en el 2009 en el diario Expansión se hablaba del techo de cristal. ¿Por qué a las mujeres les afectan más las crisis económicas? Esto será para otro reportaje, porque es un tema en el que hay mucho por profundizar.