Ulises Josué Rivas Pérez
Foto tomada del archivo personal de Ulises Josué Rivas Pérez.
Edición 5: Orgullo

Ulises Josué Rivas Pérez | Líder social | Nicaragua

“Siento orgullo de sobrevivir en un país machista. De ser parte de la lucha azul y blanca. De hacer historia y ser uno de los homosexuales que a pesar de estar encarcelado y exiliado, sigue levantando la voz porque seamos incluidos”.

En Nicaragua hay un régimen autoritario que persigue a la movilización social. La población que se opone, especialmente las personas LGBTIQ+ del país centroamericano, ha huido a destinos como Costa Rica, México y España en busca de asilo. Junto a Panamá, fue uno de los últimos países del continente en descriminalizar en sus leyes la homosexualidad (2007), un proceso reciente que no ha cuajado en la sociedad.

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Ulises es del municipio de Santo Domingo, Chontales, una región minera y ganadera que ha sido fuertemente explotada por las trasnacionales en busca de oro. Desde hace ocho años apoya el Movimiento Ambientalista Salvemos Santo Domingo, que hace parte del Movimiento Nacional Frente a la Minería Industrial (MONAFMI), en defensa de la soberanía territorial y del medio ambiente.

“Dicen que les darán trabajo a la población, apoyos en la educación, que harán escuelas. Nada de esos proyectos sociales es real. El Túnel Azul, que era una de las fuentes de agua del pueblo, ya no existe porque lo destruyeron porque pasa una veta grandísima de oro. He estado en muchos temas ambientales y visibilizando que soy una persona diversa. Eso me llevó al encarcelamiento, a la criminalización y al exilio”.

Luego del estallido social que se produjo en el país en abril de 2018, Ulises tuvo que huir hacia Costa Rica en busca de asilo político. Allí sobrevivió en las calles al ver cómo gran parte de la población LGBTIQ+ nicaragüense era maltratada en los refugios.

Ese mismo año formó la asociación Hijos del Arcoíris. Desde allí, un grupo de personas sexualmente diversas lograron rentar dos casas para personas LGBTIQ+ que huían de Nicaragua.

En 2019 el gobierno de Daniel Ortega propuso un plan de retorno seguro para los exiliados nicaragüenses que habían abandonado el país. Meses después del anuncio, Ulises regresó para asistir al funeral de su padre. El plan de retorno resultó ser una trampa política para encarcelar a los opositores del régimen.

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“Vine a despedirme de mi padre, me capturaron y me criminalizaron. Estuve en una celda de máxima seguridad, padecí acoso sexuales, discriminación por parte de los guardias orteguistas, me desnudaban en un pasillo con más de trescientos hombres presos y me humillaban por mi condición sexual. Me cortaron el pelo, la comida me la daban como a un perro. Mi familia sufrió mucho por ese paso por la cárcel. Injustamente, solo por querer a mi país, levantar mi voz, defender mi territorio y ser una persona diversa”.

A Ulises le imputaron cargos por robo agravado y lesiones graves por supuestamente entrar armado a una tienda a robar unos sombreros. Cargos frente a los que las autoridades no han logrado presentar pruebas. Sin embargo, pasó cuatro meses en prisión hasta el 30 de diciembre de 2019, cuando fue liberado bajo la figura de ‘Convivencia Familiar’ junto a otros noventa y un presos políticos.

“Ahora estamos en el proceso de apelación donde no se presentó la fiscalía porque no tienen pruebas. Estoy esperando mi carta de libertad porque no puedo salir del país, tengo restricción migratoria. Todavía sigue la persecución”.

¡Viva Nicaragua libre y cochona!

Ulises es uno de lxs cincuenta líderes en disidencia sexual y de género cuya vida celebramos en nuestra quinta edición, ORGULLO.

ORGULLO VICE

A Julio lo encuentras en Instagram yTwitter como @martinsubmarine.