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Identidad

“Lxs niñxs de oro de la alquimia sexual”: una novela que trata la ritualidad, la libertad y formas de vivir el sexo en un universo millenial

Hablamos con Tilsa Otta, escritora y cineasta limeña, sobre el proceso creativo de una ficción de humor y sensualidad con tintes cinematográficos.

Tenemos la idea de Dios bastante alejada de la sensación del orgasmo. De hecho, no es algo que comúnmente asociamos. También, supongo, nos costaría entender al orgasmo como un superpoder capaz de darnos información sobre el futuro. Sin embargo, todo esto pasa en “Lxs niñxs de oro de la alquimia sexual”, una novela editada por Penguin Random House y escrita por Tilsa Otta, escritora y cineasta limeña.

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En este relato, Cristy alcanza orgasmos místicos con su pareja. Una relación entre el sexo y el más allá que le permite ver escenas del futuro. Una serie de premoniciones aleatorias que funcionan como el efecto mariposa: La renuncia del primer ministro israelí por un escándalo de corrupción, la serie de la vida de Luis Miguel emitida por Netflix, el perro de su vecina perdido. Una serie de incertidumbres que la protagonista intenta responder a través de una búsqueda personal insistente.

Aquí Tilsa nos habla de espiritualidad, misticismo y vínculos sexoafectivos como temas disparadores que desencadenan el día a día de los personajes. El cruce entre la sensualidad y el humor se convierte en una aventura cotidiana que logra sumergirnos en los interrogantes más preciados: quiénes somos y cuál es nuestra misión.

VICE: La confianza es uno de los ejes centrales de la novela. En cómo, la protagonista, la busca con su pareja y en quienes tiene a su alrededor ¿Cómo juega esto en todo el relato?

Creo que la confianza está estrechamente ligada al tratamiento de las exigencias de la monogamia y está dentro de las estructuras sociales de las cuales somos parte y condicionan nuestra forma de actuar. Cuando la protagonista comienza con su búsqueda personal no se condiciona por nada, tiene máxima libertad, es libre en sentir, en despertar y hasta en elegir en quién confía. En esa búsqueda de libertad hay un tope, llega al límite de su relación monógama que la restringe a hacer las cosas que realmente quiere probar. Pienso que hay una reflexión sobre la confianza muy fuerte, ¿por qué en las relaciones tradicionales nos cuesta tanto decirnos la verdad? La pregunta en el relato es esa. Y al final creo que la confianza está atada a sentirte a salvo, a no sentirte restringido y a tener posibilidades de explorar.

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Foto cedida por Tilsa Otta

En esta búsqueda personal de la protagonista, la pregunta principal es ¿qué podemos hacer si tenemos certezas de nuestro futuro? ¿Pensás que hay una reparación que buscas como narradora?

Siempre me interesó la idea de multiverso, es un concepto muy literario basado en relatar diferentes planos, como si tuviese la necesidad de tener cerca varios finales posibles, esa es mi búsqueda, quizás así me quedo conforme, con la idea de presentar varios escenarios y ver con cuál me quedo para tener un gran final. Me encanta la pregunta que aparece en la novela ¿qué haríamos si supiésemos lo que va a pasar? 

Cristy es fuerte, es capaz de distinguir un momento de acoso con facilidad, se pregunta sobre su sexualidad, se permite ser una feminista “correcta” dentro de todo su proceso de búsqueda, sin embargo, termina por descuidar cosas muy esenciales de su alrededor, ¿no? ¿Cómo construiste este personaje?

Fue bastante espontáneo. Ella se mueve a través de las intuiciones que tiene, y eso, al final, termina perjudicando su alrededor, como bien dices, descuidando algunas cosas importantes. Sí quería que sea una chica feminista, donde pueda representar lo que está pasando ahora, que sepa poner límites, que tenga algún tipo de apertura, que se permita jugar, aunque de manera inocente, donde entiende que está rompiendo con algo. Para mucha gente la bisexualidad o la homosexualidad es un proceso complejo y Cristy pasa por eso, se cuestiona todo el tiempo.

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También hay algo en la construcción del personaje de Cristy en lo que no quería caer. No me interesaba que ella genere morbo, entonces me parecía divertido que ella sea una persona sensual y erótica, pero al mismo tiempo medio neurótica y muy cerebral, entonces el personaje se encuentra en escenas hots pero no desde un lado pornográfico, sino que está ahí sobre analizándolas, ahí es cuando el lector no se queda solo con la parte sensual de Cristy sino con lo que le pasa, ve y siente.

Hablemos de cómo está narrada esta historia. Parece un guión cinematográfico. ¿Cómo fue el proceso creativo?

Al estudiar cine las ideas de posibles guiones siempre están ahí, sin embargo, hacer películas es más difícil de llevar adelante, en ese sentido, la literatura ayuda a poder bajar esas ideas a tierra, que no queden en el aire sin ejecutarse. Para esta historia pude trabajar algo que ya tenía en la cabeza y así narrar desde diferentes formatos. Hay algo de esta novela que está escrita para adaptarse fácilmente a algo audiovisual, como bien dices. Las escenas funcionan de esa manera, con imágenes y es algo que me gusta.

¿Por qué decidiste integrar lo místico, desde lo espiritual y desde la magia?

Lo místico en sí es algo que me interesa desde adolescente, siempre tuve ciertas inquietudes espirituales y para mí la escritura es una forma de poder comunicar algunos procesos personales. Las cosas oscuras que pienso o vivo quizás no me interesan compartirlas tanto, pero sí lo que considero valioso. Es una cuestión que también relaciono con lo ancestral, con la naturaleza. Creo que la poesía en general es mística, nos recuerda la ritualidad de los actos cotidianos, como la poesía japonesa, que reflexiona los procesos de la naturaleza.

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