Música

10 años de ‘Shedding The Past’, la obra maestra de Shed

Los álbumes de house o techno no suelen apartarse mucho más allá del nicho que los comprende. El segmento de los álbumes de música electrónica suele estar dominado siempre por el eclecticismo, además de una muestra de sonidos novedosa y quizá extraña para la gran masa. Aphex Twin, DJ Shadow, UNKLE, Burial, The KLF, Motorbass, entre otros, han alcanzado un notorio reconocimiento por sus trabajos en largo o selecciones trascendentales a nivel electrónico, estando casi al mismo nivel de composiciones propias de la música popular. También existen casos aislados como los de Daft Punk, LCD Soundsystem o Bjork, donde hasta cierto punto fueron la alternatividad dentro del gran mundillo de la música anglo.

Y es en la década del 2000 donde un alemán, nacido bajo el cobijo de la cortina de hierro y la Alemania Democrática, saca a la luz uno de esos álbumes que se opone a la premisa del párrafo anterior, un álbum netamente de techno. Lleno de influencias y evocando un pasado cargado de nostalgia, este LP sería el soporte de una corriente nueva en este género, bajo un sello naciente: Ostgut Ton, y el sonido de un club que recién se posicionaba: Berghain.

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Hardgroove, electroclash y mucho minimal –tal vez demasiado–, fue el marco del techno entre el 2000 y 2010. Muchos sellos de gran relevancia parecieron afincarse: Tresor, Gigolo, Kompakt y Drumcode le dieron todo el gusto a sus fieles seguidores, pero el house y el techno no ganaban grandilocuencia a nivel de crítica musical salvo ciertas excepciones. Una de esas excepciones, sin duda, fue Shedding The Past, a cargo de Shed, lanzado el primero de septiembre de 2008. Álbum que marcó una inflexión, un nuevo punto de referencia en torno a esto del techno.

René Pawlowitz, o Shed, Wax, EQD, Head High o un montón de alias más, empezó lanzando algunas producciones para un sello de tradición como el holandés Delsin, mientras también se abanderaba de la necesaria autogestión con su sello Subsolo. El gran salto vino a finales de la década con Shedding The Past, un álbum que irrumpía en un océano de minimal techno para todos los gustos. Hawtin se jactaba del éxito de la música digital, de su burbuja con M_nus, mientras Ben Sims maldecía esa moda que parecía eterna. En una entrevista con Little White Earbuds, Shed se refiere al nombre del álbum como un simple relacionamiento de su nombre artístico para el título del mismo, que en sí no es más que una compilación de sencillos grabados para Ostgut después de haber hecho un sencillo para el Berghain 02 de Marcel Dettmann. Pero el resultado fue grandioso.

Techno fundido con melancolía hacia referencias del pasado, con breaks, ambient, rave y rastros de un bombo noventero que le hacía falta a la década para sacudirse. Quizás los álbumes de nombres como Burial, Zomby o Flying Lotus estaban diseñados para momentos más contemplativos, pero este, por su parte, era para bailar y contemplar a la vez. Tracks como “Another Wedged Chicken” rememoran un compás de techno pretérito, añorando otros días; “Slow Motion Replay” presenta unos deliciosos breaks enmarcados en una pista cercana al chillout; “ITHAW” y el percusivo deje del dub techno a pleno; y “Sweep Dreams”, un “dreamy” crescendo de techno melódico. Toda una paleta de sonidos que brindaba una sensación de libertad y alternancia al tedio de la tendencia minimalera.

Mas allá de su contenido como pieza musical, fue el primer álbum de techno de un sello que ha definido un sonido de club hasta estos días. Ostgut Ton y Berghain presentaron esta magnifica carta al circuito de la música under y ello permitió afianzar un nombre, permitiendo que artistas como Marcel Dettmann, Ben Klock, Len Faki o Steffi sean hoy estrellas por el lugar donde empezaron a emerger.

Más allá del rigor al escribir, puedo decir que este disco también es especial por la forma en que llegó a mí. Por ejemplo, Lifestyles Of The Latop Café, de The Other People Place, o Dimension Intrusion de F.U.S.E., son álbumes que aprecio muchísimo, pero que me llegaron mucho tiempo después de ser lanzados. Shedding The Past llegó a mí cuando era miembro activo de blogs, foros y descargas. El mismo mes que fue lanzado lo obtuve a través de esos gestores directos de descargas –con algo de vergüenza lo admito– y se quedó para siempre como una especie de “piedra angular” de mi vida. Para alguien que más que el clubbing y las rutinas de fiesta, quiere escuchar algo bueno y nutrir su gusto a partir de estos artistas llenos de creatividad y que desafían lo establecido, Shedding The Past se convirtió en una obra invaluable y que nunca deja de sorprender. Una visión atemporal de la verdadera música techno, como se afirma al final de “Waved Mind + Archived Document”.

Ya son 10 años. Gracias, René.