En los últimos años nos hemos dado cuenta de que la idea del amor romántico entre dos personas no es el único al que tenemos acceso. Este tipo de amor está construido sobre las bases de un imaginario colectivo que se transmite a través de narraciones, principalmente dadas por la familia, que nos hacen creer que es lo único correcto. Un buen ejemplo de estas narraciones que sostienen el mito del amor romántico son los roles de género, en donde lo masculino es lo dominante y lo femenino es lo sumiso. El poliamor nace en el siglo XIX en los movimientos feministas, anarquistas y comunistas, como una idea de amor libre en donde se trata de romper con este esquema normado para salir de la opresión atribuida a las relaciones monógamas y al matrimonio.
Es importante entender que hay más de una forma de llevar el poliamor; todo depende de las estructuras que los integrantes formen. Este tipo de relación, según un estudio de Laura Santiago Álvarez, es “la posibilidad de establecer múltiples relaciones afectivo-sexuales de modo igualitario y consensual”, es decir, tener una relación o conexión con varias personas y que todas estén enteradas de este hecho. Al leer y comprender la definición de lo que es el poliamor es normal que nos salten diferentes dudas, ya que es algo fuera de lo que siempre nos han dicho que es “normal”.
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Para resolver nuestras dudas le hicimos diez preguntas a Alejandro Torres, un psicólogo, psicoterapeuta, maestro en educación y fotógrafo que llevó una relación poliamorosa.
VICE: ¿Qué es un poliamor?
Alejandro: Yo creo, desde mi experiencia y también con la experiencia de la gente con la que trabajo en terapia, que cada persona debería definir SU POLIAMOR. Creo que la experiencia del poliamor es muy personal, pero pienso que sí hay dos ideas que son muy importantes. La primera es que las personas somos capaces de vincularnos sexoafectivamente con más de una persona al mismo tiempo y esto choca con el paradigma que tenemos de cómo deberían ser estos vínculos. Por otro lado, el poliamor es una postura, una ideología sobre cómo se pueden dar los vínculos entre personas, y esta postura definitivamente va en contra del amor romántico. Entonces, por un lado es un concepto de diccionario y por el otro es una experiencia humana.
VICE: ¿Cómo funciona un poliamor?
Alejandro: Creo que se puede vivir el poliamor dependiendo de qué tanto te asuste. Siento que muchas personas se pueden asustar de un poliamor, pues implica sostener al menos dos vínculos sexoafectivos importantes al mismo tiempo. Creo que es normal que esta experiencia te dé miedo y que te desafíe todo lo que tienes construido; es algo que necesita empezar de cero. Es importante apoyarse, darse tiempo para conocerse, explorarse y aclararse. No asustarse y desde el principio establecer una ética personal de tal manera que no salgamos lastimados o afectados… Que finalmente vamos a salir así de cualquier relación, pero es importante poner reglas claras.
VICE: ¿Cómo fue que entraste a un poliamor?
Alejandro: Me ocurrió que reconocí que podía sentir amor por dos personas al mismo tiempo. Lo que a mí me ayudó fue que a estas dos personas les pasaba lo mismo, entonces eso nos dio la oportunidad de experimentarlo. Pero yo creo que es algo de todos los integrantes para que se mantenga y se sostenga.
VICE: ¿Cuando andas con varias personas, hay alguna preferencia hacia una de ellas? ¿Cómo se maneja esto?
Alejandro: Aquí lo que pasa es que nos imaginamos problemáticas posibles, pero hasta que estemos allí vamos a descubrir cuáles van a ser y cómo vamos a reaccionar al respecto. Celos, competencia, eso va a suceder. ¿Por qué? Porque vemos que hay un sistema, el cual se puede ver en las familias, en los padres con multihijos, en los trabajos… Claramente no es el mismo tipo de relación pero existen este tipo de fenómenos en cualquier tipo de vínculo. Creo que lo importante aquí es cómo se manejan estas competencias o celos. Es importante no tenerle miedo a este tipo de expresiones o fenómenos porque suceden y emergen cuando la conexión lo pide. Si se superan, la relación va a crecer. Puede pasar de todo: puede que te guste más una persona que la otra, que te encariñes más con una que con otra, con las dos o con ninguna, ¿sabes? Literal todo puede pasar. Creo que lo que da miedo es estar en la posición en donde te sustituyen, te cambian, te comparan… siento que eso es algo muy normal en cualquier relación.
VICE: Un poco relacionado con lo anterior: ¿Los celos son válidos? ¿Cómo se manejan?
Alejandro: Wow, okey. Esta pregunta me parece súper buena. Los celos son permitidos, son expresiones que las personas tienen muy vetadas y que las ven con mucho tabú, pero lamentablemente si estos no se expresan y no se hablan, jamás se van a superar. Entonces, yo creo que los celos son súper importantes y si no se puede hablar de ellos en tu relación, sea cual sea, pues pregúntate qué es lo que pasa con ustedes. Es vital hablarlos, al final del día porque van a expresar nuestros límites. Ponle que pueden expresar la clásica inseguridad que tienes, pero también inseguridades que tienen que ver con otra persona o la relación. Siempre el celo, el conflicto y la duda es esencial que se expresen porque van a ser guías para saber cómo está la cosa. Ya dependiendo la necesidad encubierta de cada quien te va dando la posibilidad de suplirlo o solucionarlo con algo.
VICE: ¿Cómo ves la responsabilidad afectiva en este tipo de relaciones en comparación a una normada? ¿Cambia mucho?
Alejandro: Pues fíjate que yo creo que hay que ser muy responsables con el afecto ajeno y con el propio. El poliamor es algo que desafía a la norma por completo, y las normas son eso que nos da cierta seguridad. Cuando le agregamos un vínculo más a la ecuación se va a hacer algo todavía más complejo, entonces la responsabilidad afectiva todavía es algo en lo que se necesita trabajar más porque en el poliamor estas personas que sienten seguridad en poseer, no lo van a encontrar. Allí más que nunca vamos a entender que nadie le pertenece a nadie y puede ser un trabajo bien duro para muchas personas. Hay que recordar que no todo el mundo tiene que pasar por eso.
VICE: ¿Hay algún límite de parejas?
Alejandro: Hay muchas personas que se han dedicado a priorizar o teorizar el poliamor y, dependiendo el enfoque, yo creo que te guías. Más que nada se habla de estructuras y dependiendo las estructuras se ve la cantidad de integrantes, cómo están entrelazados y la propuesta de cómo se van a relacionar. Por ejemplo, hay de tres (hace un triángulo con sus manos), ¿no? Y son cerrados, o sea que todos los miembros tienen una conexión. También está de la dos, pero estos tienen sus ramificaciones aparte. Puede ser de cuatro, en donde hay dos personas implicadas y así. Creo que aquí lo que hablamos de la responsabilidad afectiva o la responsabilidad en general es súper importante porque, yo no sé si es solo del poliamor o de las relaciones normadas, creo que como tú manejes tus compromisos, tu libertad y tu responsabilidad va a generar en ti una ética propia de cuánto es lo que puedes controlar, hasta cuándo es solo un enamoramiento y cuándo se convierte en un compromiso. Porque un compromiso implica ceder tiempo, espacio, privilegio personal y nos comprometemos porque vale la pena para nosotros, entonces revisar con quién y cuándo te hace ser constante y te va a decir dónde y cuántos o cuántas.
VICE: ¿Cuál es tu visión del amor?
Alejandro: Uffff, es que es muy fuerte. Yo creo que es una experiencia biopsicosocial y ya si tú le quieres agregar espiritual, política, etc., se hace todavía más complejo pero es válido. Porque al final del día todo es un sentimiento, una experiencia, un estado; es muchas cosas y cada una de estas tiene su propio modo de discutirse y de observarse, y al mismo tiempo cada de estas partes integran la experiencia amorosa. Se me hace algo súper fuerte como algo biológico, como algo psicológico, social y lamentablemente algo político. Y el poliamor, para bien o para mal, viene a desafiar esa parte política de lo que ha sido aprobado o normado, de lo que debería ser en los afectos humanos. No sé si las leyes y la sociedad están allí para poder abrazarlo o incluirlo, yo creo que no.
VICE: ¿Cómo ves la comunicación asertiva en este tipo de relaciones? ¿Se complica? ¿Se facilita?
Alejandro: No, yo creo que es súper necesario ser asertivo y trabajarlo. Creo que todo lo que has preguntado son los requisitos para tener un poliamor. O sea, para experimentarlo no lo necesitas porque cualquiera lo puede hacer y realmente es mucho más común de lo que crees. Yo no creo que sea un amor en jerarquías, sino que son relaciones diferentes y se complementan con diferentes formas. El hecho de que sea con más de dos personas no significa que la persona esté vacía, sino que realmente existe este amor de flechazo entre dos personas, entre tres. Por eso yo creo que los antiguos veían a Cupido como bien travieso, porque uno no elige de quién se enamora ni cómo se expresa este amor. Yo lo vería como un juego en donde se te van dando más herramientas.
VICE: ¿Tienes algún tip para alguien que quiera empezar a experimentar en este tipo de relación?
Alejandro: Si lo van a experimentar, que no tengan miedo y que si sienten miedo igual lo hagan; que este sea una herramienta de guía y no algo para que se frenen. Que se den cuenta hasta dónde es fantasía y hasta dónde es una realidad posible porque, lamentablemente, yo creo que las relaciones sí tienen la capacidad de lastimarnos bastante. Entonces, definitivamente, creo que si le vamos a subir de nivel a la casa tenemos que ver que las bases estén bien fundamentadas.