La representación de la comunidad trans en el cine de autor logró pisar fuerte durante los últimos años. Por fuera del circuito mainstream y el discurso hegemónico, salieron a la luz películas que visibilizan el amor y el despertar sexual en personas transgénero. Narrativas sensibles y poéticas alejadas de una mirada cisnormativa. Historias donde la búsqueda de la identidad y el amor se cruzan en un mismo relato.
Cuando hablamos de la visibilidad de la población LGBTIQ+ en las pantallas también debemos reflexionar sobre cómo se presentan los personajes, la perspectiva de la narrativa y el punto de vista de la cámara. Construir un cine que logre representar a las identidades disidentes y a los cuerpos en tránsito no es solo un desafío para los realizadores, sino también para toda una sociedad. Porque el cine es un reflejo de ella.
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Las películas elegidas para esta guía cinéfila de amor trans refuerzan la idea de que todo género es performativo y se construye a partir de las prácticas sociales. Además, coinciden en que sus protagonistas recorren algunos escenarios de opresión y otros de contención. Allí sus vínculos sexo afectivos cumplen un rol indispensable. Como espectadores profundizamos en las emociones que atraviesan los personajes durante sus procesos de transición y en las violencias cotidianas que reciben. Pero sobre todas las cosas, nos sumergimos en un elemento fundamental de la trama: el amor.
1 – La balada de Genesis y Lady Jaye de Marie Losier
El documental narra la historia de Genesis P-Origel, artista de culto, performer y música experimental, y su amada, Lady Jaye. El relato tiene un objetivo claro para sus protagonistas: llegar a ser idéntico a la persona que uno ama. Imágenes inéditas y archivo fílmico construyen un registro de amor surrealista y poéticamente subversivo. Luego de su casamiento en 1995, la pareja se embarcó en el Proyecto Pandrógino, la creación de una sola entidad que trasciende el género. Ambes se sometieron a una transformación física a través de la modificación corporal y hormonal. El día de San Valentín de 2003 tuvieron una cita romántica en el quirófano. Se realizaron varias cirugías en todo el cuerpo y empezaron a vestirse de forma idéntica hasta fundirse en una sola identidad. “Quiero ser recordada como uno de los grandes romances de la historia”, dice Genesis en La balada de Genesis y Lady Jaye.
2 – Laurence Anyways de Xavier Dolan
Laurence, profesor de literatura, le confiesa a su novia, Fred, que siempre se ha sentido mujer y quiere iniciar la transición de género. Ella decide acompañarlo en un largo y profundo proceso. El relato narra la progresiva transformación del personaje y los cambios que atraviesa la relación. La película transcurre a lo largo de los noventa y termina en el cambio de milenio. Es una historia de amor incondicional y de total entrega al vínculo. Aunque, a veces, aceptar el cambio no es tarea sencilla. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por el otro? Podemos amar a nuestra pareja pero no querer acompañarla en su transición. Pero también, podemos aprender a amar su total metamorfosis.
3 – Tomboy de Céline Sciamma
Laure es una niña de diez años que tras mudarse con su familia a un barrio en las afueras de París decide presentarse como Michael ante sus nuevos compañeres. Dentro de su nuevo escenario, el personaje vive diferentes situaciones en las que explora su género y sexualidad. La búsqueda de su identidad toma fuerza cuando conoce a Lisa, una chica de su edad por la que siente una fuerte atracción. Laure expresa mediante la performatividad las conductas asociadas al género masculino en su nuevo entorno social. Uno de los motores que guía al protagonista es su deseo por Lisa. El despertar sexual es un elemento fundamental en esta historia de amor. Es un portal revelador para el protagonista.
4 – Lingua franca de Isabel Sandoval
Olivia es una mujer trans filipina que necesita obtener su tarjeta de residencia en los Estados Unidos para sobrevivir al sistema opresor durante la presidencia de Trump. La protagonista trabaja como cuidadora de una anciana rusa con demencia. La historia de amor nace cuando ella conoce a Alex, el nieto de la anciana. Los personajes se atraen desde el primer encuentro y deciden comenzar una relación amorosa. El conflicto aparece cuando Alex, varón cis, cuestiona su masculinidad tóxica al enamorarse de una mujer trans. A pesar de los desencuentros, el amor no se detiene y la relación avanza. Las escenas de sexo son abordadas desde una perspectiva de género muy acertada. Un dato para resaltar es que la dirección está a cargo de una cineasta trans que no solo tomó el desafío de dirigir y escribir, sino también de protagonizar la película.
5 – Wild Sade de Sébastien Lifshitz
A través de los ojos de Stéphanie, una mujer trans, trabajadora sexual, recorremos esta historia poliamorosa. Una relación de amor y amistad entre ella y sus dos compañeros de piso en París. Uno se llama Djamel, un norteafricano, bisexual y trabajador sexual, y el otro Mikhail, un inmigrante ruso que trae consigo las secuelas de la guerra de Chechenia. Todo se complica para los tres cuando Stéphanie recibe la noticia de que su madre está muriendo y decide reunirse con su familia acompañada por sus dos novios. Una narrativa sensible que utiliza el recurso del flashback para conocer a los personajes y sus primeros encuentros amorosos y sexuales. Si hay algo que sostiene a este vínculo triangular es el respeto, la responsabilidad emocional y la contención. Un relato que nos recuerda que el amor trasciende las normas de una sociedad hegemónica.
6 – Ma vie en rose de Alain Berliner
Ludovic tiene siete años y una convicción firme: quiere ser una niña. A lo largo del relato lleva adelante su deseo sin importar el rechazo de su madre y su padre, y las burlas de su entorno social. La ternura y la valentía del personaje nos envuelven en una narrativa visualmente poética. Además, el sueño de Ludovic es casarse con Jerome, el hijo del jefe de su padre. Las miradas que cruzan los personajes revelan un verdadero amor de la infancia. Ambos no tienen dudas de lo que sienten y un día deciden jugar a su propia boda. La película refleja el deseo genuino de les niñes. Por eso, apoyar la transición desde el primer momento de identificación también es un acto de amor.
7 – Something must break de Ester Martin Bergsmark
El romance entre Sebastian y Andreas está atravesado por la transición de género y la salida del clóset. Las primeras miradas, intensas y potentes, reflejan el deseo latente entre ambos. Pero a medida que el relato avanza, los desencuentros empiezan a tomar forma. Andreas es un varón heterosexual, que pone en duda el vínculo tras cuestionar su sexualidad. Mientras que Sebastian gana terreno en la transición de su nueva identidad como mujer: Ellie. A pesar de la tormenta, los personajes no pueden evitar la pasión que sienten por el otro. En uno de los diálogos más poéticos, Ellie dice: “Su olor tiene algo que me asusta. Si llegara a conocer todos los rincones de su cuerpo y siguiera hasta entrar, nunca encontraría la salida. Si encontrara un hogar en él, me perdería por completo”.
8 – Boys don’t cry de Kimberly Peirce
Basada en la historia real de Brandon Teena, un chico trans que fue asesinado brutalmente por motivo de transfobia, en Nebraska, en 1993. El protagonista adopta su identidad masculina y se enamora de Lana Tidsel, una chica que conoce cuando se muda a Falls City. Los personajes empiezan un romance mientras la trama desarrolla una serie de eventos dramáticos. Una escena crucial sucede cuando Brandon es arrestado por falsificar cheques y retenido en el pabellón de mujeres. Lana, quien se encarga de pagar su fianza, indaga por primera vez sobre la identidad de su pareja. Un relato hostil de amor y tragedia.
9 – Mi amigo de faro de Nana Neul
El día que Mel conoce a Jenny empieza a construir una relación con ella asumiendo la identidad de un varón. Sin embargo, el protagonista decide guardarlo en secreto y el tema se convierte en el principal conflicto de la trama. La historia narra el despertar sexual y la búsqueda de identidad de Mel. No podemos negar las similitudes narrativas con Boys don’t cry. Aunque en este caso el desenlace es menos desgarrador.
10 – La chica danesa de Tom Hooper
Basada en una novela escrita por David Ebershoff, La chica danesa transcurre en Dinamarca en los años veinte. El pintor Einar Wegener se siente mujer y decide empezar la transición con el apoyo de su amada, Gerda. La película narra uno de los primeros casos de reasignación de género. Con una puesta en escena bellísima y un arte de época, el relato recorre la transformación de Einer en Lili y la experiencia de Gerda ante ese cambio. Juntos emprenden un camino que no será fácil de transitar.
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