Música

21 años de ruido y resistencia: una charla con Ignacio Pineda del Multiforo Alicia

El 91-A de Avenida Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, no es un lugar cualquiera. Esta dirección en la colonia Roma alberga desde hace 21 años un espacio cultural que ha aportado mucho a los diversos panoramas artísticos del país: el Multiforo Cultural Alicia.

Este laboratorio de culturas subterráneas inició en diciembre de 1995 bajo un enfoque autónomo, autogestivo y de resistencia. Gracias a la intervención de un grupo de amigos (los primeros Alicios), un local de dos niveles pasó de ser un taller de motos a un bastión cultural donde se han desarrollado obras de teatro, performances, ciclos audiovisuales, conferencias, presentaciones de libros y conciertos, miles de conciertos.

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Pero el tiempo merma y de aquellos primeros gestores solo uno ha resistido las dos décadas, aspecto que lo ha convertido en un referente de la escena musical nacional. Además, aún se le ve trabajando en cada evento con un característico sombrero de ala corta. En realidad, todas las escenas musicales del país tienen una deuda directa con este foro y con esta labor de dos décadas. No por nada es un referente tan inmediato y tan estandarizado en la práctica de la gestión cultural independiente en México.

Hablamos de Ignacio Pineda “Nacho”, actual cabecilla del recinto que tomó su nombre del famoso libro de Lewis Carrol y de una radio italiana de finales de los 70. Por todo lo que ha visto y oído, charlamos con él sobre centralización cultural, el News Divine, su vida personal y del lugar dónde se han parado muchas de tus bandas favoritas.

Noisey: De entrada, ¿cómo ves el panorama musical actual?
Nacho Pineda: Las bandas están tocando muy bien. Hay un movimiento musical bastante potente, creativo. Pienso que a partir de toda esta generación que se ha dado de dos años para acá, se está viviendo quizá la mejor época de rock en la Ciudad de México. La época de oro con todos los movimientos que veo que están pasando. Lo que se está haciendo con tantas escenas, tantos géneros y las bandas cada vez tocan mejor; los músicos ahora no son un rollo de hobby. Son chavos que están saliendo de la escuela, estudiando música, son músicos con una capacidad impresionante.

Dentro del movimiento musical ¿qué tal está la situación de los foros?
La cuestión de los espacios es muy complicada. Hay muchas bandas pero el problema es que no hay espacios, y los espacios que hay son muy chiquitos, semi-clandestinos o sin infraestructura. Es terrible. Hay que hacer lo contrario: armar espacios bien hechos a nivel de equipo para que las bandas se escuchen y puedan crecer. Lo bueno de tocar en un lugar donde hay equipo es que las bandas se oyen, oyen lo que están haciendo. No llegan a ensayar, están viendo lo que son capaces de hacer. A los espacios hay que impulsarlos, hay que darles apoyo.

La ley ya aceptó a los espacios culturales independientes, ahora falta aterrizar ese tipo de ley, quién la va a armar. Si se la dejamos a los asambleístas, a las autoridades, ellos van a dar su visión de lo que es un espacio cultural. Lo que nosotros vamos a proponer es hacer mesas de trabajo con los asambleístas, con los constituyentes que la metieron, con las autoridades de cultura y con los espacios culturales, principalmente los que conforman la CECI (Coordinadora de Espacios Culturales Independientes). Hay tanto movimiento musical en la Ciudad de México que en cada delegación, no solo en el Centro, debería haber 5 o 6 espacios haciendo actividades culturales.

¿Entonces ya se está formulando la propuesta de ley?
Ya está dentro, ya fue aceptada. La nueva constitución ya aceptó, ya hizo un artículo referente a que los espacios culturales se puedan normar de otra manera. Hoy estamos normados como centros nocturnos, restaurantes. Con esta nueva ley, vamos a ser aceptados como espacios culturales. Esto va a echarse a andar a partir de septiembre para delante.

¿Qué beneficios les va a traer el cambio de visión ante la ley?
Como centros nocturnos te piden requerimientos de ambulancia, cámaras, policías, seguridad privada. Un montón de requerimientos que dices ¿para qué?, que cuestan dinero. Un espacio que esta todo legalizado tiene que pagar ocho o diez permisos, y son permisos elevados. Lo que estamos pidiendo nosotros es que algunos requerimientos no se nos pidan, como lo de un estacionamiento más grande que los espacios, tener una patrulla privada, una ambulancia, paramédicos… más burocracia. Parece que les dan miedo los chavos, y siempre te argumentan que no quieren que pase lo del News Divine.

Pero nosotros les recordamos que la tragedia, el siniestro del News Divine, no lo ocasionaron los jóvenes, lo ocasionó la policía para poder así lograr extorsionar a los jóvenes. Cuando la policía detecta que es un lugar dónde venden alcohol y hay menores de edad, lo que hacen es cerrar las puertas y no permitir la salida. Ese fue el accidente que se generó: al cerrar la puerta los muchachos se abalanzaron y se aplastaron.

A partir de eso hubo un seguimiento a otros foros.
A cerrar lugares en todos lados. Nosotros sí queremos estar dentro de la ley, queremos cumplir con nuestras obligaciones pero de repente te piden requerimientos de desechos de agua, desechos sólidos, estudios ambientales, de plásticos, de aguas residuales. ¿Para qué te piden un estudio de aguas residuales? ¿Qué caso tiene? Te cuestan una lana todo ese tipo de requerimientos.

Es burocracia que no permite que la cultura pueda crecer en la ciudad. Nosotros creemos que si los espacios culturales ahora son permitidos y apoyados, se va a dar un movimiento cultural impresionante. Hay tantos habitantes en la Ciudad de México, la mayoría jóvenes, que tiene que salir una propuesta cultural interesantísima; que las delegaciones cómo Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, la parte de Tacubaya, Iztapalapa, las zonas más marginadas, tengan derechos a sus espacios culturales. ¿Por qué deben estar los espacios rockeros en una parte determinada, en la Roma o Condesa?

Desde que empezó el Alicia ¿la centralización ya era notoria?
No. Cuando iniciamos el Alicia la colonia Roma era medio deshabitada, venia de un terremoto. Tú pasabas por algunas calles y veías los edificios en ruinas, desechos, escombros. Cuando inicia el Alicia, mucha gente no quería vivir por aquí porque era la parte afectada. El Alicia fue el primer espacio en esta parte de la ciudad que poco a poco se fue poblando; la gentrificación llega, muchos espacios tienen que salir, los vecinos tienen que salir, llegan espacios más de moda, más de plata. Quieren hacer de la colonia Roma un pequeño lunar de una ciudad bonita y es mentira, tú caminas alrededor y está terrible.

Pero de pronto nos tocó un movimiento especial en el Alicia a principios de los dos mil, fue muy explosivo. La nueva generación de pantalones guangos, botas, tatuajes, piercings, pelos teñidos. Se comenzó otro sujeto social dentro de la colonia Roma; comenzaron a llegar grafiteros, gente que hacía stickers, patinetas, fanzines. Fue un movimiento muy interesante que hay que estudiar, rompedor.

Ideológicamente ¿cómo ves actualmente a los chavos?
Muy fresas. Están en un rollo totalmente fresa, en el consumo. En lugar de generar, de hacerlo juntos, prefieren irse a un espacio cómo el Foro Sol y pagar un boleto carísimo.

¿Qué hace falta para revertir eso?
Lo que nos hace falta es de pronto tener proyectos y armarlos. La colonia Roma de pronto ves que hay edificios, departamentos que hacen performances, obras de teatro, poesía, pero es un rollo ‘frenzy’, hay que movernos un poquito a las afueras. Y va a pasar, la Roma ya es muy cara. ¿Qué es lo que va a hacer la pandilla? Irse a la Doctores, a la Obrera, a colonias más económicas. La gente se está yendo para allá. El movimiento cultural en la Ciudad de México nadie lo va a detener. Ni las autoridades ni nadie. La gente tiene ideas, quiere hacer cosas y poco a poco va a encontrando su camino.

¿Cuál es la época más difícil que ha enfrentado el Alicia?
El Alicia respira. Mucha gente de otros espacios hace lo que hacemos nosotros, como que el modelo a seguir es el Alicia. Los problemas más grandes han sido con algunas autoridades; de pronto te piden trabajar con ellos, no aceptas y lo que hacen es clausurarte. Cuando tú le dices al poder que no, el poder va y te cierra. No tienen un respeto por nuestro trabajo, lo que hemos hecho, y las bandas y artistas con los que hemos trabajado. Se creen los dueños de la ciudad. No trabajas con ellos y es sinónimo de “te vamos a cerrar”.

Retomando lo de la ley para espacios culturales, favorecerá para dejar de pensar en éstos cómo lugares donde solo se dan talleres.
Exacto, quitar esa idea tonta. De pronto las autoridades se espantan por la venta de cerveza o alcohol en un lugar, pero si tú vas a un teatro a Estados Unidos, Canadá o Europa, venden alcohol. Si tú vas a una universidad en Estados Unidos o Europa, dentro de las universidades hay bares. No está peleado que la gente se pueda tomar una copa de vino, una cerveza, un alcohol, con la educación. De pronto somos medio conservadores, medios mochos con lo que es la cultura.

¿Alguna vez has tenido algún quiebre? Pensar que el Alicia ya fue.
En eso estamos porque ya son 21 años.

¿Si crees que habrá un final o un cambio de generación?
Si los compañeros, el colectivo, ellos quieren retener el proyecto, yo feliz.

¿Has pensado en retirarte?
Yo sí, sí me gustaría. Ya hice lo que me tocaba, ya me divertí, ya me tomé lo que me tocaba, ya me fumé lo que me tocaba. Yo creo que ya hicimos lo que nos tocaba.

¿Y qué te gustaría hacer después?
Escribir. Ponerme a caminar y escribir. Son cosas que se guardan, son 21 años que has visto. De pronto ves cómo hay personajes importantísimos para la escena, para una novela o un cuento. La literatura es abierta, es ponerte a escribir y salen las historias. Si te pones a escribir y te pones a hacerlo, sales cosas maravillosas.

Eso sería algo que quieres hacer…
El Alicia te toma mucho tiempo, hay que trabajarlo 18 o 19 horas al día para que pueda funcionar en los proyectos, eventos, programaciones, en las redes. Para que un espacio este abierto tienes que trabajarlo todo el tiempo. No puedes pararlo porque pagamos sueldos, somos, 16 personas, todos cobran. Pagamos rentas y a las bandas se les paga. No puedes parar si no tienes una inversión que tienes que pagar.

¿Has cambiado tu vida personal por el Alicia?
Sí, claro. Todos lo hemos seguido, hemos dejado nuestra vida personal por trabajar en esto.

¿Piensas en algún momento formalizar algo más, hijos o algo así?
No. Somos vagos, nos gusta ser vagos.

¿Tu familia son los Alicios?
Ellos lo saben. Yo vivo solo en una casa con dos perros. Mi única familia son los Alicios.

¿Cuánto le das a tu tiempo en el Alicia?
Lo que vaya a durar.

Y de esas cosas que has vivido alguna que recuerdes…
Hay muchas cosas. No me voy tanto con las anécdotas importantes sino con la vida cotidiana.

Lo del EZLN….
Fue un momento divertidísimo, muy creativo. Fue una explosión en la ciudad. Los chavos querían un cambio, se hicieron muchos movimientos a nivel callejero, muchas bandas tuvieron una postura política. Esperemos que en estas próximas elecciones dónde va a haber un fraude y que no se le va a permitir a alguna gente su voto, que la gente salga a la calle y lo demande. La ciudad de México va a ser un centro muy importante y en todo el país. Lo que se viene en dos años va a ser terrible y maravilloso.

Cosas terribles que van a producir cosas grandes, artísticamente hablando.
El Estado, lo que hace, es desgastar los movimientos. Sabe moverlos, manipularlos. Se pone muy caliente al principio y se va dosificando. A veces también somos partes del juego del poder, pero en una de esas se les va a escapar: va a haber tanto muerto en la calle que a ver quién lo para, va a haber tanta rabia en la calle que vamos a ver quién la detiene.

Y se nota más en comunidades de la periferia de la ciudad.
Y del país. En Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Veracruz… para mucha gente ya comenzó la insurrección. Nochixtlán, los 43, Chiapas, ellos ya están en un movimiento de insurrección. Nos falta a nosotros, el resto del país, al centro y el norte, responder. Esto se va a poner muy interesante. La crisis económica no la van a poder detener: ya no hay petróleo, ya no hay dinero, ya no hay préstamos, el país está en bancarrota. Se viene algo fuerte.

¿Y dónde nos podemos resguardar de todo eso?
En la resistencia, la organización y la cultura. No es un juego lo de organizarnos, es necesario. Como artistas, trabajadores, amas de casa, maestros. Todos juntarnos, organizarnos. Por ahí va a ser la respuesta.

¿Cómo alentarías a los chavos a tomar acción?
Que lean. Leyendo aprende uno; que vean los periódicos, que vean los noticieros, que salgan a las calles. No toda la ciudad es la colonia Roma ni la Condesa, bueno fuera… entre comillas, porque dentro de la Condesa y la Roma hay cosas muy rudas: muchos asaltos, inseguridad, muchos secuestros, mucha droga, mucho control de la mafia. Aparentemente es bonito pero si le metes y le rascas salen cosas rudas.

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