Hay bandas que nada, absolutamente nada las detiene. Algo así le sucede a la Sekta Core. Hoy, este proyecto de Atizapán de Zaragoza, Estado de México cumple 25 años de carrera musical, sin parar, sin dejar de tocar y sin dejar de ser fuertes por todos lados a los que llegan con su música.
Su legado se sabe dentro y fuera del país gracias a su ska core plagado de terror, ímpetu y realidad, que se desborda en su discografía de doce producciones en total: Demos (Una noche en la colonia y Terrorismo kasero!), Splits (con La Royal Club), grabaciones en vivo (UnidadxLealtadxComunidadx y Ser fuertes en el Alicia), EPs (Evil 6 y Honor 6) y álbumes de larga duración (Morbos club, Infierno, ¡Con fuerza!, Bestias vs Hombres y Violencia 6).
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La Sekta Core, como la gran mayoría de los grupos más populares y ligados al ska mexicano, inició presentándose en su lugar de origen (Estado de México), en el Foro Alicia y en los conciertos masivos que se organizaban en los años 90 (muchos de ellos en Ciudad Universitaria), en una explosión que combinaba música, baile, desconcierto, juventud, identidad, rebeldía, esperanza, entre otras cosas.
Actualmente Miguel Rizo “El Comandante” y Jorge “Chapo” Salcedo son los únicos integrantes originales que siguen al frente de la banda más potente de ska hecho en México. Incluso, y en distintas ocasiones, han llevando su sonido a Europa, Estados Unidos y algunos países del Continente Americano.
Por tan magna celebración, y ya que difícilmente se cumplen 25 años de trayectoria, Miguel Rizo, baterista de esta pionera agrupación que apareció en la escena mexicana de rock décadas atrás, nos cuenta algunas cosas sobre la historia que ha cosechado la Sekta Core.
A partir de aquí, habla Miguel.
La Sekta de Atizapunk
Todo se remonta a nuestro natal Atizapán de Zaragoza. La primera etapa del grupo inició cuando conocí a Jorge “Chapo” Salcedo. Los dos estudiábamos en el Centro Universitario Atizapán. Yo llegué a esa escuela después de que me corrieron del Instituto Zaragoza, el cual es un colegio religioso donde teníamos que ir a misa. Nos hicimos amigos en un taller de música que había ahí. Chapo estudiaba la secundaria y yo cursaba la prepa. El taller lo impartía el profesor Rafael Chávez, una gran influencia para los dos: nos ayudó a formar la banda y a tener más o menos una idea de lo que es tocar un instrumento. Como dato curioso, tanto Chapo como yo entramos a ese taller a tocar batería. Pero al haber muchos bateristas, Chapo decidió tomar la guitarra. Del taller recuerdo que nos ponían a interpretar canciones que no nos gustaban y decidimos comenzar a sacar nuestras propias rolas. Esto fue a finales de 1993. Ya para los inicios de 1994 teníamos nuestros instrumentos. Comenzamos a ensayar en mi casa, y poco tiempo después se nos unieron Felipe “Panda” Barragán (bajo) y Jorge Cotardo (voz). En marzo tuvimos nuestro primer toquin en la casa de nuestra amiga Daniela, en Atizapán. Comenzamos llamándonos Sekta, lo de Core se lo añadimos después.
Primeros brotes de Ska Core
Nuestras influencias siempre han sido muy variadas. Sin embargo, nos han marcado más las bandas que utilizan mucho las guitarras. Desde un principio nos gustó el sonido de Mano Negra, Negu Gorriak, Operation Ivy. También la movida más hardcorera como Def Con Dos, Rage Against The Machine, Slayer, Metallica, Warzone, Madball. Igualmente el punk español; Eskorbuto, La Polla Records, Parálisis Permanente. Así fue como decidimos mezclar lo que escuchábamos: esos grupos eran rápidos y eran de distintos géneros musicales. Comenzamos a hacer canciones de ese estilo. A nosotros nos gustó y creo que también le gustó a la gente. De hecho, eso nos diferenció muchos años de las otras bandas de ska mexicano, y a partir de ese momento surgieron otros grupos denominados como ska punk o ska core aquí en México.
Crónicas urbanas
Siempre nos ha gustado abordar temáticas sociales en nuestras canciones. Igualmente, alentamos a la gente a que crea en sí misma. Pero desde un principio, en nuestros primeros materiales hacíamos muchas historias de ficción como “El fantasma de la rana”, “El hombre eléctrico”, “Diperto”. Sin embargo, y de a poco, optamos por hacer temas más reales y crudos, ya que venimos de ciertos barrios o colonias donde vas al mercado, a la tiendita de la esquina y ahí escuchas el chisme, eso que recién pasó. Entonces, algunas de nuestras canciones, me parece que las pudieron haber escrito nuestros propios vecinos. Todos somos el reflejo de los hechos, de todo lo que sucede. Por eso mismo siento que mucha gente se identifica con lo que decimos.
Sean bienvenidos a la zona del terror
Nuestro estilo musical, al pasar los años, creo que se hizo más pesado. Esto se dio porque nos dimos cuenta que muchas bandas, en sus primeros discos y cuando son más jóvenes, suenan más hardcore. Nosotros vamos al revés: pensamos que conforme vas creciendo te vuelves más crudo, ya que pasas por más cosas buenas y malas que curten tu vida. Eso, por supuesto, se tiene que ver reflejado en nuestro trabajo: siempre que hacemos un nuevo material estamos muy contentos por la etapa en la que estamos pasando. Ahora, con el Violencia 6 nos sentimos muy ad hoc. Las temáticas que aborda el disco siguen siendo las mismas de hace muchos años. Pero eso tiene que ver porque el país sigue siendo el mismo boomerang. Canciones que hicimos en 1994 todavía siguen vigentes.
El club de los morbosos
El disco Morbos club lo titulamos así por los programas de televisión amarillistas, sensacionalistas y de nota roja que había en aquel entonces, allá por 1997-1998. Sino mal recuerdo esos programas los pasaban en horarios vespertinos, cuando las familias ya estaban en sus casas comiendo y viendo la tele. Me acuerdo de haber visto casos muy gore mientras comía; como el de un señor que no lo habían encontrado en varios días, y resultó que estaba dentro de su casa, pero ya en un estado de descomposición muy cabrón. Eso, al ser transmitido en la tele, creo que desensibilizaba a la gente: ya te daba igual encontrarte con algún muertito en la calle, ya estábamos acostumbrados a verlo del diario. Y eso sigue pasando, sigue siendo muy normal hoy en día. Por eso Morbos club representa todo lo que estaba pasando en aquella época. En eso nos inspiramos para que las canciones tuvieran un contexto en el cual estábamos viviendo. Algo que recuerdo mucho fue que en Atizapán, en algún periodo de los años 90 descubrieron una casa de los llamados narcosatánicos, quienes fueron muy famosos por sus rituales y sacrificios que, se dice, hasta llegaron a hacer ahí. Algunas veces llegamos a morbosear la casa. También por ese tipo de anécdotas que vivimos se nos ocurrió el nombre del disco. Y de hecho, cuando fue la presentación de Morbos club en el Salón México, hubo mucho desmadre para que la gente entrara al concierto. Hasta llegaron unos reporteros de Fuera de la ley a cubrir el evento.
De Sony Music a la independencia
En nuestros inicios era complicado hacer producciones independientes. No había forma de tener acceso a las grabaciones cuando aún eran en CD, la tecnología de punta en aquel entonces. De hecho, nuestros primeros Demos todavía alcanzamos a editarlos en casete. Entonces, para tener acceso a grabar con muy buena calidad, tenías que firmar con alguna disquera. A nosotros se nos dio la oportunidad y nos invitaron a participar en un proyecto que armó Sony Music llamado El Mazo, que era una apertura para las nuevas bandas. Fuimos aceptados por la disquera después de que les dimos un Demo de “La zona del terror” y también otro del Terrorismo kasero! Les gustó y, Miguel Campos, quien estaba de level manager, nos fue a ver tocar en vivo. Él nos firmó y nos apoyó mucho. Con Sony Music hicimos dos discos: Morbos club e Infierno. Morbos club lo produjo Iván Moreno. Aprendimos muchísimo a entender cómo funcionan las grabaciones, la tecnología, los samplers, las cajas de ritmo, las secuencias. Aún estamos muy agradecidos con él. Y el segundo disco, Infierno, lo produjo John Avila, bajista de Oingo Boingo. Él vino acá, a la Ciudad de México, y me parece que hicimos un gran disco con él. Estamos muy orgullosos de ese álbum. Esas son las ventajas que brindan las grandes disqueras: pueden pagarle a personajes de ese nivel. Toda esa etapa nos sirvió para darnos cuenta cómo se hacen las cosas. Pero también nos dimos cuenta que nosotros no éramos buenos para estar en un sello así: nos proponían muchas cosas con las cuales no estamos de acuerdo. En lugar de discutir preferimos hacernos a un costado: ellos necesitaban una banda que les dijera que sí a todo. Y no quiero decir que nos hayan intentado censurar o algo por el estilo. Al contrario: nos dejaron decir lo que quisiéramos en nuestras canciones. Pero ahora que estamos como independientes hay libertad en todos los aspectos y trabajamos en nuestro propio estudio llamado Zona del Terror.
Atlético Sekta Core
A lo largo de 25 años de carrera es complicado mantener una banda con los integrantes originales. Hoy creo que cuando estábamos chavos teníamos muchas cosas en común. Pero conforme uno crece también nuestras formas de pensar cambian. Sin embargo, lo que sí puedo decir es que, tanto Chapo como yo, que somos los fundadores de la Sekta Core, siempre nos hemos preocupado por tener una alineación congruente, una alineación inteligente que esté con nosotros porque principalmente quieren tocar y tienen un buen nivel para poder hacerlo. Poco a poco, creo, la Sekta Core ha intentado sonar mejor. Incluso siempre hemos hecho una analogía con el futbol: creemos que la gente que está aquí, de titulares, es gente que se empeña en asistir a los ensayos, que tiene muchas ganas de ponerse la camiseta del equipo.
La música es magia
En el presente son muchas las bandas que nos cuentan cómo alguna de nuestras canciones los marcó y los hizo formar un proyecto musical. Eso, en verdad, es algo muy chingón. Ahora más con 25 años que traemos en la espalda. Chapo y yo vemos las cosas en retrospectiva y nos da mucho gusto que la Sekta Core sirva como influencia. Eso mismo nos sucedió a nosotros con Maldita Vecindad o Tijuana No. Uno se da cuenta que la música tiene una cuestión mágica.
25 años de ser fuertes
Estamos muy contentos que este año se cumplan 25 años de la formación de la Sekta Core. Ya lo estamos celebrando y vamos a tocar por todo el país. También haremos algunos toquines por los Estados Unidos y trataremos de ir a Centroamérica y Sudamérica. Al mismo tiempo grabaremos unos videos de nuestro más reciente material, el Violencia 6. De hecho, ya grabamos el primer video de ese disco: “Lucha extrema”. Lo grabamos en el deshuesadero de autos de la empresa de lucha libre extrema, Zona 23, ubicado en Tultitlan, Estado de México. Próximamente lo estrenaremos. Pero este año, en lo que más nos enfocaremos es en estar tocando mucho. Para eso estamos haciendo un setlist de 35-36 canciones.
La pura verdura del ska core mexicano
Eso de “los padres del ska core mexicano” es algo que nunca buscamos ni que nos gusta asumirlo como tal. Simple y sencillamente somos una banda que tiene 25 años tocando, y a la cual le gusta el ska, el punk rock y el hardcore. Nunca nos ha gustado la competencia. Eso no ayuda mucho. Más bien: nos da mucho gusto que ahora haya más bandas haciendo música similar a la de nosotros y con mejor calidad que cuando empezamos a tocar.
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