25 años de ‘Wayne’s World’, la película de culto de los noventa

Decir que Wayne’s World es una “película de  SNL” (Saturday Night Life) no le hace justicia, considerando el estado de las otras “películas de  SNL“, ya que aparte de  Blues Brothers (1980), la cual fue un éxito a nivel crítico y comercial, Saturday Night Life no ha sacado nada remotamente similar ni tan aclamado como fue la comedia de Mike Myers y Dana Carvey. 

La película se desarrolló gracias a un  sketch recurrente que llevaba el mismo nombre y había mucha expectación por saber como se iba adaptar aquello a la gran pantalla. Después de su lanzamiento en el Día de San Valentín de 1992, hace 25 años exactamente, resultó que los productores no tenían nada de qué preocuparse: Wayne’s World recaudó alrededor de 180 millones de dólares en todo el mundo y hasta el día de hoy mantiene un buen número de fans. 

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De hecho, gracias al éxito del film, SNL lanzó una gran cantidad de pésimas películas durante la década de los noventa. Hubo películas como  Stuart Saves His Family, por ejemplo, o el intento de 1994,  It’s Pat, que debutó tan pobremente que obtuvo un atípico 0% en Rotten Tomatoes. A pesar de todo el reconocimiento que Saturday Night Live tiene como institución crucial en el mundo de la comedia, la verdad es que tuvo un buen número tanto de éxitos como de fracasos y Wayne’s World puso el listón muy alto en lo que los éxitos se refiere.

Pero, ¿cómo?

Still from 'Wayne's World' (Photo via YouTube)

Imagen de ‘Wayne’s World’ (Foto vía YouTube)

Para empezar,  Wayne’s World tuvo un impacto casi que inmediato en el léxico de la cultura pop. Las frases de la película siguen siendo referenciadas hoy en día; uno de sus protagonistas, Mike Myers, dijo recientemente que, cuando estuvo enfermo y simplemente se dedicó a ver televisión durante horas, él encontraba “unas 11 referencias de la película cada 18 horas”. Eso, en realidad, es en parte gracias al guion y a la improvisación de los actores en el set de grabación. Sin esas frases que se han convertido ya en clásicas a la película probablemente le hubiera ido bien, pero tal vez hoy en día nadie hablaría de ella en su 25 aniversario, ni nadie les habría dedicado a seis meses de celebraciones, como hacen en Aurora, donde fue grabada la película. 

Wayne’s World es extremadamente graciosa. Es una comedia bien hecha, que muestra un estilo de vida particular —a tipos vagos obsesionados con las mujeres viviendo en un sótano— que continúa teniendo sentido en cada nueva generación. Mike Myers le dijo a  Vulture, “Lorne Michaels [el productor de  Wayne’s World] tiene una gran fórmula, en la cual la comedia se sienta en la mesa de los niños y lo hace con gusto”. 

La película es inmadura, pero consciente de sí misma. Échale un ojo a cualquier otra producción de SNL, o la mayoría de cosas que ha hecho Mike Myers post-Wayne, y te darás cuenta de lo importante que es ese equilibrio en todo.

Wayne's World

Hoy en día estamos acostumbrados a ver películas y series de televisión en las que se rompe la cuarta pared y se burlan de sí mismos, pero en 1992 esto no era nada común. Y además Wayne’s World era una producción corporativa que se burlaba de las producciones corporativas. La película incluía personajes que no querían venderse mientras sus creadores hacían exactamente eso. Empleó varios trucos narrativos: finales múltiples, hablarle a la cámara, secuencias de sueño y novias atractivas inviables.  Wayne’s World se burla de las celebrities y de otras películas sin piedad mientras opera en un plano totalmente distinto al que se manejaba en el resto del mundo en 1992.

Todo esto se condensa en una escena donde Wayne y Garth critican el posicionamiento de marca mientras le hacen publicidad a Pizza Hut, Reebok y Pepsi. Todo esto es común hoy en día —es lo que dio pie al criticado éxito de Padre de Familia, por ejemplo— pero en 1992 esto era fresco y totalmente nuevo.

Habiendo dicho esto, la película no hubiera sido tan aclamada si se tratara únicamente de un acercamiento cínico sobre la cultura popular. También estaría mal pensar que el atractivo de  Wayne’s World reside solo en el hecho de que es una sátira autorreferencial de una era pasada; ha habido miles de películas y programas de televisión llenos de humor desde entonces, y eso no los hace mejores necesariamente. 

El atractivo que diferencia a  Wayne’s World de las demás comedias —y especialmente otras comedias de SNL— se reduce a un simple hecho: es una película mejor. Es consistentemente graciosa, bien concebida y construye un mundo entero a partir de una pequeña premisa. También es totalmente referenciable y citable. Tienen chistes que se abren camino entre la cultura pop y, también, en la vida cotidiana de las personas.

Mira Wayne’s World ahora y te darás cuenta que no tiene muchos excesos visuales o verbales, sus personajes no evolucionan prácticamente, no tiene una gran cinematografía o cualquier otra cosa en la que los críticos se suelen fijar. Pero no importa, porque lo clavó a la hora de ser estúpidamente graciosa. 

Sigue así, Wayne; sigue así, Garth.