
Luego están los malos presentimientos que tenemos con respecto a nuestras familias y nuestra propia salud:Soñé que Oprah intentaba matarme a mí y a mis amigos. Nos escapamos de sus secuaces, pero ella nos capturaba y nos enviaba a un gimnasio gigante lleno de cientos de personas, todas tumbadas en colchones en el suelo. Luego, Oprah se acercaba al micrófono y anunciaba que algunos de sus afortunados invitados obtendrán un increíble 'final feliz'. Entonces, procedía a sacar una sierra circular de mano. Me despertó el terror.
Al compartir tus sueños con alguien, puedes activar una sensación de conexión que en estos momentos todos anhelamos, dijo Blagrove. Porque al divulgar un sueño, sin darte cuenta, compartes algo muy profundo y personal, incluso si no lo notas antes de decirlo en voz alta.Debido a esto, Blagrove suele comparar a los sueños con el proceso de sonrojarnos, los llama el sonrojo de la mente. "El reflejo de sonrojarse nos pone en evidencia ante las otras personas", dijo. "Es útil porque hace que las personas sean un poco más honestas, las obliga a ser honestas, incluso si no quieren". Las personas pueden reconocer más fácilmente quiénes más a su alrededor se sienten emocionales, avergonzados o, incluso, frágiles. Tal vez nuestros sueños son así".Sigue a Shayla Love en Twitter.Estaba con mi madre. Fui a hacerme una prueba de coronavirus a un hospital. Salí positivo. Mi madre me dijo que si yo tenía el virus, ella también lo tendría. Estaban midiendo el porcentaje de virus que las personas tenían en el cuerpo. En algún momento me pusieron una inyección letal para que muriera. No puedo recordar lo que pasó después de eso.