Almohada y nubes rodeadas de coronavirus
Collage de Hunter French | Imágenes vía Getty
Salud

Cómo la pandemia abre paso en nuestros sueños

Ya sean tontos, atemorizantes o raros, estos sueños nos dan una pista de cómo nuestro cerebro trata de descifrar qué significa la pandemia para nosotros.
LC
traducido por Laura Castro

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Gus Jacobson, un maestro de inglés a nivel secundaria en Queens, Nueva York, descubrió que su escuela había cambiado de una manera sutil y siniestra: todas las paredes y escritorios estaban un poco deteriorados. "Como cuando estás en el bosque y ves los restos de un tronco podrido, cuya madera es tan suave que puedes romperla con poco esfuerzo", dijo.

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No había nadie más alrededor, y él estaba inquietantemente consciente de que no debería estar allí: "que otras personas tenían mejor juicio que yo al no ir a la escuela, pues la estructura misma se estaba desmoronando".

Fue entonces cuando Jacobson se despertó; este es un sueño recurrente que ha tenido desde el comienzo de la pandemia de COVID-19. La primera noche que lo tuvo, había estado ansioso y con náuseas antes de irse a dormir. El sueño evocó la misma sensación de indisposición.

Jacobson no es el único que tiene sueños inusuales desencadenados por el COVID-19. En Internet, las personas han estado compartiendo cómo la pandemia que capta casi cada minuto de atención en sus vidas al estar despiertos, también ha comenzado a invadir sus sueños.

A veces los sueños son muy realistas. Una enfermera jubilada de 60 años de San José, California, tuvo un sueño en el que volvía a trabajar en una sala de urgencias. "Había pacientes intubados en camas sobre los pasillos", dijo. "Caos total. La sala de espera estaba llena. Todos tosían. El encargado estaba sentado en su oficina con una mascarilla N95, pero nosotros no teníamos ninguna. Me desperté sudando".

Otros sueños son más simbólicos. Danielle, de 27 años, quien vive en Nueva York, dijo que en un sueño reciente llevaba una gargantilla que le apretaba demasiado. “No podía respirar y lo intentaba desesperadamente. No podía aflojar la gargantilla sin importar cuánto lo intentara y nadie podía ayudarme”, dijo. "Creo que esto sucedió después de leer en algunos artículos cómo las personas enfermas con covid no pueden respirar [y] que no hay suficientes respiradores".

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Luego están los sueños sin sentido: Klára Ottisová, que vive en Praga, dijo que soñó que el primer ministro de la República Checa reemplazó al actual líder del comité central de crisis con un pato amarillo de plástico que normalmente se encuentra en su baño. Tim, un joven de 23 años de Sacramento, California, soñó que había encontrado un libro que Tina Fey había escrito cinco años atrás titulado "Covid-19". "Ella lo advirtió con varios años de anticipación, dijo que sería el colapso de la civilización", relató Tim. "Más tarde en el sueño, ella tuvo problemas por la publicación y yo también, por alguna razón".

Los sueños han sido durante mucho tiempo una fascinación para los científicos, los psicólogos y las personas comunes por igual. Si bien algunos consideran que los sueños son un subproducto benigno del cerebro al estar dormido, también hay evidencia de que los sueños ayudan con la formación de la memoria, el procesamiento de emociones complicadas o como una forma de practicar el enfrentamiento de amenazas o peligros. Los sueños pueden ayudar a llegar a nuevas ideas y resolver problemas; otra investigación sostiene que soñar podría ser terapéutico.

Con los sueños desencadenados por el coronavirus, estamos aprendiendo algo más simple que ya sabíamos desde antes: los eventos históricos radicales se abren paso hasta nuestro subconsciente. En el libro, The Third Reich of Dreams [El tercer Reich de los sueños], la escritora Charlotte Beradt recolectó alrededor de 75 sueños de personas que vivieron durante el gobierno de Hitler. Un sueño de 1933 era sobre una máquina que leía la mente —uno de muchos sobre el control del pensamiento—. "Estos sueños, estos diarios de la noche, fueron concebidos de manera independientemente a la voluntad consciente de sus autores", escribió Beradt. "Les fueron, por así decirlo, dictados por una dictadura".

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Si seguimos esta línea de razonamiento, nuestros sueños actuales nos han sido dictados por el virus. Ya sean tontos, aterradores o extraños, el tener sueños provocados por el coronavirus en este momento revela, al menos, que todos estamos pasando por algo juntos y tratamos de descubrir qué significan estos eventos para nosotros, las personas que amamos y nuestra vida.

Jeanne, una mujer de 37 años de Brooklyn, Nueva York, recientemente tuvo un sueño vívido en el que se derrumbó toda una pared de su casa, dejándola expuesta a la calle. Con el tiempo, a medida que la situación económica se deterioraba, la gente de afuera comenzó a entrar y vivir en la que era su habitación.

"Todos estaban enfermos y enojados y el contrato social se estaba viniendo abajo", dijo Jeanne. “Pensamos en tratar de escapar, pero había recuerdos de nuestra infancia en la habitación, como dibujos, manuscritos y cosas así que queríamos llevarnos con nosotros, pero había muchas personas ahí como para lograr sacarlos. La mayor parte del sueño consistió en ver cómo se deterioraba la situación y tratar de entrar al dormitorio para sacar nuestras cosas sin atraer demasiada atención".

Daniel, un hombre de 32 años de la ciudad de Nueva York, soñó que la gente lo acosaba mientras intentaba distanciarse socialmente. "Me perseguían y luego intentaban estrecharme la mano o toser silenciosamente cerca de mí", dijo. “Me di cuenta de que intentaban infectarme con COVID. Al final, todas las personas infectadas con COVID salieron de sus departamentos, como si yo fuera la última 'víctima'”.

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Los sueños tienden a priorizar lo emocional, dijo Mark Blagrove, profesor de psicología en la Universidad de Swansea en el Reino Unido, quien estudia el proceso de estar dormido y los sueños. En los experimentos que él y sus colegas han hecho, en los cuales le han pedido a la gente que lleve un diario, descubrieron que las partes emocionales tenían más posibilidades de convertirse en parte de un sueño que las partes no emocionales.

Las emociones actualmente no son escasas. Las personas pueden estar teniendo sueños derivados de algún tipo de duelo, por personas o empleos perdidos. Podría resultarles difícil estar encerrados en casa o lidiar con la ansiedad y el miedo de tener que seguir saliendo a trabajar. Esto se combina con un cambio en las rutinas: algunas personas se quedan en casa y podrían estar durmiendo más de lo que acostumbran, dijo Blagrove. A menudo entramos en la fase REM del sueño al final de la noche, por lo que un aumento en el tiempo de sueño, junto con una mayor cantidad de tiempo para reflexionar cuando nos despertamos, podría dar lugar a que estos sueños emocionales relacionados con el COVID-19 continúen.

Deirdre Barrett, profesora asistente de psicología en la Facultad de Medicina de Harvard y autora de The Committee of Sleep [El comité del sueño], ha comenzado a recopilar los sueños desencadenados por el COVID-19 para analizarlos y compararlos con los sueños de antes de la pandemia. Actualmente ya tiene unos 50 sueños. (Puedes contribuir con los suyos a través de este enlace). Dijo que hasta ahora muchos de los sueños que le han enviado son sobre que alguien muy cercano al soñador se enferma, junto con sueños más metafóricos sobre insectos, como larvas o gusanos, u hordas de insectos voladores.

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Esta es una parte de un sueño con insectos: "De repente, sentí dolor en mi hombro derecho, y vi un enorme insecto parecido a un saltamontes parado ahí. Ya le había hecho un hoyo a la tela de mi suéter y ahora estaba mordiendo mi piel. Alguien se acercó de inmediato y me ayudó a deshacerme de él… [Entonces], un delgado gusano blanco cayó sobre mi cadera. Al contacto era como ácido, por lo que también atravesó mi ropa… Cuando mis amigos trataban de quitármelo, el gusano se volvió un [obsceno] espiral grueso de color blanco, de al menos 2 centímetros de grosor. Lloré mientras lo sacaban y brotó mucha sangre hasta que estuvo completamente fuera de mí".

Barrett ya antes ha estudiado los sueños provocados por circunstancias únicas: los sueños de 79 oficiales británicos que fueron prisioneros de guerra entre 1940 y 1942. Estos sueños fueron registrados por Kenneth Hopkins, quien quería usarlos para una tesis doctoral, pero murió de enfisema a los dos años de estar en cautiverio. Tomó notas diariamente de sus sueños, acumulando alrededor de 640.

Barrett dijo que los sueños de los soldados se centraron en su aislamiento y cuarentena. El escape era un tema recurrente, al igual que soñar con actividades regulares que se estaban perdiendo, como salir a comer. Uno, fue el de un hombre que soñó que ya debía irse a casa:

“Salí y me reuní con mi hermana y una amiga en un restaurante y cenamos mucho. Luego fui a otro bar y comí algo allí. Luego fui a otro más y comí más. Regresé al primer bar y encontré una buena mezcla de bebidas: vino de cebada y cerveza suave. Luego me comí un plato de ciruelas pasas y una natilla en la que también habían vertido una botella de cerveza. Me volví a reunir con mi hermana y comí otra vez. Luego volví al bar y comí una gran mezcla de bocadillos".

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"Creo que vamos a empezar a ver más de esto", dijo Barrett. "En este momento, creo que todos están más concentrados en un peligro inminente y todavía no hemos llegado a la parte del aburrimiento, la frustración y la claustrofobia".

Dream painting

Entonces, ¿qué significan todos esos sueños? Barrett dijo que si bien los "diccionarios de sueños" y otras interpretaciones literales no tienen mucho peso, cree de verdad que los detalles de los sueños son importantes, pero depende de lo que signifiquen para ti.

"Me gusta decir que los sueños son pensamientos pero en un estado bioquímico diferente, y creo que en ellos seguimos lidiando con los mismos problemas que nos preocupan cuando estamos despiertos", dijo. “Son sobre nuestras esperanzas y miedos, sobre nuestra vida personal emocional, nuestra vida laboral… seguimos pensando pero en una forma que es mucho más visual, y menos lineal y lógica. Estos pensamientos están menos basados en el presente inmediato y el futuro a corto plazo que los pensamientos de cuando estamos despiertos".

Barrett sugiere que si estás teniendo sueños extraños en este momento, te propongas definir cada personaje, escenario o acción en un sueño y ver si surge algún significado personal. Por ejemplo, si alguien sueña con un perro, un significado simbólico estricto no será de mucha ayuda porque los perros significan cosas diferentes para diferentes personas. Algunos podrían tenerles miedo porque fueron mordidos por uno cuando eran pequeños. Otros los consideran criaturas que deben cuidarse, como los niños. Otros verán como su rasgo principal la lealtad, compañía o amistad.

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En cuanto a si los sueños desencadenados por el COVID son terapéuticos, Barrett dijo que pueden ir en ambos sentidos, al igual que los pensamientos de la vigilia. A veces, puede ser útil pensar en la pandemia y analizar los sentimientos que nos provoca. "Pero podrías quedar atrapado en una obsesión que te ponga más ansioso o le reste tiempo a otras cosas", dijo.

Es de esperar que se repitan de vez en cuando lo sueños sobre el COVID. Pero si se vuelven increíblemente repetitivos, podrían caer en la categoría de sueños traumáticos. "Este tipo de sueños simplemente copian una cosa horrible una y otra vez", dijo Blagrove. "Esto le sucede con frecuencia a las personas que tienen trastorno de estrés postraumático".

Otra forma de procesar tus sueños es hablar de ellos. Blagrove y sus colegas han estado investigando cuáles son los efectos de analizar tus propios sueños, y descubrieron que cuando las personas comparten sus sueños, la empatía puede aumentar y eso ayuda a comunicar lo que la gente está pasando en este momento.

Tal es el caso del miedo que todos estamos sintiendo en este momento y la sensación de que la vida ordinaria ha tomado un giro surrealista y horrible, como se manifestó, por ejemplo, en un sueño que Barrett recopiló:

Soñé que Oprah intentaba matarme a mí y a mis amigos. Nos escapamos de sus secuaces, pero ella nos capturaba y nos enviaba a un gimnasio gigante lleno de cientos de personas, todas tumbadas en colchones en el suelo. Luego, Oprah se acercaba al micrófono y anunciaba que algunos de sus afortunados invitados obtendrán un increíble 'final feliz'. Entonces, procedía a sacar una sierra circular de mano. Me despertó el terror.

Luego están los malos presentimientos que tenemos con respecto a nuestras familias y nuestra propia salud:

Estaba con mi madre. Fui a hacerme una prueba de coronavirus a un hospital. Salí positivo. Mi madre me dijo que si yo tenía el virus, ella también lo tendría. Estaban midiendo el porcentaje de virus que las personas tenían en el cuerpo. En algún momento me pusieron una inyección letal para que muriera. No puedo recordar lo que pasó después de eso.

Al compartir tus sueños con alguien, puedes activar una sensación de conexión que en estos momentos todos anhelamos, dijo Blagrove. Porque al divulgar un sueño, sin darte cuenta, compartes algo muy profundo y personal, incluso si no lo notas antes de decirlo en voz alta.

Debido a esto, Blagrove suele comparar a los sueños con el proceso de sonrojarnos, los llama el sonrojo de la mente. "El reflejo de sonrojarse nos pone en evidencia ante las otras personas", dijo. "Es útil porque hace que las personas sean un poco más honestas, las obliga a ser honestas, incluso si no quieren". Las personas pueden reconocer más fácilmente quiénes más a su alrededor se sienten emocionales, avergonzados o, incluso, frágiles. Tal vez nuestros sueños son así".

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