Richard Kern sobre "Hustlers", de Philip Lorca-diCorcia

Para encontrar sujetos a los que fotografiar para su serie Hustlers [Chaperos], Philip-Lorca diCorcia recorrió Hollywood en coche entre 1990 y 1992 buscando chicos que ejercieran la prostitución. Sin contar las fotos hechas en la calle, diCorcia preseleccionó las localizaciones e hizo pruebas de iluminación con un asistente antes de buscar a los chicos.

DiCorcia consiguió a los prostitutos en “Boystown”, una zona del oeste de Hollywood donde, a mediados de los años 80 y 90, por una pequeña tarifa podías pasar un rato con jovencitos que medoreaban por el bulevar de Santa Mónica. En vez de pagarles por tener sexo, DiCiorca les pagaba por hacerles fotografías. Los hombres que conoció en LA habían llegado a la ciudad desde diferentes puntos de país para conseguir una vida glamurosa. Cada foto va acompañada del nombre del sujeto, edad, lugar de origen y la tarifa pagada.

Esta serie fue financiada por una beca de 45.000€ concedida por el National Endowment for the Arts en 1989. Esto fue durante una época en el que el gobierno estaba siendo muy criticado por grupos religiosos que creían que el NEA financiaba arte de contenido gay, religioso, político u obsceno.

Piss Christ (una foto de un crucifijo metido en un vaso de orina) de Andre Serrano, las fotos de hombres negros desnudos de Robert Mapplethrope y las performances de Karen Finley en las que se untaba el cuerpo con chocolate para ilustrar que las mujeres eran "tratadas como una mierda" son sólo algunos ejemplos de las actividades artísticas financiadas por el gobierno que cabrearon al "700 club" de Jesse Helms y Pat Robertson. En este entorno, a DiCorcia debió parecerle  divertido que una porción de su donación se utilizara para pagar a prostitutos.

Hustlers, de Philip Lorca-diCorcia, fue publicado hace poco por Steidl