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"Sentí algo que nunca había sentido. Suena melodramático, pero no creo que nadie haya sentido lo mismo. Fue un pánico intenso combinado con una desesperación eterna. No veía escapatoria. Tal vez la única habría sido el suicidio, pues sentía que era la única forma de escapar –como al saltar de un edificio en llamas. Pero lo único más grande que la depresión es el tiempo", dijo. "La depresión me decía que no llegaría a los 25. Ahora tengo 39".Como reportó VICE anteriormente, cincuenta por ciento de las enfermedades que los menores de 65 años dijeron tener están relacionadas a la salud mental, pero sólo un cuarto de los casos reciben ayuda. Noventa por ciento de aquellos que intentan suicidarse sufren de algún problema mental, diagnosticado o no.En Gran Bretaña, 4,400 personas se suicidan al año, pero más de 40,000 intentan suicidarse. En promedio, esto significa que alguien en ese país intenta quitarse la vida cada 12 minutos. Son más las personas menores de 35 años que mueren por suicidio que las que mueren en accidentes automovilísticos. De las muertes en hombres entre 20 y 34 años, el suicidio conforma una cuarta parte. En 2012, 600 mil personas expresaron pensamientos suicidas a los Samaritanos, una asociación británica que ayuda a gente con problemas mentales. En 2014, las cifras de la Oficina de Estadísticas Nacionales de Reino Unido mostraron que nueve por ciento de los jóvenes que buscan empleo de entre 16 y 25 años estaban de acuerdo con el enunciado: "No tengo nada por lo que vivir". Treinta y dos por ciento habían contemplado el suicidio.El estigma que rodea a las enfermedades mentales puede aferrarse a pensamientos negativos como sanguijuela, creando así una relación destructiva y simbiótica.
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Los problemas mentales pueden empezar en cualquier momento y no manifestarse por completo hasta muchos años después. "Cuando tenía 12 años, mi padre murió y en ese entonces me bulleaban mucho", dijo Jaabir. "Me sentía enajenado. Era muy duro conmigo mismo y sentía que tenía muchas fallas. Me culpaba por ser bulleado y llevé ese autoodio conmigo durante toda mi vida. Pensé que era normal, que todos se sentían así. Todos se odian a sí mismos, ¿no?"."La depresión y la ansiedad tienen muchos síntomas del cuello para abajo, así como muchas enfermedades tienen efectos en la mente. Debemos hablar de la salud mental de la misma forma en que hablamos de la salud física. Nadie está cien por ciento física o mentalmente saludable". —Matt Haig
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