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Sexo

La extraña historia del hombre que fue follado hasta la muerte por un caballo

Diez años después de que el vídeo de aquel horrible suceso se difundiera por internet, hablé con el periodista que hizo un documental sobre la comunidad de zoofílicos a la que la víctima pertenecía.
MA
traducido por Mario Abad
A horse in Enumclaw, Washington. All photos by Kelly O

Este artículo se publicó originalmente en VICE EUA.

“La única intimidad que separa al orgulloso propietario de un caballo del perverso follador de un caballo es el acto sexual”. — Charles Mudede

En internet puedes encontrar de todo, aunque no quieras, y el vídeo Mr. Hands es prueba de ello: un espeluznante clip de 30 segundos que empezó a difundirse por los rincones más oscuros de internet a mediados de la década de 2000 y en el que aparece un hombre sometiéndose voluntariamente a las atenciones románticas de un caballo. Yo lo he visto. Por favor, no lo busques.

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En 2005, un vecino de Emunclaw, Washington, llamado Kenneth Pinyan fue declarado muerto debido a “una peritonitis aguda provocada por la perforación del colon sigmoide durante la práctica del coito anal con un caballo”. Una cámara de vigilancia registró el número de matrícula del vehículo en el que se trasladó el hombre al hospital tras el fatídico encuentro, información que llevó a los detectives hasta James Michael Tait, un hombre de 39 años que vivía en una granja de 16 hectáreas. Allí, en una caravana, la policía confiscó una grabación en la que Pinyan o “Mr. Hands”, como lo llamaban sus amigos zoófilos, era penetrado por un caballo, al que habían apodado “Big Dick”.


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Por aquel entonces, el bestialismo era una práctica legal en Washington y, al no existir pruebas de abuso de los animales, imputaron a Tait un delito de allanamiento de morada. Sin embargo, el escándalo fue de tal magnitud que el estado de Washington tipificó el bestialismo como un delito grave de Clase C —penado con hasta cinco años de prisión y una multa de 10.000 dólares— poco después de la muerte de Pinyan y tras el voto unánime de todos los miembros del senado.

El accidente, así como el vídeo en el que se documenta, se convirtió en portada de todos los medios y en un fenómeno viral en foros de 4chan, penetrando en la conciencia de los internautas de todo el mundo. El relato de los hechos publicado por Seattle Times fue el artículo más leído del año. Asimismo, en 2007 se grabó el documental Zoo, sobre la historia de Mr. Hands y de sus compañeros zoófilos que se emborrachaban juntos y luego hacían cola para que les penetrara un caballo. La cinta llegó a proyectarse en Sundance y Cannes.

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Charles Mudede, uno de los guionistas de la película, también relató lo sucedido en un excelente artículo de investigación de 2006. Zoo es una película sorprendentemente emotiva que retrata a los zoófilos como personas solitarias y trágicas, más que como pervertidos que abusan de animales. Contacté con Mudede para hablar del legado de este episodio tan peculiar de la historia de Estados Unidos en 2015 cuando se cumplieron diez años del suceso.

Las puertas de la granja de Enumclaw, donde Mr. Hands sufrió la penetración que le causó la muerte

VICE: ¿Sabías que el otro día se cumplieron diez años de la muerte de Mr. Hands?
Charles Mudede: Sí. De hecho, ahora mismo estoy en Enumclaw, Washington, para hacer unas cuantas fotos y ver si se cuece algo interesante. Han retirado el cartel de la granja donde ocurrió todo, pero eso parece ser todo el esfuerzo que han hecho por borrar las cosas. Eso sí: nadie quiere hablar del tema.

Cuando cambiaron la ley e ilegalizaron el bestialismo en Washington, todo el mundo pensó, Esto se ha acabado y no volverá a pasar. Y si pasa, ya sabemos qué hacer. Desde entonces, que yo sepa, no han arrestado a nadie más por practicar el bestialismo.

Cuando la ley se puso en vigor, toda la comunidad de zoófilos de Washington se trasladó a estados en los que lo que querían hacer todavía era legal. Les aterrorizaba la idea de acabar en la cárcel. Cuando hablé con ellos, no estaban quebrantando la ley ni querían hacerlo. Por esa razón no podía considerarse a ese grupo como un círculo de prostitución animal con ánimo de lucro.

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"Si Pinyan no hubiera muerto, los tipos con los que solía relacionarse seguirían follando con caballos a día de hoy y nadie habría sospechado nada"

Cuando detuvieron al líder, James Michael Tait, este se mudó a Tennessee porque allí no hay leyes que regulen el bestialismo [Tait fue arrestado y acusado de crueldad animal en Tennessee en 2009]. No quieren que se les compare con pornógrafos infantiles o pederastas. No quieren que los tachen de criminales.

Todo el mundo en Enumclaw tiene una relación muy cercana con los caballos. Se trata de una población rural tranquila con vistas de las montañas. Todos sus habitantes aman a los caballos. Era un lugar en el que podrías follar con uno y nadie lo sabría. La línea entre pasión y zoofilia era difícil de distinguir hasta que te pillaban. Si Pinyan no hubiera muerto, los tipos con los que solía relacionarse seguirían follando con caballos a día de hoy y nadie habría sospechado nada.

Era un paraíso para los que querían sexo con caballos. Seguramente les fastidiaría mucho porque lo tenían todo muy bien montado.

¿Contactaste con alguna otra comunidad de zoófilos de Washington u otros lugares para la realización del documental Zoo?
Las buscamos, pero no las encontramos. Lo que este grupo tenía era la figura de un gran organizador. Tait se desvivió por la comunidad. Era muy selectivo respecto a quién aceptaba y marcó mucho el aspecto territorial. Creo que es clave para mantener una comunidad así unida.

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El resto de zoófilos seguramente actúan más a título individual. Tenían miedo de que, si los echaban, lo perderían todo, que es exactamente lo que habría pasado. Así que, a menos que tuvieras un líder extremadamente organizado, lo más seguro es que no fueras contándole a nadie tus parafilias. Si vas sobre seguro, no te pasa nada. Los animales no hablan.

¿Cómo crees que la muerte de Mr. Hands afectó a los zoófilos en general?
Les causó conmoción. Perdieron mucho con esta muerte: estabilidad, un sitio para evadirse los fines de semana, algo que anhelar… Perdieron una comunidad. La muerte de Pinyan dejó expuesto al colectivo, lo puso en el punto de mira y lo convirtió en el foco de las investigaciones. ¡Supuso un trastorno importante!

La comunidad zoófila principalmente se basa en internet. No existiría sin internet. Un zoófilo no tienen un sitio al que ir, como un bar para los gais. Tienes que recurrir a internet. Gracias a internet, por primera vez en la historia de la humanidad, los zoófilos podían contactar con otras personas que comparten su afición y reunirse en grupos. ¡Eso era una novedad sin precedentes!

Cuando hablé con los zoófilos en Washington, me dio la sensación de que consideraban a Mr. Hands ­­­—un intelectual que trabajaba como ingeniero para Boeing— un enclenque. Ellos eran capaces de aguantar que los penetrara un caballo sin ir al hospital, pero él era demasiado débil y novato. A sus ojos, Pinyan lo había estropeado todo. Si no hubiera tenido esa actitud tan autodestructiva, ahora todos podrían seguir follando con caballos los fines de semana. Entregarlo al hospital había significado entregarlo a los medios y el fin de la actividad del colectivo.

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"A muchos de esos hombres les gustaba que los vieran como a tipos capaces de recibir el miembro de animales enormes"

Exactamente, ¿cómo adiestraban a los caballos para que les penetraran?
Simplemente se agachaban y esperaban a que el caballo los follara. También se aplicaban una feromona cuyo olor estimulaba el apareamiento.

¿Alguna vez eran ellos los que penetraban a los caballos?
No, eso no les iba. Hay muchas clases de zoófilos. La gracia estaba en que les follaran por el culo. Hay personas a las que les gusta penetrar a caballos, pero no estaban en ese círculo. Buscaban sementales y toros, nunca vacas. Todo giraba entorno a las pollas, las pollas muy grandes. Nunca hablaban de vaginas.

La mujer que entrena a perros para follar con humanos

Si no recuerdo mal, estos hombres también se penetraban entre ellos. Después de haber follado con el caballo, jugaban con sus culos dilatados.

¿Escogían a caballos concretos de la granja o les servía cualquiera?
¡Tenían preferencias! Investigaban qué caballo era demasiado fuerte, cuál tenía el pene más grande o con cuál se podía echar el polvo más rápido. Era casi como una subasta de caballos.

Uno de ellos dijo que tenía intención de comerse al toro con el que acabara de follar. Me pareció bastante problemático. ¿Dejarse follar por lo que luego te vas a comer? Ese tipo, en concreto, llevaba un rollo zoófilo muy oscuro. No era como los demás.

"No creo que Mr. Hands fuera realmente zoófilo, sino un fetichista. Le gustaban las cosas extremas y autolesionarse"

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A muchos de esos hombres les gustaba que los vieran como a tipos capaces de recibir el miembro de animales enormes. Incluso se habían planteado la posibilidad de follar con delfines, que por lo visto tienen el pene muy grande.

[El escritor especializado en sexo Dan Savage y yo discutíamos sobre si se trataba de un fetiche por los animales o por las pollas grandes. La duda nos estuvo rondando todo el tiempo que estuvimos grabando Zoo, pero nunca encontré una respuesta. También es cierto que no ahondamos mucho en el tema, porque estábamos más centrados en la muerte de Mr. Hands y en la comunidad de la que formaba parte. A día de hoy, cada vez tengo más claro que esos tipos sentían una veneración por las pollas que tal vez no tuviera mucho que ver con los caballos.]

Según tu investigación, ¿crees que la zoofilia es un fetiche o más bien un estilo de vida y una identidad sexual?
Al caballo que mató a Mr. Hands lo apodaron “Big Dick” (polla grande), ¿no? No le pusieron “Buen Caballo” ni “Precioso”.

Coyote, el narrador de nuestro documental, sí que era zoófilo de verdad. Le perdían los perros y otros animales. Más que follar, hacía el amor con ellos. Lo que sentía por los animales era pasión y amor de verdad. En el caso de los otros hombres, se trataba más de un fetiche por los penes grandes.

No creo que Mr. Hands fuera realmente zoófilo, sino un fetichista. Le gustaban las cosas extremas y autolesionarse. No aparece en el documental, pero estuvo implicado en un accidente de moto, tras el cual perdió gran parte de la sensibilidad y sufrió graves lesiones neuronales.

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La gente de la comunidad zoófila pensaba que al dejarse penetrar por un caballo, Mr. Hands estaba intentando volver a sentir algo, recuperar la sensibilidad. Le gustaban el fisting, los dildos grandes y llevar las cosas al límite en lo sexual.

No creo que Mr. Hands estuviera enamorado de los caballos. Mientras investigaba, fui a la casa que se estaba haciendo en Washington. Estaba construyendo un establo en el que quería vivir con un caballo. Tal vez había empezado a sentir algo por el animal, tal vez no. La zoofilia no es coherente y tiene muchas ramificaciones.

"Ya bastante tenemos con decidir si deberíamos seguir experimentando con chimpancés como para plantearnos ahora si también debería estar permitido follar con ellos"

¿Mantienes contacto con alguno de los hombres a los que entrevistaste para el documental?
Les encantó nuestro director, Robinson Devor, a quien tenían por un aliado. Siguen en contacto con él por email. Devor era mucho más sensible que yo. Yo los conocí y los puse en contacto con él, que los escuchó y no se rió de ellos.

¿Has apreciado algún cambio en la actitud ante la zoofilia desde que el caso de Mr. Hands salió a la luz? ¿Sigue siento tan tabú como lo era antes?
Sigue siendo tan tabú como hace diez años, sin duda. Nadie quiere hablar de ello… La zoofilia es difícil de abordar y, además, no cuenta con el apoyo de otras minorías sexuales. Ya bastante tenemos con decidir si deberíamos seguir experimentando con chimpancés como para plantearnos ahora si también debería estar permitido follar con ellos.

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