El Secretario del Trabajo de Trump podría ser un desastre

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El Secretario del Trabajo de Trump podría ser un desastre

La nominación de Puzder preocupa a los trabajadores de la industria restaurantera. Sí, quien dijo que es mejor tener robots que personas estará a cargo de los empleos en el gobierno de Trump.

De todos los candidatos para el gabinete de Donald Trump en la Casa Blanca, el único que podría tener el impacto más directo e inmediato sobre los trabajadores de la industria restaurantera y de alimentos es Andy Puzder, elegido Secretario del Trabajo para Estados Unidos.

A pesar de que CNN reportó recientemente que el controvertido director ejecutivo —actual presidente de CKE restaurants, compañía matriz de Carl's Jr., Hardee's y las marcas Green Burrito y Red Burrito— quizá esté "vacilando" sobre el nombramiento, Puzder tuiteó que espera la audiencia de confirmación, la cual probablemente tendrá lugar en un mes.

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I am looking forward to my hearing.

— Andy Puzder (@AndyPuzder) January 16, 2017

Independientemente de quién sea confirmado al final para el puesto, las próximas políticas de la secretaría de trabajo podrían afectar en gran parte a casi 14.4 millones de trabajadores estadounidenses de restaurantes, de los cuales casi cuatro millones laboran en el sector de la comida rápida. El nombramiento de Puzder, sin embargo, mantiene a muchos expertos en políticas alimentarias y laborales preocupados. Dicen que su historia rechazando el salario mínimo, las horas extra y otras regulaciones en favor de los trabajadores augura una nueva era de conflicto para los trabajadores con bajos salarios; e incluso puede provocar el reemplazo de trabajadores, por así decirlo… por máquinas.

Puzder expresó su antipatía por el salario mínimo en un artículo de opinión en 2014 para The Wall St. Journal, donde argumentaba que incrementar el salario mínimo de $7.25 a $10.10 dólares —como la administración de Obama recomendó en ese momento— ocasionaría que los propietarios de empresas "recortaran puestos de trabajo y dependieran más de la tecnología". Usando su propia compañía como modelo explicativo, Puzder ofreció una máxima que repetiría incansablemente: si el gobierno regula la industria alimentaria de manera intensa, las empresas tendrán que automatizar la mano de obra. Puzder dijo que si se incrementaba el salario mínimo, las franquicias de comida rápida recurrirían a sistemas de servicio automatizados, ya que han sido probados en "casi cada cadena restaurantera del país, desde Applebee's hasta McDonald's".

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Puzder dijo después en FOX Business que "no estaba en contra de incrementar el salario mínimo de manera lógica", aunque aún no ha explicado qué significa un aumento "lógico". Si $10.10 dólares es exorbitante, los $15 dólares que muchos defensores de los trabajadores piden, presumiblemente, está fuera de toda discusión.

El movimiento Champions of the Fight for 15 está profundamente preocupado por el nombramiento de Puzder y el posible cambio que se avecina. Bridget Hughes, esposa y madre de cuatro hijos, quien gana $9 dólares por hora en Burger King de Kansas, Missouri, le dijo a MUNCHIES: "Puzder es uno de los peores ejecutivos en la industria de la comida rápida. Existen citas suyas diciendo que quiere reemplazar a sus trabajadores con máquinas, porque las máquinas no pueden demandarlo por acoso sexual, discriminación o robo de sueldos".

Terrence Wise, trabajador para McDonald's de 37 años y padre de tres, refleja el mismo sentimiento: "Es aún más personal para mí. Mi madre trabajó para Hardee's por más de 20 años. Ver a mi madre trabajando durante tanto tiempo en la compañía, me alienta mucho a pelear".

Mark Treyger, un demócrata y consejero de la Ciudad de Nueva York, declaró la semana en una manifestación anti Puzder: "Seguimos esperando la elección de un Secretario del Trabajo, porque esta basura Puzder en realidad es un secretario para los ricos y poderosos; con $7.25 dólares no puedes ni cruzar el túnel Hugh Carey en Nueva York. ¿En qué mundo viven estas personas?".

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Mark Treyger. Foto del autor.

Puzder también está en contra de las leyes obligatorias para el pago por horas extra. En un artículo de opinión de Forbes, Puzder respondió a una ley recién decretada por el Departamento de Trabajo, exigiendo que las horas extras se pagarán a los encargados asalariados que ganarán menos de $47,500 dólares al año. Puzder sostenía que dicha regulación haría que los jóvenes encargados se apeguen a un programa por hora y obligaría a que dejasen los "horarios flexibles con los que actualmente disfrutan". Utilizando como ejemplo a un empleado de su propia compañía, Puzder escribió, "No puedes regular tu camino hacia la prosperidad económica". Su firme postura a favor del control también incluye la oposición a las ausencias por enfermedad pagadas y, por supuesto, al Obamacare, el cual dijo contribuye a "una recesión de los restaurantes provocada por el gobierno". En un foro sostenido por la senadora Elizabeth Warren para empleados de CKE a quienes les negaron el derecho de hablar durante la audiencia de confirmación de Puzder, muchos trabajadores declararon que no podían pagar un seguro médico o quedarse sin él. Durante la titularidad de Puzder como director ejecutivo de su compañía matriz, Hardee's llegó a un acuerdo con un grupo de 456 trabajadores luego de que el Departamento de Trabajo descubriera que la empresa no pagaba las horas extras.

Alastair Iles, profesor adjunto y codirector de la facultad en el Instituto de Alimentos Berkeley, está preocupado por la ley sobre las horas extra, ya que resulta particularmente vulnerable a ser revertida debido a la suspensión efectiva que sufrió gracias a una orden de la corte desde noviembre del año pasado. "Puzder puede animar al gobierno federal a que detenga la ley, a partir del impulso de este evento", Iles dijo a MUNCHIES. "Si el mandato no se revoca judicialmente, el Congreso puede intentar anularlo con alguna ley oscura —el Acta de Revisión del Congreso— que permite al Congreso rechazar mandatos dentro de los 60 días de reuniones legislativas".

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Rally 32BJ. Foto del autor.

Los expertos temen que otras leyes laborales además del salario mínimo y la protección de las horas extras vayan por mal camino bajo la dirección de Puzder en el Departamento de Trabajo. Por supuesto, es improbable que una compañía masiva como CKE tenga una historia prístina cuando se trata de las violaciones a las leyes laborales, y sin duda CKE ha visto de lo que Puzder es capaz. Según un análisis de Bloomberg BNA, más de la mitad de las sucursales de Hardee's y Carl's Jr. se han enfrentado a disputas por los salarios. Otras demandas están relacionadas con la falta de reembolso a los encargados por gastos empresariales, acoso sexual en el espacio de trabajo, permitir un ambiente laboral inseguro y más. Si bien Puzder no puede ser responsable de los actos individuales en las franquicias de CKE —después de todo, estas violaciones ocurren en toda la industria de la comida rápida— los críticos creen que su liderazgo establece el ejemplo en una compañía que ha dirigido casi por dos décadas. En resumen, estas violaciones nos llevan a cuestionar: ¿Cómo es que, siendo Secretario del Trabajo, Puzder reforzará las mismas leyes que sus restaurantes rompen?

Es especialmente preocupante, para las incontables mujeres que trabajan en la industria restaurantera y de comida rápida, el registro de denuncias por acoso sexual en CKE desde que Puzder es director ejecutivo. La tasa de acoso sexual en la industria de comida rápida ya es bastante alta de por sí, con 40 por ciento del personal acosado, según Hart Research, compañía dedicada a realizar investigaciones y encuestas de opinión pública; sin embargo, un informe reciente hecho por Restaurant Opportunities Center United (ROC), una organización sin fines de lucro en favor de los trabajadores, afirma que dos tercios de las trabajadoras en restaurantes de comida rápida operados por CKE han sufrido acoso sexual en el trabajo.

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Igualmente alarmante para algunos defensores de las mujeres es el apoyo de Puzder a la publicidad de Carl's Jr, la cual tiende a mostrar chicas sexys en diversos niveles de desnudez. En 2011, Puzder dijo, "Creemos en incluir modelos sexys en nuestros comerciales, porque las feas no venden hamburguesas".

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Trabajadores de las cadenas de comida rápida en una manifestación anti-Puzder en Manhattan. Foto del autor.

MUNCHIES contactó a CKE, quienes declinaron comentar sobre el nombramiento de Puzder. Respecto al informe ROC que descubrió el exorbitante acoso sexual en los restaurantes CKE, un vocero de la empresa comentó que, "CKE niega rotundamente las tácticas engañosas en las encuestas de ROC". El vocero, quien prefirió seguir bajo anonimato, declaró que la encuesta era "una obra de ataque con motivos políticos".

En cambio, CKE señala una encuesta alternativa, realizada por el Employment Policies Institute, un grupo de estudio conservador creado por un conspirador de la industria restaurantera Rick Berman. La encuesta señala que "la gran mayoría de los encuestados —92 por ciento— están de acuerdo en que Carl's Jr. y Hardee's es un gran lugar para trabajar… con una gran mayoría de trabajadores afirmando que se sienten seguros y respetados en el lugar de trabajo". Si bien EPI fue creada en 1992 con el objetivo específico de defender "la importancia de los trabajos con salario mínimo para la gente pobre y sin educación", históricamente ha peleado contra los aumentos al salario mínimo.

De manera similar, Elizabeth Johnson, vocera del equipo de transición para Trump, le dijo a MUNCHIES: "La encuesta de Restaurant Opportunities Center —pagada por los sindicatos y especiales intereses opuestos al nombramiento de Andy Puzder— es un ejemplo flagrante de las 'falsas noticias'. En un intento deliberado por desprestigiar CKE y al Sr. Puzder, ROC usó preguntas tendenciosas y tácticas encuestadoras engañosas, como hacerse pasar por representadores empresariales de CKE, para fabricar resultados que son la definición de 'falsas noticias'".

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Rally Anti-Puzder en Manhattan. Foto del autor.

Los defensores de los derechos de los trabajadores y las mujeres están poco convencidos de que Puzder será partidario de cualquiera de estos grupos. Durante las sesiones recientes llevadas a cabo por el Senador Warren, Christine L. Owens —directora ejecutiva del National Employment Law Project, un grupo defensor de los derechos para los empleados— dijo, "Al menos Puzder reconoce que el éxito de su imperio de comida rápida yace en los comerciales altamente sexualizados que muestran modelos en bikini comiendo hamburguesas de manera sugestiva. Presume que esta publicidad, con advertencia parental en YouTube, es 'muy estadounidense' y señala que se han vuelto parte de su personalidad. El mensaje que manda a las mujeres y chicas del país, incluyendo a aquellas que trabajan en los restaurantes del Sr. Puzder, es que el valor comercial de la mujer y su cuerpo importa más que tratar a las mujeres con dignidad y respeto".

En opinión de varios expertos en política y trabajadores de comida rápida con quienes pudimos hablar, la declaración más irritante de Puzder sobre los trabajadores ocurrió en marzo pasado cuando visitó Eatsa, un restaurante sin empleados. En una entrevista con Business Insider, Puzder exaltó el valor de las máquinas por encima de las personas y esta declaración llegó a los titulares de la prensa. Sobre el mérito de usar máquinas en lugar de trabajadores en establecimientos de comida rápida, Puzder dijo: "Siempre son amables, siempre venden más, nunca toman vacaciones, nunca llegan tarde, nunca hay accidentes, o casos de discriminación, raza o edad".

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No es sorprendente que esta declaración haya alertado a los defensores de los derechos laborales. En una manifestación reciente de 32BJ en Manhattan, Margaret S. Chin, una demócrata y miembro del Consejo de Nueva York, dijo: "Nuestros trabajadores son de carne y hueso; no son de metal, no son robots. Necesitan ganar dinero suficiente para sostener a sus familias, necesitan ser tratados equitativamente y necesitan ser protegidos contra la discriminación en el espacio de trabajo". Este es el sentimiento que escuchamos repetirse una y otra vez entre los expertos que pudimos entrevistar.

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Margaret S. Chin. Foto del autor.

Patrick Baur, investigador y experto en políticas alimentarias en el Instituto de Alimentos Berkeley, le dijo a MUNCHIES: "Puzder sostiene que los empleadores prefieren robots y máquinas automáticas para reemplazar a sus trabajadores debido a las regulaciones laborales del gobierno, gracias a las cuales las compensaciones para empleados son más caras. Puzder insinúa que mantenerse fuera de las regulaciones alentará o detendrá la automatización manteniendo la mano de obra barata. En resumen, las únicas opciones que Puzder presenta para los trabajadores son (1) salario bajo, incertidumbre y trabajo explotado o (2) desempleo. No es un panorama muy prometedor viniendo de un Secretario de Trabajo".

Para muchos trabajadores con salarios bajos o con pocas aptitudes en la industria restaurantera o de comida rápida, el nombramiento de Puzder los ha alertado: alzar la voz, litigar o pelear por el salario mínimo, las horas extra, seguridad laboral, discriminación sexual y la automatización de reemplazo.

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Shantel Walker. Foto del autor.

Shantel Walker, una empleada de Papa John's de Nueva York y empleada de comida rápida durante diez años, le dijo a MUNCHIES, "Como trabajadora de comida rápida, sé lo que el Departamento de Trabajo se supone que debe hacer: pelear por los trabajadores. Como director ejecutivo de una compañía de comida rápida, a Puzder no le importan los trabajadores. Está dispuesto a reemplazarnos con máquinas. No está en contacto con las personas comunes. Somos personas reales, no robots".