Analizando las opciones de Luke Rockhold

Cuando Luke Rockhold entró al octágono para defender su título de peso mediano ante Michael Bisping en la pelea estelar de UFC 199, era la viva imagen de la confianza. Sus manos estaban abajo, su barbilla arriba y tenía una expresión de relajación completa. Rockhold ya le había dado a Bisping una derrota decisiva hacía un año y medio, y gracias a la lesión de último minuto que sufrió Chris Weidman, el británico tuvo sólo dos semanas para prepararse para la pelea.

Además, los fans y los medios coincidían en que Rockhold derrotaría a Bisping una vez más, y las apuestas también estaban en lo mismo. En efecto, el campeón tenía toda razón para creer que superaría a su oponente con relativa facilidad.

Sin embargo, sí no sucedieron las cosas.

Con dos izquierdas y una ráfaga de golpes en el suelo, Bisping dejó a Rockhold inconsciente y reafirmó que ningún competidor es inmune a la derrota. Los fans, peleadores y expertos se alegraron, ya que el sueño del británico al fin se volvió realidad.

Y aun así, por cada victoria hay una derrota, y en este caso, la derrota le pertenece a Rockhold. Al haber perdido el cinturón de peso mediano dos meses después de ganarlo —y ante un peleador a quien casi todos pensaban que derrotaría— es probable que su aparente exceso de confianza lo persiga por algún tiempo. Pero eventualmente llegará el momento en que el excampeón se ponga en marcha de regreso a la cima. Lo que nos lleva a la pregunta, ¿qué sigue para Rockhold?

Bueno, desde la perspectiva de Rockhold, claramente no hay mejor opción que una revancha contra Bisping. Aunque los campeones que caen siempre piden revanchas inmediatas cuando no necesariamente las merecen, el hecho de que le otorguen a Rockhold la oportunidad de pelear de nuevo contra Bisping tendría sentido. Los dos peleadores tienen un récord combinado de 1-1 en sus dos peleas previas. Y considerando su intercambio de palabras en la conferencia de prensa posterior al evento, obviamente están ansiosos por desempatar el marcador con una tercera pelea. En realidad, Bisping vs. Rockhold 3 podría venderse sola. Pero la comunidad del MMA parece estar cansada de las revanchas inmediatas, y así UFC podría elegir ir en otra dirección con los dos peleadores por ahora. Por suerte Rockhold tiene muchas opciones interesantes.

Por ejemplo, podría enfrentar a Vitor Belfort. Claro, ahora Rockhold está mucho más arriba en los rankings que su antiguo oponente, pero sabemos que está ansioso por vengar aquella derrota que sufrió en 2013 ante el brasileño, que disfrutaba entonces los beneficios del tratamiento de reemplazo de testosterona. Debido a que Rockhold y Belfort ahora vienen de derrotas, ahora parece ser buen momento para la revancha. De hecho, el aparente declive de Belfort significa que es tiempo para que suceda, ya que podría ser que si no es ahora, no será nunca. Entonces, ¿por qué no programarla? La pelea le daría a Rockhold la oportunidad de vengar una derrota y a Belfort la oportunidad de encaminarse por última vez al título. Recordemos que es difícil ignorar el hecho de que Belfort ahora sin la terapia de TRT está encaminándose al final de su carrera, mientras que Rockhold sigue estando en su mejor momento competitivo. Precisamente por esa razón tal vez sea mejor buscar más opciones para el californiano.

En este caso Rockhold podría enfrentar a Yoel Romero. Bajo circunstancias normales Romero podría ser el siguiente hombre en retar a Bisping por el título. Pero al haber sido suspendido por usar una sustancia prohibida después de derrotar a Ronaldo "Jacaré" Souza, el camino de Romero al título está pausado por el momento. Cuando termine el periodo de suspensión el 12 de julio, necesitará una victoria para corregir su curso y ciertamente ganarle a Rockhold lo acercaría bastante, aunque también Rockhold tendría la oportunidad de regresar al trono derrotando a Romero.

Aun así parece que la mejor opción es la pelea que tenía programada originalmente para UFC 199: una revancha contra el excampeón Chris Weidman. La primera vez que se enfrentaron fue en UFC 194, cuando Rockhold logró una victoria por nocaut técnico. Claro, esta revancha ya no sería por el título, pero tiene mucho sentido ya que les daría la oportunidad a ambos de recuperarse de las derrotas. Tal vez el detalle más atractivo de esta pelea es que ciertamente sería emocionante. La primera pelea de ambos se llevó los honores de "Pelea de la Noche". Ahora que ambos están decididos a recuperar el título, podemos esperar que el combate sea igual de emocionante. ¿Por qué no programar la revancha cuando UFC debute en el estado natal de Weidman, Nueva York?

Lo que sea que le depare el futuro a Rockhold, no podemos negar que sigue siendo uno de los mejores pesos medianos del mundo. Aunque su derrota por nocaut ante Bisping lo tumbó de la cima, no sería sorprendente verlo de regreso. El excampeón necesita hacer que su siguiente pelea cuente para lograrlo.