No necesitábamos el escándalo de Ten Walls para darnos cuenta del machismo en la música dance

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Música

No necesitábamos el escándalo de Ten Walls para darnos cuenta del machismo en la música dance

El desafío ahora es demostrar que el apoyo para la comunidad gay en la música dance va más allá de este incidente.

Si pudieras tomar un aspecto positivo del escándalo homofóbico de Ten Walls – que consistió en una publicación llena de odio en Facebook que comparaba a los homosexuales con pedófilos – fue que provocó un raro momento de absoluta unidad en la música dance.

Sólo porque Ten Walls es historia, eso no significa que el problema haya sido resuelto. Con una respuesta tan positiva como esta, sólo tienes que leer estos extensos artículos de THUMP y Resident Advisor para darte cuenta de lo lejos que la música dance se ha distanciado de las comunidades LGBT que la engendraron. A menudo, la vida nocturna gay es entendida vagamente como una noche de copas escuchando a Lady Gaga, y aunque es una faceta válida, ignora el papel que la cultura gay ha desempeñado en la creación de la base de casi todo lo que conocemos como música dance en la actualidad. La influencia y continua presencia de los artistas electrónicos LGBT abarca gran parte del pasado desde Frankie Knuckles hasta el vanguardista e industrial estilo de Arca. El disco y el garage venían de las comunidades homosexuales de Nueva York en los 70s, la historia del house de Chicago comenzó en un baño gay de Manhattan, y estos son sólo unos cuantos orígenes. Ningún consumidor ni creador de música electrónica debería olvidar estas cosas.

Así que el desafío, particularmente para los miembros heterosexuales de la comunidad de la música dance, no es sólo desterrar a Adomaitis, sino también sustentar el apoyo a la comunidad gay dentro de la música electrónica, no sólo cuando un one-hit-wonder se involucra en un escándalo homofóbico. Existirá la perezosa tentación de observar el incidente de Ten Walls como una prueba de que la música dance no tiene un problema de homofobia. Esta semana ha visto al mundo de la música electrónica unirse de manera triunfante en indignación, pero la verdadera victoria será mantener el apoyo positivo.

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