Música

Leïti Sene habla sobre el final de la música urbana, Barcelona y la globalización

Leïti Sene, parte Samxsen, publica hoy su primer EP en solitario.
Leïti Sene galarina samxsen
Imagen vía Ana Sting

"Las naciones están perdiendo sus culturas, las nuevas generaciones escogen lo que les gusta y está de moda de cada una. Estamos empezando a compartir y crear una cultura común y que la cantidad de oportunidades que se están abriendo es la parte buena. La fea es que todo tiene un punto menos original, por lo tanto baja la calidad y solo acaba funcionando el consumo rápido, lo fácil y comestible".

Me lo dice Leïti Sene cuando le comento que me da la sensación de que la música se parece cada vez más a un aeropuerto: da igual que sea el de Tokyo que el de San Francisco, el de Madrid que el de Sindey. Si te soltaran en cualquiera de ellos no podrías identificar cuál es porque todos se parecen demasiado.

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Leïti tiene 20 años, es de Barcelona y en 2017 empezó a hacer música dentro del proyecto Samxsen. Pertenece a la nueva generación de la música urbana en Barcelona, esa que le tomó el relevo a Pxxr Gnvg o Los Sugus con un sonido más pulido y cosmopolita, producto en parte del proceso que llevó a lo que se ha convenido en llamar música urbana del underground al mainstream, majors, festivales y portadas mediante. Y, tras el lanzamiento del hipnótico vídeo de "Galarina" —con Aleesha, otra de las grandes representantes de esta nueva escena— publica su primer EP en solitario.

VICE: ¿Quién es Leïti Sene?
Leïti Sene: Soy un chico de 20 años, de Barcelona. Empiezo a hacer música en 2017 con el proyecto Samxsen. Comenzó como una broma pero supongo que avanzó por mi intuición y las ganas de experimentar en otras vertientes artísticas.

¿Qué haces cuando no estás haciendo música?
Vivo en el Borne con Bexnil e Iseekarlo, los dos productores del EP y casi mis novias, por el tiempo que pasamos juntos. El piso es el punto de reunión donde van llegando todos nuestros amigos. Como todos los colegas hacen algo —hacen ropa, pinchan, diseñan o bailan— el piso acaba siendo como un taller/trampa donde no paras de hacer cosas sin darte ni cuenta. Si salgo me muevo por el centro o me voy al pueblo o al monte a ver a mi padre. No me gusta mucho salir de casa o del estudio, siento que pierdo el tiempo, y con la fiesta igual. Pero a la vez vivo en Barcelona y es verano, de algo tendremos que cantar, ¿no?

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Como comentas, empezaste con Samxsen. ¿Cuáles son las diferencias con tu proyecto en solitario?
La única diferencia y a la vez lo que lo hace tan diferente es que lo he producido solo, y he querido mostrar una parte de mí que en Samxsen no tenía cabida. Los métodos son muy parecidos porque los dos proyectos son bastante sinceros y orgánicos a todos los niveles, desde las producciones hasta la manera de grabar pasando por el tiempo. Tenía ganas desde hace tiempo de encarar un proyecto personal que indagara mucho más en cómo soy yo y cómo me relaciono con el mundo. Tengo cosas que decir y sé el cómo. Samxsen tiene un color y una energía mucho más infantil.

¿A qué dirías que suena tu primer EP, que estrenas hoy?
Tenía ganas de hacer algo diferente, ya que en España parece que cuesta. Creo que siempre he enfocado la música de otra manera porque la mayoría de música que he escuchado a lo largo de mi vida es en inglés y mucha ni la entendía, así que para mí se basaba más en energías, moods o colores que en otra cosa. Mi música tiene que ver más con el cómo que con el qué. Y claro que cuento mis historias, pero lo que intento es que sientas el cómo lo vivo y no tanto el qué.

Sería como una especie de arte conceptual o abstracto que se basa más en el experimento. Para darle más solidez al álbum quise acompañarlo de una parte visual bastante plástica y manual, para la que conté con familia como Leguard que ha estado 100% desde el primer día ayudando a materializar las ideas, o Unai Cardoner, quien me ha retratado en diferentes pinturas con el corazón en la mano.

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"Todo tiene un punto menos original, por lo tanto baja la calidad y solo acaba funcionando el consumo rápido, lo fácil y comestible"

Cuando lo escucho me da la sensación de que podría estar producido en España, en cualquier otro país europeo, en América, en Australia… ¿es la música cada vez más como un aeropuerto, un territorio internacional donde no se distingue de dónde procede nada? ¿Qué crees que hay de bueno y malo en ello y cómo crees que hemos llegado hasta aquí? Creo que no tiene que ver con la música, tiene que ver con la globalización. Las naciones están perdiendo sus culturas, las nuevas generaciones escogen lo que les gusta y está de moda de cada una. La apropiación cultural es inevitable, llega el punto, por ejemplo, en que cuando Kanye hace unas Yeezys las hace para el mundo entero, ya que la tecnología lo esta permitiendo.

Por lo tanto, cuando aquí un niño se compra o canta sobre unas Yeezys no deja de hablar de su realidad, muy marcada por la realidad virtual (Instagram, Twitter, etc…) pero no deja de ser lo que está viviendo. Creo que estamos empezando a compartir y crear una cultura común y que la cantidad de oportunidades que se están abriendo es la parte buena. La fea es que todo tiene un punto menos original, por lo tanto baja la calidad y solo acaba funcionando el consumo rápido, lo fácil y comestible.

¿Con quién has contado para producirlo? El team somos tres, Bexnil, Iseekarlo y yo. Llevamos trabajando juntos un año y medio, buscando y entendiendo nuestro sonido. Encerrados haciendo tres canciones al día mas o menos, bastante obsesionados con cómo sonamos. Iseekarlo es el prodigio que aparte de componer es con quien he grabado la mayoría de temas, así que a nivel de ingeniería él es el que ha encontrado los presets y las cosas que me gustan. Bexnil es el hombre del directo y el DJ, por lo tanto sus producciones también tienen un sonido más comestible, más bailable. La mayoría de temas, por no decir todos, los tiro de freestyle, ellos me tiran el beat y yo voy tirando freestyles, encontrando melodías y poniéndome en sintonía. Depende del trabajo de cada tema pero podemos matar un tema en 30 minutos o en dos horas.

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Enry-K ya es uno más. Se venía al piso a fumar y a estar chill y terminamos haciendo música juntos. Obviamente, aparte de que nos flipa su trabajo y su filosofia, mas allá de la música conectamos y al final acaba saliendo solo. Me cuesta imaginarme haciendo esto sin ellos, creo que el álbum es de los tres, todos hemos decidido cosas en todas las canciones y al vivir juntos y tener el estudio en casa es un lifestyle constante.


MIRA:


El EP tiene dos colaboraciones: Cecilio G y Aleesha. ¿Por qué ellos?
Cecilio porque de Barcelona él es el más kie y Aleesha porque es mi favorita.

¿Cómo ves a la escena en Barcelona y cómo te ves a ti dentro de ella?
Veo que soy una propuesta diferente y que Barcelona siempre ha molado más. Para mí tiene las mejores propuestas y poco a poco nos estamos juntando. Pero una movida bastante diferente de la que hubo con el trap, más música y menos beefs e Instagram, por eso también cuesta más hacerse un nombre.

"La gente está empezando a pedir entertainers de verdad y la calidad se está empezando a valorar otra vez. Y creo que ya tocaba"

Dice Ernesto Castro que 2019 es el último año de la música urbana.
Creo que, como todo, es cíclico, y tal como dice Ernesto que este año acabará, pero volverá. Diferente pero volverá. La gente está empezando a pedir entertainers de verdad y la calidad se está empezando a valorar otra vez. Y creo que ya tocaba.

Hablas de entertainers, no de músicos. ¿Qué importancia le das a lo extramusical, a la estética?
Soy muy ordenado y para mí la estética se basa en detalles. Pequeños detalles que te ayudan a entender la belleza de eso, gracias al contraste. Igual que hay días que visto feo, porque me veo feo o me siento mal, y vestirme bien sería quitarle el detalle al día, ya que vestirme mal es el detalle que te permite ver que es mi día feo, y no hay nada malo en que sea feo, tiene que ser así. A parte, con Ana Sting, directora del vídeo, conectamos mucho con eso. A mí me encantaba su trabajo y ella ha sido clave para todo este move de Galarina, y sigue participando en muchas de mis decisiones.

Sigue a Ana Iris Simón en @anairissimon.

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