Cómo funciona realmente la política de 'separación familiar' de Trump

La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, se negó a disculparse el lunes por imponer una política que ha separado a casi 2,000 menores de sus padres en la frontera con Estados Unidos y ha provocado comparaciones con el internamiento de japoneses-estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial.

"Este departamento ya no se mantendrá al margen mientras atacan a las fuerzas del orden público por imponer leyes aprobadas por el Congreso", dijo Nielsen a la Asociación Nacional de Alguaciles el lunes, en declaraciones durante la conferencia anual del grupo. "No nos disculparemos".

Los comentarios se produjeron un día después de que ella tuiteara sobre la práctica de la administración Trump de separar a las familias que cruzan la frontera sin autorización, en donde atacó a los medios por informar de forma "irresponsable e improductiva" y afirmó que la administración no ha aplicado dicha política.

Pero en lugar de esclarecer la situación, Nielsen acabó por crear una mayor confusión (y emitió algunas declaraciones que, aunque no son falsas, son ciertamente engañosas). Esto es lo que necesitan saber sobre por qué y cómo las familias de los inmigrantes están siendo destrozadas.

Técnicamente, Nielsen tiene razón. No existe una política oficial que indique que los funcionarios deben separar a las familias que cruzan la frontera sin autorización. Pero ella también está eludiendo un hecho crucial: las familias siguen siendo divididas gracias a otra política de la administración de Trump. Y los funcionarios lo están haciendo a propósito.

En mayo, el Fiscal General Jeff Sessions anunció que la administración de Trump procesará a todos los que cruzaron la frontera sin autorización. Sessions calificó la política como un elemento de disuasión, con el objetivo de evitar que la gente quiera cruzar la frontera en primer lugar.

"Si meten a un extranjero ilegal de contrabando a través de la frontera, los procesaremos por contrabando", dijo Sessions en una conferencia para la Asociación de Agencias Estatales de Investigación Criminal. "Si meten a un niño de contrabando, entonces vamos a enjuiciarlos". Y ese niño quedará separado de ustedes, probablemente, como lo exige la ley. Si no desean estar separados de sus hijos, no los traigan al otro lado de la frontera de forma ilegal. No es culpa nuestra si alguien hace eso".

Anteriormente, las personas arrestadas después de cruzar la frontera eran puestas en detención de inmigrantes, la cual puede albergar a niños. Pero ahora, bajo la "política de cero tolerancia" de Sessions, las personas que enfrentan enjuiciamientos penales son enviadas a la cárcel federal. Esas instalaciones no albergan niños.

Esto deja a los padres sin otra opción que separarse de sus hijos y ser enviados a la cárcel, donde pueden esperar semanas por un juicio.

Nielsen enfatizó que las personas aún pueden llegar a la frontera y pedir asilo, mediante un tuit: "Para aquellos que buscan asilo en los puertos de entrada, hemos continuado la política de los gobiernos anteriores y sólo los separaremos si el niño está en peligro, si no hay una relación de custodia entre los miembros de la 'familia', o si el adulto ha violado una ley".

Pero este tuit también ignora los reportes de que las personas no pueden solicitar asilo en los puntos de entrada de manera presencial. Los Angeles Times informó la semana pasada que las autoridades aduaneras estadounidenses se negaron a permitir que las personas cruzaran legalmente un puente desde México a Estados Unidos durante nueve días, ya que los funcionarios estaban demasiado sobrecargados para llevar a cabo los procesos. Según los informes, casi 50 personas, incluidos niños, se quedaron varadas durante días en medio de un calor de más de 37 grados centígrados.

Irónicamente, el jefe de Nielsen ha contradicho su afirmación de que no existe una política de separación familiar. Trump no sólo ha reconocido la "ruptura familiar forzada en la frontera", sino que también ha culpado a los demócratas por haberla causado. El sábado tuiteó: "Los demócratas pueden arreglar el asunto de la separación familiar forzada en la frontera si trabajan con los republicanos en una nueva legislación, ¡para variar!"

La afirmación de Trump es simplemente falsa. Los demócratas no son responsables de la política de cero tolerancia.

Los demócratas, como era de esperar, están condenando rotundamente la práctica de la administración Trump de separar familias en la frontera. Pero también han opinado algunas figuras inesperadas.

El domingo, la exprimera dama Laura Bush escribió un artículo de opinión para el Washington Post, en el que denunciaba la política como "cruel" e "inmoral". Bush, republicana y texana, comparó la práctica con el internamiento de los estadounidenses de origen japonés durante la Segunda Guerra Mundial.

"Es nuestra obligación reunir a estos niños detenidos con sus padres y, en primer lugar, dejar de separar a los padres y sus hijos", escribió. "La gente de todos los bandos está de acuerdo en que nuestro sistema de inmigración no funciona, pero la injusticia de la cero tolerancia no es la respuesta".

Incluso intervino la primera dama Melania Trump, que por lo general guarda silencio cuando se trata de las políticas de su marido. Su directora de comunicaciones, Stephanie Grisham, le dijo a CNN el domingo: "La Sra. Trump odia ver a los niños separados de sus familias y espera que ambos bandos finalmente puedan unirse para lograr una reforma migratoria exitosa. Ella cree que debemos ser un país que siga todas las leyes, pero también un país que gobierne con corazón".

Cerca de 2,000 niños fueron separados de sus padres entre el 19 de abril y el 31 de mayo, informó el sábado Associated Press. En total, 1,995 menores fueron separados de 1,940 adultos.

Estos niños se clasifican como "niños extranjeros no acompañados", un término que generalmente se utiliza para describir a los menores que llegan a Estados Unidos sin sus padres. Los infantes también son entregados a una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos: la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR, por sus siglas en inglés). Según NPR, cerca de 10,000 niños están ahora en refugios operados por la ORR.

Hasta el viernes pasado, unos 100 niños fueron enviados a la llamada "ciudad de tiendas de campaña", compuesta por albergues temporales, en El Paso, Texas, informó The Texas Tribune. Se espera que la temperatura en El Paso suba por encima de los 37 grados centígrados esta semana.

Imagen de portada: Una mujer carga a un bebé mientras los inmigrantes son llevados a una estación de autobuses poco después de ser puestos en libertad a través de la política de inmigración de "captura y liberación" el 17 de junio de 2018 en McAllen, Texas.