Artículo presentado por Bancolombia.Están ahí, pequeños, sigilosos. Es fácil que pasen desapercibidos. Son un cigarrillo después de clase, un tinto de camino al trabajo, una gaseosa para apaciguar el calor de la tarde. Son los gastos hormiga, uno de los mayores retos en el camino a unas finanzas personales saludables y ordenadas.Se les llama así por el tamaño de las hormigas, que no son detectadas fácilmente, a no ser que conformen una colonia: justo como con los gastos hormiga, que se hacen sentir al final de mes, cuando se suma el total de todos. “Son todos esos gastos en los que incurrimos a diario que, precisamente por ser tan pequeños, subestimamos, y que al sumarlos tienen alto impacto en los ingresos”, explica Alfredo Barragán, especialista financiero.Los gastos hormiga no se refieren a un tema de prioridad o necesidad. Por ejemplo, mercar o comprar ropa no entran dentro de los gastos hormiga. Son esos gastos que se han ido sedimentando como parte de la rutina, casi reflejos involuntarios, los que conforman esta categoría. Las empanadas saliendo de la universidad o incluso las excesivas recargas de saldo en el celular - en vez de un plan mensual establecido que sea más fácil de controlar - son esas hormigas que van vaciando los bolsillos progresivamente.
¿Qué son los gastos hormiga?
En un área gris cerca a los gastos hormiga están, por ejemplo, las salidas rutinarias a restaurantes o el uso de servicios no planeados como taxi: si se vuelve una cuestión cotidiana, en la que por inercia se almuerza afuera en un restaurante de más de 20.000 pesos en vez de llevar al trabajo comida desde la casa, la diferencia entre esos costos puede mellar la economía personal.Para evitar que este tipo de gastos se conviertan en un dolor de cabeza, la clave es planear y establecer un presupuesto mensual. Para esto primero se deben establecer cuáles son los gastos necesarios y cuáles son antojos. Es importante examinar la rutina diaria de gastos para tomar consciencia de la distribución de estos y así poder planear, es tan simple como anotar todo lo que te gastes en el día en las notas de tu celular o en una agenda y sumarlo al final de día, luego añadir los de la semana y por último los del mes, así te harás una idea de cuánto gastas. Recortar gastos puede no ser fácil, pero al tenerlos claros es más fácil priorizar los que son más importantes para ti, y con disciplina recortar los otros. Como acota Barragán, “la convicción de que esto llevará a un futuro mejor, en todos los aspectos”.Escribir y llevar un registro de absolutamente todos los gastos puede servir para organizar mejor las finanzas e identificar esos campos que van drenando la cuenta de ahorros poco a poco. También hay varias aplicaciones gratuitas para el celular como MoneyControl o Presupuesto Diario que harán más fácil la tarea de rastrear los misteriosos caminos que toman los pesos para salir de tu billetera.
¿Cómo eliminar los gastos hormiga?
Publicidad
El impacto que pueden tener los gastos hormigas es más fácil de entender invirtiendo la ecuación, como lo propone Barragán: “¿Qué tal si invertimos los gastos hormiga por el ahorro hormiga? Si cada vez que quiero comprar una gaseosa, una rifa o un postre lo ahorro, eso puede hacer una gran diferencia”. Con este enfoque, la reducción de los gastos hormiga puede convertirse en una fuente significativa de ahorro, en la que las monedas se acumulan para formar una buena cantidad que, de otra forma, se hubiera desvanecido.Entonces, ¿cuánto, en total, representan los gastos hormiga? Claro, depende de cómo lleve su vida cada uno. Pero es posible observar algunos casos puntuales.
¿Cuántas gastos hormiga tengo?
- Federico, 25 años. Compra 5 cigarrillos de 500 pesos al día para un total de 2.500 pesos. Esto es 75.000 pesos al mes y 900.000 pesos al año.
- María Camila, 19 años. Compra dos tintos de 2.000 pesos al día para un total de 4.000 pesos. Esto es 120.000 pesos al mes y 1.440.000 pesos al año.
- Daniel, 30 años. Aunque va en bici al trabajo, cada que le coge la noche vuelve en taxi y paga 10.000 pesos. Por lo general, lo hace tres veces a la semana, lo que al mes le da un total de 120.000 pesos.
- Ángela, 22 años. Se compra un paquete de papas de 2.000 pesos con el almuerzo todos los días. Esto es 50.000 pesos al mes y 600.000 pesos al año.