tus derechos

Qué puedes hacer cuando recibes una fotopolla sin pedirla

Tu agresor podría incluso ir a la cárcel.
pene

Estas hablando con alguien y de repente aparece un pene en la pantalla. Erecto, en un plano contrapicado. Rápidamente la borras. Ni la has pedido ni la quieres ver. No sabes cómo la otra persona ha podido creer que a ti te apetecía en aquel momento vislumbrar los cuatro pelos que colgaban de sus huevos. La ignoras completamente.

Pero entonces vuelve a suceder. Es de la misma persona y ahora va acompañada de un mensaje obsceno. Sí, es solo una foto. Una imagen que podría ser la resultante de teclear en Google la palabra "fotopolla", y sí, podría ser parte de una conversación subida de tono. Pero no lo es. Y a ti te resulta absolutamente asqueroso que te la haya mandado sin que tú la hayas pedido.

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Después de recibirla ha habido quienes se lo ha tomado con humor y han contestado con gifs o denunciando el mensaje en Twitter con alguna respuesta ingeniosa o incluso con alguno de estos mensajes predeterminados para cuando te envían una fotopolla indeseada. Sin embargo, cuando no es la primera vez que esto ocurre y es algo que has recibido insistentemente, puede que decidas emprender medidas legales para frenarlo.

Según nos cuenta el abogado especialista en innovación y derecho digital, Sergio de Juan Creix, para que exista acoso hacia una persona y pueda resultar un hecho denunciable deben darse los siguientes requisitos: por un lado debe de haber insistencia, entendida como la persistencia a lo largo de cierto tiempo. Por otro lado la reiteración, que se haya dado el hecho en repetidas ocasiones. Para que se pueda considerar acoso además debe provocar una grave alteración de la vida cotidiana de la víctima y que no haya habido autorización previa para recibir la acción.

“En general si la foto no es tuya no puedes difundirla y menos si es de partes íntimas. Siempre hay riesgo de que quede algún elemento que alguien de tu entorno pueda reconocer"

Si se cumplen estos cuatro supuestos se podría tipificar el delito de acoso y por lo tanto sería posible tomar medidas legales para combatir estos envíos frecuentes con contenido sexual aunque no sepas quién te ha enviado la foto ni a quién pertenece el pene. La policía tiene mecanismos para conocer quién ha sido el emisor del mensaje a pesar de que te la hayan enviado por redes sociales con un perfil falso.

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Otro delito al que podría estar incurriendo la persona que te envía la fotopolla es el de exhibicionismo. Si la persona receptora del mensaje es menor de edad la pena sería aún mayor, y el emisor podría ser castigado con una pena de prisión de seis meses a un año y una multa de 12 a 24 meses.

También se podría considerar un atentado contra la libertad e indemnidad sexual y en este caso el autor del delito se enfrentaría a una multa de entre 100 y 600 euros, pero en el caso que la persona receptora fuera menor de edad o presentase algún tipo de discapacidad se podría enfrentar también a una pena de cárcel.

Una de las reacciones más comunes ante esta situación es la de difundir el mensaje en redes o entre grupos de amigas. Según nos cuenta Sergio de Juan Creix al reaccionar de esta forma podrías estar tú vulnerando los derechos de la otra persona: el de la intimidad y honor por lo que también podrías ser denunciada. Incluso si compartes el mensaje con el nombre de tu acosador.

“En general si la foto no es tuya no puedes difundirla y menos si es de partes íntimas. Siempre hay riesgo de que quede algún elemento que alguien de tu entorno pueda reconocer como por ejemplo un bañador en concreto, una cicatriz o hasta la forma o silueta del cuerpo o parte del cuerpo”, nos explica el abogado.

"Es bueno, una vez redactada la denuncia, compartirla en redes sociales tachando tus datos personales como muestra de lo sucedido"

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Por lo tanto si se da la situación es importante primero de todo realizar pantallazos de lo ocurrido en los que se puedan percibir detalles como el nombre o usuario de la persona o cuenta desde la que se envía la fotografía y si puede ser también la hora. Cuantos más detalles mejor. Lo de realizar un pantallazo es importante para que no acabe borrando el mensaje.

En el caso de que el mensaje haya sido enviado por alguna red social, como por ejemplo por Instagram, el segundo paso sería denunciar la cuenta y explicar el motivo por el que deseas denunciarla. Hay un apartado al reportar en el que se puede seleccionar la opción de pornografía o contenido indebido. Ésta sería la opción a marcar.

Marina* estaba harta de recibir fotopollas de un tío que conoció por Tinder, le dio su Instagram para seguir hablando y acto seguido no paró de recibir instantáneas de su pene. Decidió reportar a través de la red social pero según nos cuenta no quiso ir más allá por los problemas y la pérdida de tiempo que supone denunciar. La mayoría de víctimas de este tipo de acoso se quedan en este paso, aunque podrían realizar una denuncia.

Según nos cuenta el abogado especializado en violencia de género Jose Luís Prieto, hay que denunciar los hechos a la policía. “Allí te van a preguntar por lo sucedido y se redacta la denuncia, lo que se conoce como atestado. Para realizar ésta acción no hace falta tener un abogado”, asegura el abogado.

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"Habría que darle más importancia a lo que pasa en las redes porque en internet es donde muchas personas reciben este tipo de acoso y la gente no se lo suele tomar en serio”

Prieto recomienda una vez redactada la denuncia compartirla en redes sociales tachando tus datos personales como muestra de lo sucedido y también con los datos tachados de la persona denunciada, incluyendo su usuario o mote. De ésta forma, según comenta Prieto, se advierte a los babosos de lo que les puede pasar.

Hay personas que piensan que es una tontería y sienten miedo a que la denuncia no quede plasmada en un papel. “El agente siempre tiene que recoger la denuncia”, asegura Prieto. “Por un lado porque la pena la califica un juez y la policía no puede determinar si un hecho es delictivo o no y segundo, porque aunque no se trate de un delito puede tratarse de una infracción administrativa de la ley de seguridad ciudadana”, explica.

“Si hubiera denuncias masivas, aunque no tuviera efectos jurídicos sí que los tendría políticos” asegura el abogado. “Habría que darle más importancia a lo que pasa en las redes porque en internet es donde muchas personas reciben este tipo de acoso y la gente no se lo suele tomar en serio”, nos dice. Por este motivo es importante denunciar, porque los reportes que hagas en las redes no cuentan como acoso en ningún estudio oficial y al final el problema se disipa y los babosos quedan impunes de cualquier castigo.

Sigue Alba en @albacarreres.

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