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Comida

Panaderos mexicanos quedan atrapados pero hacen pan para las víctimas de Houston

"Agradecemos a todos por difundir la positividad, pero no podemos hablar en este momento".
Photo via El Bolillo Bakery Facebook page.

Algunos panaderos luchan contra el fascismo con pan. Otros luchan por el derecho de no hacer pasteles para bodas gay.

Pero también tenemos el tipo extraño de panadero que lucha contra el aburrimiento haciendo pan —mientras está atrapado en una panadería durante dos días— para alimentar a las víctimas de un desastre natural. Cuando se dio a conocer la noticia sobre los valientes panaderos atrapados en Houston por el huracán Harvey, el hecho atrajo la atención internacional debido al altruismo de los chicos.

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Según The Independent, los trabajadores de El Bolillo usaron casi "2.000 kilos de harina para hornear bolillos y pan dulce mexicano, durante toda la noche y después de quedar atrapados por las inundaciones del fin de semana". Fue un rayo de humanidad en un torrente oscuro, húmedo y ventoso de brutalidad natural, un momento en que el ser humano sufría lo peor y sirvió como testimonio de la ética profesional en El Bolillo.

Incluso provocó que el expresidente Vicente Fox atacara a Trump vía Twitter, diciendo "¡en tu cara! Estos son los "bad hombres" a los que les temes, ofreciendo su solidaridad en tiempos de necesidad".

Buen punto, pero no queremos hablar de política en esta ocasión. En vez de eso, llamamos a El Bolillo para hablar con estos heroicos panaderos, quienes hicieron pan desinteresadamente para alimentar a su comunidad y a los primeros auxiliadores. Pero resulta que estaban demasiado ocupados para hablar, todavía tenían mucho pan que hacer.

"Estamos muy ocupados, así que terminamos con las entrevistas por hoy", dijo a MUNCHIES un trabajador de El Bolillo. "¡O tal vez no hablaremos más sobre el asunto, porque los panaderos están perdiendo tiempo con los medios de comunicación y tienen que hacer pan! Estamos recibiendo más gente que viene a comprar pan, pero los panaderos están ocupados dando entrevistas. Vamos a detener todo eso. Te agradezco la llamada, pero por ahora terminamos. Tenemos gente esperando en fila, pero los panaderos no pueden trabajar con tantas personas de los medios".

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Meagan Michaelis, hija del dueño de El Bolillo, Kirk Michaelis, corroboró la nueva fama de los panaderos. "¡Es verdad!", exclamó entre risas. "Estoy a cargo de las redes sociales y no puedo seguir el ritmo. Me encargo de otras cosas en las panaderías como llevar los registros de la nómina y las cajas registradoras, pero ahora mismo estamos inundados".

Me parece justo. Después de todo, ha sido un desastre natural históricamente devastador. Pero Michaelis tuvo la amabilidad de poner en claro cómo los panaderos de —no sólo uno, sino— dos sucursales de El Bolillo (una en Houston y otra en Pasadena) se dedicaron a hacer pan mientras estaban atrapados en sus respectivas panaderías.

"Mi papá fue a recogerlos después de dos días, que fue tan pronto pudo llegar en su Jeep alto", cuenta Michaelis. "Cuando todos llegaron a la casa de mi padre, uno de ellos dijo: 'Mi hermano está en la sucursal de Pasadena con otros tres chicos'. Así que pudieron llegar hasta allá después de horas intentando y cargamos tanto pan como pudimos en el Jeep para traerlos a las brigadas de ayuda.

Michaelis dice que está orgullosa de los panaderos y que físicamente se encuentran bien, aunque algunos de ellos, como muchos houstonianos, han sufrido daños materiales significativos.

"Todo lo que puedo decir es que los panaderos son personas increíbles y estamos aquí como todos los demás en Houston. Sólo estamos tratando de hacer lo que podemos, haciendo lo que sabemos y tratando de ayudar a la comunidad. Los panaderos son personas increíbles, sus familias están bien. Tenemos una cuenta en GoFundMe porque tenemos muchos empleados que perdieron coches y departamentos, pero además de eso estamos bien. Siguen trabajando y estamos tratando de hacer la mayor cantidad de pan para ayudar".

Pero ayudar significa menos medios de comunicación y más horneado.

"Tenemos medios de comunicación y cámaras que han venido de todo el mundo por todas partes: Argentina, México, Sudamérica, África, Inglaterra. La gente llama desde todas partes", dice Michaelis. "Agradecemos a todos por difundir la positividad, pero no podemos hablar en este momento".