FYI.

This story is over 5 years old.

ciencia

Se han descubierto en Guatemala las ruinas de una gigantesca ciudad maya

Con la ayuda de láseres y drones, un grupo de científicos ha descubierto que la civilización maya era mucho más avanzada y populosa de lo que se creía inicialmente.
MA
traducido por Mario Abad
Reproducción en 3D de Tikal vista desde el sureste. Imagen:PACUNAM/Canuto & Auld-Thomas

El jueves pasado, National Geographic reveló en exclusiva el descubrimiento de las ruinas de una antigua megalópolis maya en Guatemala, utilizando la técnica de escaneado remoto LiDAR. Esta gigantesca ciudad perdida engloba, entre otros, yacimientos como Tikal, Holmul y Witzna —conocido por sus templos y pirámides— y demuestra que estos enclaves son solo la punta del iceberg de una compleja red urbana.

Publicidad

Ocultos bajo el denso dosel forestal de la Reserva de la biosfera maya, se han hallado más de 60.000 ruinas —desde hogares a canales, canteras o calzadas— en una imagen aérea fruto de un estudio internacional encabezado por la Fundación PACUNAM, una organización para la conservación de la cultura y la herencia cultural mayas.

Tikal posee algunas de las calzadas más amplias, con hasta 80 metros de anchura. Imagen: PACUNAM/Estrada-Belli

Se calcula que esta civilización precolombina tuvo su apogeo hace unos 1.200 años. Los datos sugieren que el área estudiada —de unos 2.100 kilómetros cuadrados— debió de albergar entre 10 y 15 millones de habitantes.

Las infraestructuras halladas presentan aspectos muy avanzados, como el uso del cultivo en terrazas o de rutas comerciales elevadas para evitar las inundaciones en épocas de lluvias. Estos descubrimientos han hecho a los expertos replantearse sus consideraciones sobre las dimensiones y la complejidad del imperio maya.

Vestigios de muros de piedra relacionados con el cultivo intensivo que se practicaba en la zona residencial de Xmakabatun. Imagen: PACUNAM/Estrada-Belli

Estos pueblos antiguos obviamente establecieron una cultura sólida y creativa basada en sus reliquias conocidas, pero los nuevos hallazgos revelan que las dimensiones de esta sociedad perdida superan con creces las expectativas de los expertos. Las novedades sobre este descubrimiento serán presentadas en un documental de una hora titulado Tesoros perdidos de los mayas, que se estrenará mañana, 6 de febrero, en el canal de National Geographic.

Una de las nuevas pirámides halladas en el sur de Mundo Perdido, en Tikal. Imagen: PACUNAM/Canuto & Auld-Thomas

Estos descubrimientos han sido posibles gracias a los sensores LiDAR (acrónimo inglés de Light Imaging, Detection and Ranging), capaces de analizar el terreno en 3D mediante pulsos de láser emitidos desde drones y otros vehículos aéreos. La tecnología LiDAR resulta excepcionalmente útil para detectar yacimientos arqueológicos, ya que es capaz de penetrar en el dosel forestal y atravesar otros elementos que dificultan la exploración del terreno.

Publicidad

Imagen de la jungla contrastada con una imagen de LiDAR. Imagen: PACUNAM/Garrison/Proyecto Arqueológico El Zotz

Esta técnica ha posibilitado muchos descubrimientos en los últimos años, entre ellos los importantes hallazgos en Angkor, Camboya, y en Caracol, Belice. La recién descubierta megalópolis maya es el resultado de una primera fase de la iniciativa LiDAR de PACUNAM, que comenzó en 2014, por lo que es probable que con el tiempo se anuncien más revelaciones sobre el misterioso pueblo que construyó esta gigantesca red urbana. El objetivo final del proyecto es el de analizar los 14.000 kilómetros cuadrados que componen las tierras bajas guatemaltecas mediante los sensores LiDAR.

Vista de la ciudad preclásica de El Tintal desde el sureste. La zona central estaba protegida por un foso y había calzadas que unían la zona con importantes complejos de pirámides. Una calzada cruza los humedales y conecta dos secciones de la ciudad. Imagen: PACUNAM/Canuto & Auld-Thomas

Los datos del estudio nos han revelado ciudades enteras de cuya existencia no teníamos conocimiento”, señala en el documental Francisco Estrada-Belli, explorador de National Geographic y uno de los arqueólogos responsables del proyecto.

“Hay 20.000 kilómetros cuadrados más que explorar, con cientos de ciudades de las que no sabemos nada”, añadió. “Te lo garantizo”.