Actualidad

La cara oculta de ser un youtuber profesional

‘A veces, quería salir y comer por ahí sin tener que estar grabando todo lo que comía’.
ex youtubers profesionales
Todas las fotografías cortesía de los entrevistados

En los últimos años, ser youtuber se ha convertido en un trabajo legítimo con el que se puede ganar mucho dinero. No obstante, antes de dejar tu trabajo para dedicarte a hacer vídeos, es importante recordar que, en realidad, muy poca gente consigue dedicarse a tiempo completo a ser famoso en YouTube.

Para estos tres youtubers neerlandeses, la promesa de fama y dinero fue suficiente para que se lanzaran a crear sus propios canales, pero no duró mucho. Hemos hablado con ellos sobre las razones que los llevaron a dejar el despiadado mundo de YouTube, para siempre.

Publicidad

Saske de Schepper, 28, artista

1572956281005-IMG-6135-1

Foto cortesía de Saske de Schepper.

VICE: ¿Por qué empezaste a hacer vídeos?
Saske de Schepper: Mi hermana Teske fue parte de la primera generación de youtubers neerlandeses. En 2010, me convenció para crear mi propio canal. Parecía divertido.

Como Teske ya era muy famosa, me ayudó a promocionarme. Conseguí 10 000 seguidores en poco tiempo. Me encantaba leer los comentarios positivos. Me enganché a la atención, aunque entonces no me di cuenta.

¿Sobre qué iban tus primeros vlogs?
Mi primer canal ikbensaske (Soy Saske en neerlandés) no tenía un tema específico. Pero cuando cree el canal Vet Gezellig (Supercómodo) con mi ex en 2014, intentamos hacer algo más relevante en donde habláramos de cosas importantes como la pobreza o la salud mental. Lo combinábamos con vídeos sobre nuestra vida diaria. También hicimos algún documental corto, por ejemplo, sobre el trastorno de ansiedad de mi ex.

La gente cree que es fácil ganar dinero, pero para nosotros era un trabajo a tiempo completo. Teníamos muchas visitas y fans y nos reconocían por la calle, pero ganábamos lo justo. Por suerte, llevábamos una productora cinematográfica junto con nuestro canal, pero no nos llovía el dinero. Puedes ganar dinero con los anuncios de Google, pero el beneficio principal viene de las marcas que te patrocinan.

¿Por eso lo dejaste en 2018?
No, lo dejé porque era como si ya no pudiera ser yo misma. La gente me decía que estaba amargada, o en plan: “Si va a estar de mal humor, mejor que no salga en el vídeo”. Me obsesionaba con evitar tener comentarios negativos y me comportaba diferente. A veces, quería salir y comer por ahí sin tener que estar grabando todo lo que comía. Que te reconozcan todo el rato por la calle es divertido al principio, pero luego te hace tener cada vez más complejos.

Publicidad
1572959584595-74970581_977967462550811_4242899617923989504_n

Saske y Alwin en uno de sus vlogs

¿Alguna vez te has arrepentido de publicar algún vídeo?
Sí, hubo un vídeo que era muy personal. Mi ex se declaró y grabó todo el proceso: el anillo, la petición, las reacciones. Ahora me alegro de que ya no esté en internet. ¿Lo publicamos porque estábamos felices o porque queríamos tener más visitas? Es una línea muy fina.

¿Cómo lo recuerdas?
Me ayudó mucho a crecer, pero no tenía ni idea de lo obsesionada que estaba con la atención hasta al final. Normalmente, tenía unos 1000 likes en mis publicaciones de Instagram, pero en cuanto dejas de estar activo, se acaban. Me costó mucho aceptar que mi ex todavía recibiera atención y yo no. No me gustaría volver a ser vloguera, aunque echo de menos la libertad de poder hacer lo que quiera cuando quiera. Ahora, tengo un trabajo normal y corriente a jornada completa.

Daniëlle Spoor-Oostwouder, 25, trabaja en atención al cliente

1572956423730-Danielle-VICE

Foto cortesía de DANIËLLE SPOOR-OOSTWOUDER

VICE: ¿Por qué empezaste a hacer vídeos?
Daniëlle Spoor-Oostwouder: Quería ayudar a las mujeres que tuvieran problemas con su peso, pero también buscaba desesperadamente un pasatiempo. La idea era documentar todo lo que hacía 365 días seguidos y enseñar lo que comía en un día. He tenido problemas de peso toda mi vida y quería encontrar una forma de motivarme a cambiar de hábitos. Pensé que mis vídeos podrían ofrecer una perspectiva diferente.

Mucha gente cercana me apoyaba. Mis vídeos tenían éxito, pero recibía muchos consejos que no pedía: que tenía que cambiar lo que comía, que los vídeos debían ser más cortos y que querían que disfrutara más del momento.

Publicidad

¿Por qué lo dejaste?
Mira, tenía más o menos 36 visitas por vídeo y cero comentarios. Trabajaba a tiempo completo y, encima, tenía este otro trabajo a tiempo parcial del que me sentía muy responsable. Tenía que pensar en títulos llamativos, editar vídeos, hacer cosas divertidas, aunque en realidad a nadie le importara si realmente lo hacía o no. Cuando la madre de la niña que cuidaba me dijo que borrara 30 vídeos en los que salía su hija, me pareció que ya no merecía la pena seguir.

No me arrepiento de ello y aprendí muchísimo. Salía a la calle y me ponía a hablar con una cámara como si nada, así que ahora me siento más segura cuando tengo que dar mi opinión. Pero sé que esto no es para todo el mundo, como los que no tienen 10 000 seguidores en Instagram. Pero bueno, será una historia interesante que contar cuando sea vieja y juegue al bingo.

Mick van der Waag, 31, trabaja en informática

1572956488477-Screen-Shot-2019-10-31-at-173955

VICE: ¿Cómo empezó tu carrera de youtuber?
Mick van der Waag: Siempre quise experimentar con la edición y el rodaje de vídeos y, por eso, en 2011 hice junto a unos amigos un vídeo parodia de la canción “Alejandro” de Lady Gaga. Casi medio millón de personas lo vieron. Ese fue el comienzo de DoubleDutchVideos.

Los algoritmos de YouTube eran muy diferentes en aquella época; cuando buscabas el nombre de un artista, aparecían vídeos de parodias junto a las canciones originales. Así que buscamos canciones famosas de pop, de artistas como Justin Bieber o Carly Rae Jepsen, y escribimos un guion gracioso para acompañar a la letra. El vídeo de “Alejandro”, por ejemplo, es de un chico gay que trata de evitar al personaje de Lady Gaga que sigue intentando ligar con él. Los veían miles de personas.

Publicidad
1572956750018-Screen-Shot-2019-10-28-at-112108

Una escena de "Alejandro Supergay".

¿Ganabas dinero?
No, en realidad nos gastamos mucho dinero. Éramos estudiantes, así que invertir cientos de euros en un vídeo era mucho para nosotros. Y como hacíamos parodias, no podíamos sacar dinero de patrocinadores, porque entonces entrábamos en conflicto con los derechos del artista original. Intentamos monetizar el éxito grabando vídeos detrás de las cámaras, pero mucha menos gente los veía. Ya no se ven muchas parodias de canciones en YouTube, el género probablemente ha desaparecido porque no se podía sacarle beneficio.

¿Por qué paraste?
Requería mucho tiempo y dinero. No era completamente pobre, pero tenía que comer pasta más veces de lo que me hubiera gustado.

Me lo pasé muy bien, pero cuando veo los vídeos ahora, suspiro. Hay mucha competencia; hay gente que escribe títulos engañosos con mayúsculas y un millón de exclamaciones.

¿Por qué no has borrado tus vídeos? ¿Te gusta que tus posibles jefes te vean como Justin Bieber?
He pensado en borrarlos, pero aún no he tenido problemas con ellos. Creo que mientras que no trabaje para el Gobierno, está bien. Mi anterior jefe vio los vídeos, pero le parecieron divertidos. Además, no recuerdo la contraseña de la cuenta.

Suscríbete a nuestra newsletter para recibir nuestro contenido más destacado.

Este artículo se publicó originalmente en VICE Países Bajos.