La belleza sobrenatural de las mujeres en imágenes

Este artículo fue publicado originalmente en i-D, nuestra plataforma de moda.

Para Amanda Charchian, la fotografía es mucho más que una imagen final, es un proceso de vinculación emocional entre mujeres. La fotógrafa de Los Ángeles reúne a mujeres en situaciones íntimas, a menudo retratadas desnudas en lugares espectaculares por todo el mundo.

El resultado es su proyecto más reciente, Pheromone Hotbox, que documenta estas experiencias intensas y revela feminidad moderna desde un nuevo ángulo. Hablamos con Charchian sobre la unión entre la relaciones femeninas y las ideologías post feministas para hacernos una idea de cómo es el mundo de Pheromone Hotbox.

¿Cómo empezó el proyecto?
Empezó en 2012, cuando me encontré fotografiando de forma obsesiva y maníaca a las dos jóvenes con las que viajaba; ambas eran artistas, como si cada uno de los marcos fuera una prueba de un misterio sin resolver que acabara de cruzarse en mi camino. Esa fue la primera vez que tuve una concepción de un cierto poder que tienen las artistas femeninas, que incluye un balance entre la sexualidad y la creatividad, la confianza resulta seductora. Para mí, gran parte de mi sentido de identidad viene de mi producto artístico.

Háblanos de la ideas que se esconden tras Pheromone Hotbox.
Hurgando en la tensión empecé a entender que lo que estaba experimentando era algo que pasa exclusivamente cuando una mujer fotografía a otra mujer de forma íntima, en un escenario que parece que se encuentra tanto en nuestra mente como en nuestro contexto. Para las mujeres, la energía que sale de la producción artística y la sexualidad se encuentran inevitablemente ligadas, casi siempre a nivel subconsciente.

Eso es lo que llamo "The Pheromone Hotbox": un espacio en el que ocurre un proceso que se contradice con el biológico cuando nuestras feromonas interactúan (de una forma no sexual) para generar una confianza y malicia simultáneas. Descubrí que a través de la cámara podía tener un acceso exclusivo a las mujeres creativas que tenía a mí alrededor.

Este modo de investigación fotográfica íntima que acababa de descubrir fue desarrollándose hasta convertirse en un proyecto por derecho propio. A medida que los próximos tres años me fueron llevando por todo el mundo, fui esculpiendo las dimensiones de Pheromone Hotbox.

¿Cómo ha afectado el hecho de fotografiar a estas mujeres de forma tan íntima al desarrollo de tus relaciones con ellas?
Normalmente son esos momentos antes de fotografiar a alguien, sus gestos tímidos, la forma en que se preparan, la forma en la que reaccionan ante un peligro inminente o amenaza de que se les pille desnudas en público, lo que más me muestran de ellas.

La imagen se convierte casi en una impresión de un momento congelado libre de todas esas experiencias porque esas no son cosas que puedas, ni tampoco querrías, expresar con exactitud. Eso es la verdadera intimidad, ser consciente de momentos que no es posible documentar por completo. Las fotografías en esos casos nunca fueron los medios para un fin, sino que son más como una excusa para tener una nueva experiencia.

¿Qué es lo que te inspira a ti y a tus amigas?
Las posibilidades de lo desconocido, el poder del humor en cualquier cosa, lo absurdo de la vidas en la que nacimos y el equilibrio perfecto de la naturaleza.

¿Qué es lo que crees que marca el límite entre la representación y la explotación a la hora de documentar la desnudez?
En el caso de una mujer que se hace de forma voluntaria un retrato desnudo, eso se convierte en una carta hacia el mundo, en la emisión de un mensaje del aquí. Las empoderadas no se pueden explotar.

¿Cómo se enfrenta tu trabajo a las ideologías postfeministas?
Hace poco vi dar una charla al ícono del feminismo, Gloria Steinem, en la que dijo: "Odiad las generalizaciones, amad lo específico. El postfeminismo anima a las mujeres a que definan la feminidad por ellas mismas. La opresión viene al definir los roles de sexo de una forma fija".

¿Puedes contarnos alguna historia interesante sobre alguna de tus imágenes?
Con estas aventuras, a menudo he sentido que estoy en conexión con un ser más grande que yo, algo que conspira con la magia. Por ejemplo, cuando hicimos las fotos en las cavernas de Carlsbad en Nuevo México, tuve que pedir un permiso para alquilar el lugar después de una determinada hora.

Había llegado desde Nueva York después de haber conducido durante ocho horas desde el aeropuerto con dos artistas que acababa de conocer. Había estado tratando de idear formas de poder fotografiar desnudos allí, sabiendo que era algo que iba en contra de las normas del parque. Tuve la idea de pedir a una mujer guarda que nos llevara a dar una vuelta y compramos unas telas con las que las chicas se cubrirían y dejarían caer por accidente.

Llegamos sobre las nueve de la noche y recuerdo que el cielo estaba muy claro y la luna llena brillaba por encima de nuestras cabezas. Reuní a nuestro grupo e hice que se cogieran de la mano, miraran hacia la luna y visualizaran a la guarda sin que le importara en absoluto los desnudos.

Cuando entramos en el vestíbulo iluminado tras bajar los 50 pisos con el ascensor, la guarda se giró y me dijo, "He visto tu fotografía, me gusta mucho". Después de eso, tuve un nuevo sentimiento de confianza. Empezamos la sesión de fotos sin necesidad de los mantos de precaución que había preparado, caminando libremente con el cuerpo desnudo a través de las enanas cuevas de estalactitas.

¿Qué has aprendido acerca de la feminidad moderna a través de este proyecto?
Todavía sigo procesando lo que he aprendido. Hay momentos que he experimentado con el proceso donde se ha hecho aparente que mi conexión con las mujeres ha aumentado. Cuando estaba trabajando en la sesión de fotos para una editorial de moda en Londres hace unas semanas, trabajé con una modelo que claramente estaba acostumbrada a que la fotografíen hombres y, concretamente, hombres insensibles.

Sentí que mi experiencia de conexión con ella y el sentimiento de emoción y aventura que había traído al plató era algo que había arrastrado desde el proyecto Pheromone Hotbox. Por esa razón, ella estaba más contenta de estar allí y creamos imágenes únicas. Me di cuenta de que el Hotbox es simplemente un estado mental que consiste en estar completamente presente y tener empatía para dejar que todo el poder de tu creatividad se desate, de modo que puedas hacer la vida tan bella como sea posible.

Puedes encargar 'Pheromone Hotbox' aquí.

amandacharchian.com