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Arrodillaos ante el nuevo himno (y vídeo) de la selección española

Un compendio de frases inconexas, épica barata y rostros deformados.

Después de los dos prometedores prometedores teasers que aparecieron ayer en YouTube, por fin hoy ha eclosionado el montaje definitivo del nuevo himno de la selección española de futbol para la Eurocopa. El susto ha sido mayúsculo.

A los mandos tenemos al productor llamado RedOne (La Roja, ¿casualidad?), un tipo que ha trabajado para Lady Gaga, Enrique Iglesias, Shakira, Mariah Carey, Paulina Rubio, One Direction, Marc Anthony o Jennifer López; en fin, la crème de la crème musical.

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Los protagonistas del vídeo son Sergio Ramos y Niña Pastori y, según un comentario que lanza el jugador en su cuenta deTwitter —"la música es parte de mi vida; componer e interpretar con @npastorioficial, un sueño cumplido"—, Ramos también ha ejercido funciones de composición.

La canción —que Dios me perdone por decir esto— tampoco está tan mal si la comparamos con el vídeo. La melodía es de esas que ya hemos escuchado mil veces y, personalmente, se me revela como una versión acelerada y demente del tema "Let it be me" de los "Let it be me" de los Everly Brothers, un tema precioso, por cierto.

Todas las imágenes son capturas de pantalla del vídeo

La tonada juega a una épica demencial pasada de vueltas que resulta en una ensalada inconexa de frases emotivas. Son versos que, si nos paramos a analizar, a nivel semántico no tienen ningún tipo de sentido. Estas barbaridades poéticas se deforman poco a poco hasta convertirse en unos tristes y sencillos "lalala la la", el clásico e inmortal salvavidas que tantas canciones españolas ha salvado. Catad algunas de estas frases:

"Sobre el campo y el terreno está el color que nosotros defendemos. Por la Roja moriré, soy español, con orgullo lucharemos".

¿Hace falta morir por La Roja? Quiero decir, ¿MORIR? ¿Por un partido? Esto es un buen ejemplo de épica desmesurada. La épica sin control no sirve para nada.

"Tu bandera es mi bandera y la razón de expresar lo que yo siento. Mis estrellas brillarán y alcanzarán, tocaremos el cielo".

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Esta frase no la entiendo. ¿Una bandera es la razón de expresar lo que uno siente? ¿El motivo? Según esto una bandera hace que me vea obligado a expresar mis sentimientos. Me he perdido tíos. Y luego, ¿qué alcanzarán exactamente tus estrellas que brillarán? Es más, ¿de qué estrellas estás hablando mujer? ¿La gente tiene estrellas? Tengo muchas dudas ahora mismo. Yo no tengo ni una jodida estrella en mi vida.

Pero vayamos al vídeo.

Digamos que la decisión de utilizar esos primeros planos de los jugadores de la selección mientras levantan su rostro —y miran directamente a cámara mientras lanzan una sonrisa pícara— no ha sido muy afortunada, pues el enorme led que les enfoca la cara les deconstruye el rostro, moldeándolo en una suerte de masa de carne extraña. De hecho, parece que todos tengan algún tipo de problema en la cara y, por qué no decirlo, también en el cerebro. Los pobres futbolistas intentan abrir los ojos ante un enorme haz de luz que les destruye las pupilas. Se nota que no están cómodos y por ende, nosotros tampoco.

A esto le tenemos que sumar el hecho de que se nota que los tipos no se han escuchado el mp3 de la canción que les pasaron días antes de ir a grabar al plató. Los jugadores se presentan al estudio sin tener ni puta idea de lo que van a cantar. Es por eso que, en el plano general —en ese en el que los vemos a todos saltando y cantando—, vemos como sus miradas se dirigen directamente hacia un solo punto, algo que está fuera de campo y que podemos deducir que se trata de una especie de teleprompter. Mientras graban y cantan se están dando cuenta de que alguien se la ha metido doblada; cantan y a la vez analizan la letra y se dan cuenta de que están cantando algo terrible y solamente les viene una frase a la cabeza: "pero qué coño".

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Sus caras, con esas sonrisas incómodas y fingidas, denotan temor; un temor que les genera unas terribles ganas de huir. Sobre todo Piqué.

Hablemos de Piqué.

Piqué siempre ha tenido problemas con todo esto de la selección española. Sus inclinaciones, digamos, políticas, impiden que en este vídeo disfrute "de verdad" como sus compañeros. Aquí tenemos a un Piqué confinado a los márgenes del plano, silenciado en la oscuridad, castigado, roto. El pobre no quiere cantar ni bailar, le han obligado a recitar eso de "por la Roja moriré, soy español" y la cosa no le convence demasiado. Miradlo:

Se supone que la suma de todos estos elementos generará el himno perfecto que ayudará a la selección española a ganar la Eurocopa. Si me importara todo esto del fútbol, las copas y los países entonces —solamente entonces— me sentiría un poco ofendido por el resultado obtenido. Como no es el caso (y como es viernes), voy a ignorarlo y a empezar a desarrollar la estrategia para pillarme un buen pedal.